¡VIAJE DE ESTUDIOS A VALENCIA!
Llegó el momento de tan esperado viaje, con caras de emoción, nervios, emociones a flor de piel y ojos enrojecidos de no haber dormido durante la noche…Así salimos el alumnado de la ESO de Villanueva Mesía, el domingo a las cuatro de la madrugada ¡destino Valencia!
La noche no nos había dado como para descansar lo suficiente en casa, pero la adrenalina del momento no nos dejó espacio para el sueño. Pasamos un viaje largo, en el que hubo momentos de todo tipo: cantes por bulerías, olores insospechados, risas frenéticas, posturas incómodas para intentar que nuestros párpados se cerraran por inercia, preguntas infinitas ¿cuánto queda? cada segundo y medio…Un sin fin de anécdotas que ya habían comenzado a suceder y que permanecerán en la memoria de nuestros alumnos/as y maestros/as para siempre.
Por fin, llegamos a Valencia, tras largas horas de autobús, las escaleras para subir a las Torres de Serrano nos parecieron la escalada al Everest. Pero ya habíamos tocado suelo firme y ahora sí, ¡nuestra batería se había recargado! estábamos listos para hacer nuestro recorrido por la ciudad, además habíamos sumado dos monitores al grupo; Fran y Ana a los que aprovechamos para agradecer su fantástico trabajo como guías y cuidadores de todos/as.
Visitamos la Lonja, el mercado, vimos los Jardines del Turia, la Catedral, la Basílica, el ayuntamiento…y llegó el momento de llenar nuestra tripa. ¡A algunos/as las hamburguesas gigantes se les quedaron cortas! ¡Qué hambre! Como no podía ser de otra manera, hicimos una parada en una horchatería tradicional para tomarnos esta típica bebida, otros/as la acompañamos con un fartons. Pero creo que muchos/as quizás hubieran sustituido la horchata por otra Long Chicken, afirmamos que ¡estaba muy rica!
Con la tripa llena y aprovechando el buen tiempo que nos brindó este primer día, nos fuimos a dar un baño en la playa de la Malvarrosa. Para la mayoría, el mejor momento de esta aventura. Los maestros permanecimos varios minutos bajo el agua, así acumulamos los ahogadillos que nos hicieron a lo largo de la tarde, ¡se desquitaron bien de todo el año! ¡Fue muy divertido! Aunque a más de uno hasta los gemelos le pidieron un respiro. Para terminar, cerramos la tarde con el baño en la piscina del hotel ¡menudo primer día!
Tras una noche de descanso, dimos comienzo al segundo día con la tan esperada visita a la Ciudad de las Artes: Oceanografíc, Museo de las Ciencias, Hemisferic… Fue realmente alucinante ver sus caras de emoción tocando los tiburones con tan solo un cristal de por medio o comprobando que después del espectáculo de delfines todos querían ser cuidadores…¡esa es la magia del trabajo con niños/as! La verdad es que si les preguntamos por el Hemisferic…no todos sabrán explicarnos, para algunos…esos asientos reclinables fueron la inspiración de una pequeña siestecilla.
Salimos de la Ciudad de las Artes y nos quedaban ganas para un refresco y una partida de bolos. Descubrimos a grandes campeones y campeonas con gran talento, para otros/as dejémoslo en ¡una tarde de risas!
Y después de un día agotador, cenamos y a descansar en nuestras habitaciones, en las que aprovechamos para hacer el balance del día con nuestros compañeros/as de habitación y completar nuestro ranking de risas comentando las anécdotas acontecidas.
El último día, ¡la traca fin de fiestas! Llegamos a Terra Mítica tras unos cantes y bailes en el autobús. Cuando paramos, a los grupos les faltaban piernas para correr de atracción en atracción, algunos/as el color de piel les cambiaba por momentos, pero no fue motivo suficiente para parar y recuperarse. Tampoco el cielo negro o las pequeñas gotas de lluvia les impidió seguir. Los columpios de agua, “El Tornado”, la caída libre…el más diabólico les resultaba el más atractivo ¡qué maravilla de juventud!
Y llegó el momento de subir al bus y acabar con nuestra intensa experiencia ¡fue un camino divertido! Nos despedimos de los monitores que nos otorgaron un diploma “Grandes aventureros” y una pulsera. Y nos despedimos de Pepe, nuestro estupendo conductor, al que agradecemos su paciencia y su profesionalidad.
Ha sido una bonita experiencia, esperamos que permanezca en vuestro recuerdo para siempre, porque así permanecerá en la de los maestros/as que os acompañaron.
¡Gracias por dejar que sigamos aprendiendo de cada momento que pasamos con vosotros/as!
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