HASTA SIEMPRE

Querida familia del Real:

No he querido marcharme sin despedirme de todas aquellas personas que en algún momento de nuestra vida hemos coincidido en el mismo tren de la enseñanza, bien como alumno, alumna, padre, madre, compañero, compañera, AMPA …

Y sois muchos, ya que comencé a trabajar en este maravilloso mundo con 21 años: Osuna, El Viso, Guadajoz, Cervantes, Paradas,  Tocina… Qué recuerdos!

Con 33 años y tres hijas pequeñas llegué AL REAL, A MI REAL DE MI ALMA, donde además había estado de niña.

En él he trabajado 19 años como tutora y Jefa de Estudios y 8 años llevando la Dirección. Siempre intentando dar lo mejor de mí, ayudando a las familias, amando a los niños/as. Siempre aprendiendo y queriendo mejorar. Siempre luchando por mejorar el Centro. Siempre buscando consenso en las adversidades,  Siempre rodeada del mejor equipo directivo y de excelentes compañeras.

Sin duda habré cometido errores… pero me voy satisfecha con todos los pasos andados, con cada meta conseguida,  y, sobre todo,  sintiéndome querida y valorada.

En mi vida he tenido dos grandes vocaciones: la de madre y la de maestra. Y si volviera a nacer, volvería a repetir, porque esta profesión da tantas recompensas que, si verdaderamente la amas, no deseas otra.

Pero… como todo en la vida, lo que empieza tiene que acabar.

Y casi sin darnos cuenta nos vamos haciendo mayores. Y nos tenemos que retirar. Es tiempo de savia nueva, de maestros y maestras ilusionados que tomen el relevo.

Somos tres las que nos bajamos del tren del Real en este curso: Gracita, Tere y yo.

Pero el viaje continúa para todas, para las que nos vamos y para las que se quedan;  seguro que lleno de desafíos, sueños, fantasías, alegrías, tristezas, esperas y despedidas. Nos marchamos, sí, pero llevamos nuestras maletas llenas del cariño y respeto que nos habéis dado.

Hasta siempre. Ahora toma el relevo la seño Sara, a la que le deseo lo mejor.

Magdalena Aguilar