ANA SOTO ALHAMA – MARINE

Ana María de Soto fue una mujer nacida en la ciudad cordobesa de Aguilar que nació alrededor de 1777. Su nombre entró en la historia cuando, el 26 de junio de 1793, con 16 años, llegó a San Fernando a la Carraca, atraída por el mundo militar. Haciéndose pasar por hombre, Ana María ingresó en la 6ª Compañía del 11º Batallón de Marina. Nadie percibió el engaño y Ana María, haciéndose llamar Antonio, inició su carrera militar. Una mujer entre las tropas  de Marina del S. XVIII

Mujer de pelo castaño y ojos pardos, que se fue de su casa sin conocimiento de sus padres con casi 18 años por el deseo romántico —dicen— de vestir el uniforme del Cuerpo de Batallones, ver mundo y vivir aventuras. Iba disfrazada de hombre y el 26 de junio de 1793, sentó plaza de soldado —falseando la edad, que dijo ser de 16 años por ser su rostro barbilampiño y no querer delatarse—, en la 6a Cía del 11o Batallón de Marina, como Antonio María de Soto, firmando por seis años de servicio. Después de superar el duro período de instrucción, el 4 de enero de 1794 embarcó en la fragata Mercedes, de 34 cañones y a la sazón al mando del capitán de fragata Juan Varés, la misma nave que resultaría hundida en un enfrentamiento contra cuatro poderosas fragatas inglesas diez años más tarde, en 1804, cuando éstas, sin previa declaración de guerra, la interceptaron a su regreso de América junto a otras tres fragatas españolas con las que navegaba en conserva, transportando caudales, personal civil y valiosas mercancías.

Aquellos años España participaba en el conflicto europeo entre la Francia Revolucionaria y los las distintas coaliciones que veían como una amenaza los aires revolucionarios galos. España se había posicionado del lado francés por el Tratado de San Ildefonso de La Granja de 1796 para frenar el poderío marítimo de Gran Bretaña, que se había convertido en aquel momento en el gran enemigo de Francia.

Terminaba así su aventura como marinero. Pero Ana María de Soto, lejos de ser humillada o condenada, fue elogiada por sus compañeros y recibió del rey Carlos IV el grado de sargento y un sueldo con el que poder vivir como mujer.

Os dejamos una dirección web por si queréis profundizar más sobre esta mujer: https://www.defensa.gob.es/Galerias/gabinete/red/2018/red-348-sargento-soto.pdf

Falleció, con 58 años, soltera, en Montilla, el 5 de diciembre de 1833, estando enterrada en el lugar del cementerio que tienen asignados los Hermanos de la Cofradía de Nuestra Señora de la Aurora. Aunque sin descendencia, nombró heredera a Antonia Pérez de Luque, que había acogido de niña, en 1804, y la atendía en su vejez. No hay duda de que bien puede tenerse a Ana María de Soto por una precursora y modelo, por sus méritos, para las tropas de sexo femenino que nutren hoy en día el Cuerpo de Infantería de Marina, vistiendo los mismos colores azul marino y grana, con sardinetas, del uniforme que llevó ella puesto y que siguen su pauta de absoluta dedicación al servicio de España

Su historia ha sido contada en el libro Hija del Mar escrita por Alicia Vallina.

 

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