Querido Rafael:
han pasado muchos años desde que empezaste a trabajar como maestro, y otros tantos desde que entraste en este colegio … aunque realmente nos parece a todos que fue hace dos días… ya hace 15 años… HOY TE JUBILAS.
No queremos darte una despedida, porque tus alumnos/as y tu cole seguirán aquí, con las puertas abiertas para que siempre puedas venir a visitarnos.
Pretendemos reavivarte la memoria y que recuerdes siempre con cariño la huella que has dejado con tu paso por el Clarita.
En este colegio has vivido muchos momentos importantes y me gustaría que esos recuerdos permanezcan en tu memoria, las excursiones con tus niños/as, las fiestas de fin de curso, los viajes del Comenius, tus clases de inglés, y sobre todo…. Los grandes compañeros/as con los que has compartido tantos y tantos momentos. Hablo por todo el claustro cuando digo que nos sentimos muy afortunados de haber podido compartir contigo estos años. Te has entregado con vocación y has dado siempre lo mejor de ti mismo como maestro, como persona, y lo más importante: como amigo y compañero.
Me gustaría recordar esa frase que como amigo me dijiste una vez, y que ya me ha empujado y animado en más de una ocasión y que no olvidaré nunca… “Aunque sea con miedo, pero HAZLO”. Sé que todos y todas tenemos algún recuerdo tuyo que nos ha marcado y dejado huella. Por eso nuestros niños y niñas no querían que te fueras sin dedicarte unas palabras.
Considero que debe ser un día muy feliz en tu vida Rafael. ¡Disfruta de tu gran merecida jubilación!