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Carta a la comunidad educativa de la profesora Miriam Espinar

Siempre es difícil despedirse de las personas con las que has compartido años de tu vida y más aún en las extrañas circunstancias que nos está tocando vivir. Mi etapa profesional en el IES Blas Infante, después de ocho años, llega a su fin. Hace un año ni siquiera sospechaba que estaba viviendo el último curso entre vosotros. 
Al echar la vista atrás, me enternece recordar a todos los alumnos y alumnas con los que he compartido aula y todos esos fantásticos momentos que hemos pasado juntos: la lectura en clase, los verbos, la biblioteca, los sellitos, el positivo de colores… Sería interminable tratar de hacer un inventario. Espero haber contribuido, un poquito al menos, a vuestra formación académica y a vuestro crecimiento personal. Recordad que cada uno de vosotros sois únicos e irrepetibles y sólo hay una opción en la vida de conocer a alguien así: haced que merezca la pena.
Puedo deciros que me voy siendo mejor profesora y mejor persona, porque he tenido la suerte de trabajar con un excelente equipo docente del que he aprendido muchísimo en todos los aspectos. Siempre he dicho que el gran éxito de este centro es que somos una gran familia que se apoya y ayuda en los momentos de dificultad, pero que también sabe divertirse por todo lo alto cuando hay que celebrar algo. Una gran familia de la que también forma parte el personal de administración y servicios, involucrándose activamente en la vida del centro; y, ¡cómo no!, las familias, cuyo apoyo y colaboración es tan necesario.
Debo daros las gracias a todos y todas por el cariño recibido, por vuestra comprensión, por el entusiasmo con el que habéis secundado mis propuestas, por vuestra paciencia… 
Aunque a partir de ahora trabaje en otro lugar, parte de mi corazón se queda en estas aulas, en estos pasillos, en el departamento, en la biblioteca… Sin duda, el Blas Infante será una referencia importante en mi futuro personal y profesional.
Por último, quiero pedir disculpas a todos aquéllos que me he ido encontrando estos meses por la calle y a los que no he tenido el valor de decírselo. Sabía que me resultaría muy difícil contener un beso o un abrazo de despedida. ¡Resulta tan frío despedirse manteniendo la distancia de seguridad!
En fin, os deseo todo lo mejor para el futuro. Me voy sintiéndome muy orgullosa de haber pertenecido a la familia del IES Blas Infante.
¡Hasta siempre!
Miriam Espinar