Un buen maestro/a es aquel que entrega todo en el aula y reconoce la importancia de su figura en el desarrollo cognitivo y social de su alumnado. La excelencia del docente depende de muchos factores, pero por sobre todo los humanos.
No es lo mismo tener un maestro/a aburrido y sin vocación que un docente apasionado, con ganas de enseñar y aprender cada día más. La dirección del CPR Campo del Rey incita y promueve que la actitud y formación del profesorado sea algo que los alumnos noten a simple vista.
Cualquiera que esté encantado con su profesión y su lugar de trabajo hará mejor su función en nuestra comunidad educativa. En esta línea, un docente convencido de su capacidad para poder movilizar el aprendizaje de sus estudiantes tiene mayor probabilidad de motivarlos y convencerlos de que pueden aprender.
Dentro de nuestra autonomía de centro y el sistema educativo que también tiene que decir algo al respecto: debemos otorgar óptimas condiciones de trabajo y que nuestro claustro se sienta integrado en nuestro proyecto educativo.
El docente debe:
«Fomentar la creatividad y la imaginación, (…) forjar su carácter y proporcionarles herramientas para desenvolverse en la vida y tomar sus propias decisiones». «Ser un eterno estudiante».
Para que:
- El profesor actúe como un guía o mediador que facilite el aprendizaje a sus alumnos, aportándoles los conocimientos básicos necesarios para que puedan entender las lecciones.
- El profesor debe promover ejercicios prácticos que permitan a los alumnos aplicar lo aprendido. Para ello, lo más apropiado es plantear problemas que obliguen a los alumnos a buscar, seleccionar y procesar la información adecuada, potenciando la variedad metodológica de aprendizaje.
- El profesor también debe aportar ayuda pedagógica a los estudiantes, ofreciéndoles los métodos y recursos necesarios para dar respuesta a sus intereses, motivaciones y capacidades.
- El docente tiene que favorecer un ambiente agradable de trabajo, en el que tenga lugar la espontaneidad de los alumnos y su interés por aprender.
- En cuanto al sistema de evaluación, el docente en su nuevo rol debe hacer un seguimiento continuo y personalizado de cada alumno, evaluando el progreso individual.