Un año más, la Fundación Caballero Bonald, faro en la lejanía -pero de luz firme- del panorama cultural jerezano, organiza su congreso, ya el vigésimo primero, esta vez dedicado al humor en la literatura, ambicioso, sin duda.
La presentación corrió, el miércoles, día 23 por la tarde, a cargo de Elvira Lindo que, en animada charla con Felipe Benítez Reyes, nos presentó su último libro mediante la lectura de fragmentos del mismo ante una sala a reventar, tanto que hubo de ser habilitada una supletoria con una pantalla para seguir la conferencia.
A continuación, la mesa de debate con Juan Bonilla, Benjamín Prado y María Alcantarilla, interesantísima, sobre el tema El humor y las vanguardias.
En la mañana del jueves, 24, apareció Rafael Reig, en uno de los platos fuertes, en mi opinión, del congreso.
Su conferencia, Humor en defensa propia, fue estimulante, enriquecedora y, sobre todo, entretenida. Si pinchas AQUÍ, accederás a su blog, Hotel Kafka, lleno de interés e información varia y sugerente.
La mesa de debate La función del humor en el periodismo fue suspendida y reemplazada por la entrega de los originales que sirvieron para las banderolas expuestas en la Calle Larga y elaboradas por alumnos y profesores de la Escuela de Arte de Jerez, bajo la supervisión de Domingo Martínez, actual Jefe de Departamento de la Escuela y antiguo director de la misma.
El reemplazo fue todo un éxito y los homenajeados se sintieron agradecidos y, por qué no decirlo, emocionados.
Por la tarde, la animada conversación La literatura del Carnaval, con la participación de J.L. García Cossío El Selu, Miguel Ángel García Argüez y Juan José Téllez estuvo llena de momentos de ingenio, también de muchos otros que, al menos a mí, aportaron mucha y muy interesante información sobre el rico e inigualable mundo del carnaval.
Javier Ruibal, a continuación, con su intervención/recital Humor y canción de autor, puso un brillante cierre a la jornada.
El viernes, 25, asistimos a otro de los momentos cumbre para mí del Congreso, la conversación entre Eduardo Mendicutti y Antonio Lucas sobre El humor y su melancolías.
Las frases brillantes, ingeniosas, la cultura desbordante de ambos y la gracia natural y sencilla de Mendicutti hicieron que el tiempo se pasara sin mentir.
La mesa de debate siguiente, La comedia, ayer y hoy, a cargo de José Romera Castillo, Ana Freire López y Javier Huerta Calvo, derrochó erudición y conocimiento y repasó, de manera amena pero académicamente rigurosa la historia del teatro de humor español, desde la edad media a nuestros días.
Otro de los momentos memorables e hilarantes corrió a cargo, para iniciar la jornada de tarde de este último día de congreso, de Hipólito G. Navarro, con su lectura De la risa a la carcajada. Arquitecturas del humor. Sus textos, sus comentarios y sus adendas provocaron por doquier y sin interrupción risas y carcajadas, admiración y aplausos. Para enmarcar.
Antonio Orejudo, un veterano de estos congresos, cerró el del año presente con su conferencia Formas de hacer el humor.
Apoyado en material audiovisual vario, atractivo y muy bien escogido, repasó las, para él, tres formas básicas que el humor ha adoptado en la literatura a lo largo del tiempo, lamentando, a la vez, que, en la actualidad, el humor se vea amenazado por la autocensura, como mal mayor.
Esperamos ya ansiosamente al próximo. Gracias a todos los ponentes y a los organizadores por hacernos disfrutar, un año más, de la luz de ese faro.
Jesús Taranilla