Sobre los Premios Félix Hernández
Deben su nombre a D. Félix Hernández, muy ligado a la ciudad de Córdoba, en su condición de arquitecto, que hay que unir a la de conservador de monumentos y arabista que configura una personalidad atractiva desde diferentes ángulos.
Murió en Córdoba en mayo de 1975. En la década de los años 1920 desarrolla una gran actividad y Córdoba le debe abundante labor en casas de viviendas que responden a la estética del regionalismo neo-barroco. Destacan las casas Hoces Losada de la calle Concepción y la casa de Colomera en las Tendillas.
Como urbanista fue nombrado director de la Oficina de Ensanche, creada por el Ayuntamiento para desarrollar el anteproyecto de ensanche de la ciudad de 1921.
Publicó entre otros trabajos el Alminar de Abderramán III en la Mezquita Mayor de Córdoba. Fueron muy importantes su participación en las obras de consolidación en la Mezquita Catedral.
Su actuación principal hay que reconocerla en el yacimiento arqueológico de Medina Azahara, al que dedicó parte de su vida. Desgraciadamente no llegó a redactar personalmente su labor en dicha ciudad palatina, si bien, a título póstumo, fueron publicadas bajo el título de Madinat Al-zahra. Arquitectura y Decoración.
Desde nuestra primera convocatoria de los “Premios de Arquitectura Félix Hernández” en el año 1982 este Premio responde a la voluntad de potenciar y promocionar la difusión y el conocimiento de las actuaciones arquitectónicas que se hayan realizado en Córdoba y provincia.
El “Premio Félix Hernández” se creó como medio para incentivar tanto a los arquitectos como al resto de los colectivos que intervienen en la realización de arquitectura de calidad, su principal fin es difundirla dando ejemplo del buen hacer tanto en el proyecto como en la construcción.
La convocatoria es abierta y la presentación libre a criterio de los autores y ello da como resultado que todos los que están son merecedores de distinción.
El desconocimiento de la población, en general, sobre las teorías y tendencias de la arquitectura en cada época reclama una especial atención por parte del Colegio de Arquitectos de Córdoba, encaminada a la divulgación de esas obras emblemáticas, de manera que pasen a formar parte del acervo cultural de la ciudad y provincia y sirva como ejemplo didáctico para su valoración y conservación.
También pretende este Premio un mejor entendimiento de la labor social del Arquitecto en su ejercicio profesional, como pieza fundamental en el proceso edificatorio y urbanístico, así como en la defensa del Patrimonio Arquitectónico.
Al premiarse unas determinadas intervenciones arquitectónicas y urbanísticas ya materializadas en la realidad construida, se reconocen no sólo las virtudes de un Proyecto, sino también la iniciativa y gestión del Promotor y demás intervinientes en la construcción de la obra.
Los Premios pretenden ser un impulso positivo de transformación y distinción.
Esta publicación es pues un merecido reconocimiento de los premiados y una continuada petición de apoyo hacia un modelo profesional específico y de repercusión social, que guía nuestras actuaciones y nuestros esfuerzos.
Felipe S. Romero Pérez, Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba
