Si existe una asignatura pendiente dentro de la educación obligatoria para los niños y jóvenes en España, esa es la de la educación jurídica. Hoy en día podemos encontrar a cientos de jóvenes en el país que verdaderamente no tienen ningún conocimiento acerca de este tema, sobre todo, porque durante la educación obligatoria, no se toma como un contenido de importancia para los alumnos. 

Del mismo modo que preparamos a nuestros hijos para que tengan nociones básicas de contabilidad, de historia o de lenguaje, también deberíamos enfocar nuestros esfuerzos en que los jóvenes pudiesen salir de la educación obligatoria con ciertos conocimientos sobre educación jurídica, independientemente del camino profesional que luego quiera tomar cada alumnos. 

Un buen ejemplo de esto es la escasa formación jurídica que tienen los propios padres de los jóvenes que hoy en día se encuentran dentro del sistema educativo. A pesar de que las familias deberían contar con un buen asesoramiento, tanto para tomar la decisión de casarse como para, en su caso, divorciarse a través del divorcio express, lo cierto es que este suele ser un trámite bastante engorroso debido, en gran parte, a la falta de información acerca del tema. 

Y, para hablar de la importancia de introducir la educación jurídica como una asignatura dentro de la educación obligatoria, muchos profesionales del sector como el despacho Cebrián Abogados recalcan la importancia de una educación que, al menos, pueda reforzar los conocimientos jurídicos elementales durante los cursos de la ESO.

La formación jurídica, una asignatura pendiente en España

Como bien dispone el artículo 6.1 del Código Civil, “La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento”. Y este punto es realmente preocupante ya que tener una juventud que viva ajena a la legislación nos lleva, sin duda, a que se le reste importancia a elementos esenciales que mantienen el estado de bienestar en nuestra sociedad: el conocimiento del derecho y las relaciones jurídicas. 

En este sentido, es completamente necesario que invirtamos recursos y esfuerzos en comunicar a los más jóvenes sus derechos y obligaciones como ciudadanos para que, cuando sean adultos, conozca de manera real las consecuencias legales de las decisiones que tomen. 

La ignorancia jurídica es, de hecho, el motivo principal por el cual la mayoría de nosotros tomamos decisiones poco acertadas en cualquier ámbito de la vida: desde las relaciones laborales, los contratos de compra venta o cualquier otra aplicación práctica de esta disciplina. 

Sea como sea, está claro que la falta de conocimientos jurídicos nos afecta tanto de manera individual como al conjunto de la sociedad. Normalmente, al no tener estos conocimientos sobre derecho a nuestro alcance, delegamos la toma de decisiones en un abogado profesional al cual, cuando consultamos, poco puede hacer por prevenir una situación y debe, directamente, buscar una solución al problema. 

Cómo se puede introducir la educación jurídica en la educación obligatoria

En el sistema educativo que funciona en la actualidad normalmente se imparten contenidos relacionados con ciertas cuestiones que serán de vital importancia para el buen desarrollo de la vida adulta de los que ahora son niños o jóvenes. En este punto, está claro que nadie duda de la enorme relevancia que tienen los contenidos de matemáticas, lengua o historia para los estudiantes; no obstante, también está claro que en los programas educativos todavía faltan muchos contenidos, como el de la educación jurídica, que también se han demostrado imprescindibles para el futuro de estos jóvenes estudiantes. 

Así, hoy en día contamos con un gran número de personas adultas, formadas con estudios de mayor o menor nivel, que tienen un desconocimiento absoluto acerca de todo lo que rodea el derecho y las relaciones jurídicas. Y, como consecuencia, sus decisiones vitales se ven, en muchos sentidos, condicionadas por la falta de información legal y sobre las consecuencias que puede derivar. 

Por todo esto, es sumamente importante empezar a introducir ciertos valores asociados a unos conocimientos jurídicos básicos, que permitan que estos niños y jóvenes cuenten con un mínimo de información legal relevante para enfrentarse a todo tipo de situaciones y decisiones en las que la formación jurídica tendrá un peso significativo. 

El legado del lenguaje jurídico

Otro de los puntos interesantes a la hora de introducir una asignatura sobre relaciones jurídicas en la educación obligatoria es el acercamiento del lenguaje jurídico a los estudiantes. Normalmente, cuando alguien sin formación jurídica o legal intenta entender un escrito vinculante e importante para su vida, se encuentra con una serie de oraciones, frases y palabras que son de difícil compresión, ya que utilizan en su mayoría el lenguaje jurídico. 

Desde comprar una vivienda o un vehículo hasta alquilar una casa, firmar una hipoteca o un contrato de trabajo o reconocer una deuda, todos ellos son contratos que incluyen cierto lenguaje jurídico. Así, si formamos a los jóvenes en comprender el lenguaje jurídico, tendrán mucho más claro qué están firmando y podrán tomar las decisiones que mejor le convengan. 

La importancia de las relaciones jurídicas

Una de las situaciones que más se repiten en los despachos de abogados es que se recibe constantemente a personas que, por falta de educación jurídica, han llegado a tener todo tipo de problemas legales. 

Uno de los ejemplos más conocidos es el de los divorcios: normalmente, cuando dos personas deciden divorciarse, no tienen mucha más información sobre qué necesitan más allá de la contratación de un abogado. Así, se pueden firmar cesiones o tener problemas con las hipotecas o los bienes gananciales que, con un poco más de eduación jurídica no habrían ocurrido. Por suerte, hoy en día existen despachos de abogados especializados en este tema que lo ponen realmente muy fácil; sin embargo, si ambas partes en un divorcio contasen con educación jurídica, seguro todos los trámites se realizaban de manera más eficiente. 

En definitiva, lo que está claro es que en España falta educación legal. Si queremos acabar con los contratos abusivos, la vulneración de derechos y los problemas legales, será mucho más óptimo para toda la sociedad intentar formar a nuestros jóvenes dentro del marco de la educación obligatoria en un ámbito práctico y realmente decisivo, como lo es la legalidad y las relaciones jurídicas.