LAS ABEJITAS TRABAJAN SUS EMOCIONES

Las emociones influyen de manera directa en el aprendizaje. Si preguntamos a los niños y niñas cuál ha sido el aprendizaje del día, seguramente nos comenten las enseñanzas que les han emocionado. Ante la constante información que recibimos en nuestro día a día, nuestro cerebro se queda con aquella información que le ha producido algún tipo de emoción, ya sea sorpresa, interés, ira, curiosidad, alegría, tristeza…  Como dice Begoña Ibarrola, psicóloga y escritora, “las emociones son las guardianas del aprendizaje”.

Las emociones, positivas o negativas, ayudan a crear recuerdos dejando huella en nuestro desarrollo. Por lo tanto, para que el proceso de aprendizaje sea pleno, tenemos que trabajar la educación emocional desde edades tempranas, tanto en casa como en el colegio

La educación emocional infantil favorece al bienestar personal de los niños, y por lo tanto, ayuda a crear las condiciones necesarias para una correcta adquisición de conocimientos. Si el alumno aprende a gestionar sus emociones, mejorará su pensamiento efectivo y le será más fácil salir de su zona de confort. Por ejemplo, si en un momento dado, el alumno siente ira, la educación emocional le permitirá reconocer la causa de ese sentimiento y tomar la decisión más acertada para revertir la situación.

Existen algunas emociones que nos ayudan a aprender como la curiosidad o el interés. Por lo tanto, la labor del docente debe ir encaminada a despertar esas emociones en los alumnos, pues aquello que llama la atención del alumno, despierta sus ganas de conocer, de saber más. En definitiva, las emociones favorecen al aprendizaje, ayudan a potenciar la autoexigencia del alumno, mejora su autoestima y beneficia las relaciones con los demás.

Algunas competencias emocionales que el docente puede trabajar en el aula son: aprender a identificar las emociones, actividades de relajación para disminuir los niveles de estrés, actividades dirigidas para encontrar el equilibrio emocional, etc.

Por ello, os vamos a dejar algunas actividades para trabajar la educación emocional en el aula mediante la gamificación:

  • Juegos de roles en los que el alumno se tenga que enfrentar a una situación adversa con el objetivo de que aprenda a gestionar su frustración y le ayude a tomar la mejor decisión.
  • Juegos de mímica para que el grupo aprenda a identificar las emociones. Además, al actuar delante de la clase, se potenciará la autoestima del alumno.
  • Crear un rincón de las emociones en el aula para que el alumno aprenda a manejar sus emociones cuando se encuentre nervioso o enfadado.
  • Crear un diccionario de las emociones en las que los alumnos tienen que expresar sus sentimientos y acompañarlos de un dibujo, con el objetivo de que aprendan a expresar sus sentimientos.
  • Juegos de papiroflexia para trabajar las emociones.

  

SEÑO ROSARIO

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