El agua es la bebida más saludable para el organismo, de eso no cabe duda, pues las funciones vitales en las que participa son esenciales: colabora en la regulación corporal, transporta los nutrientes hasta las células, interviene en los procesos metabólicos y la digestión de alimentos, y otras muchas tareas clave.
Además, su ingesta es muy necesaria porque el cuerpo humano está compuesto casi en tres cuartas partes de su totalidad por agua, de modo que ha de consumirse a diario y en cantidad suficiente para paliar los procesos de deshidratación.
Al igual de que por el simple hecho de estar vivos consumimos energía y necesitamos más aporte para subsanar esa pérdida, con el agua y el proceso de deshidratación ocurre igual. Otra muestra crucial de lo relevante que es el agua, especialmente en el desarrollo infantil, es que la ausencia del líquido elemento se traduce en irritabilidad, cansancio, falta de concentración y distracciones constantes, hasta apatía en algunos casos.
¿Por qué es importante que los niños beban agua?
El consumo suficiente de agua es importante en cualquier faceta de la vida, pero es especialmente necesaria durante la infancia, ya que los niños necesitan proporcionalmente más cantidad para sus funciones vitales.
Cuando somos pequeños, nuestro organismo encuentra más dificultades para mantener la temperatura corporal y regularla, de ahí que si hace calor, la deshidratación ocurre mucho más rápido.
Por otro lado, los niños tienen más dificultad para detectar señales de alarma como la sequedad en la boca o la sensación de sed. A esto hay que sumar un nivel de actividad más frenético, lo que obliga a una hidratación e ingesta de nutrientes constante.
Los niños actúan como espejo, bebe agua en casa
Con el consumo de agua, tan importante en el día a día, ocurre como con otros hábitos saludables. No podemos esperar de los pequeños que lo practiquen en casa si no encuentran modelos o referentes que hacen lo propio.
Si los adultos toman poca fruta, es muy posible que los niños no sientan apetencia por estos alimentos. Por este motivo, es aconsejable beber mucha agua para conseguir dos objetivos: una mejor salud general y la introducción de los niños en esta práctica. Prueba gratis los dispensadores automáticos de agua mineral natural de Sierra Nevada para disfrutar de una de las aguas más saludables en toda España.
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¿Cuánto agua deben beber los niños?
Las recomendaciones generales indican que los pequeños deben beber entre uno y dos litros de agua al día, según su edad. Si son más pequeños, de menos de tres años, esa cantidad se ajusta más a la horquilla inferior, pero cuando ya se van acercando a la pubertad y superan los diez años, su consumo se puede equiparar al de los adultos, de litro y medio a dos diarios.
Dos litros de agua al día, a priori, puede parecer una cifra muy alta, difícil de cumplir, pero se puede conseguir mediante pequeños trucos y consejos. Para comprobarlo, visita estos trucos para beber más agua al día.
Con solo incluir este tipo de líquido como bebida en cada comida del día ya conseguimos un aporte interesante, cercano a un litro. Si a esto le añadimos beber un poco de agua al levantarnos o usar una botella o una cantimplora que nos acompañe durante el día con el fin de tener el estímulo de beber a menudo, ya alcanzaremos la cifra recomendable.
El consumo de agua es básico para el desarrollo infantil, pero también es muy importante acudir a otras vías de hidratación. El agua es también parte fundamental de muchos alimentos, como las frutas y verduras. Así, la tónica perfecta es beber agua suficiente, de uno a dos litros diarios, y mantener una dieta cuya base sean las frutas y verduras.
¿Cuáles son las consecuencias de no beber suficiente agua?
Cuando no se bebe agua, aparecen de manera casi inmediata los problemas de deshidratación, pero también ocurren otras situaciones. Los pequeños acaban bebiendo otras bebidas para paliar su sensación de sed, y si esas bebidas no son adecuadas, como las azucaradas, carbonatadas y muy calóricas, por ejemplo, el resultado es un empeoramiento de la salud dental y el sobrepeso.
No existe bebida más saludable que el agua, tanto para niños como para adultos. E incluso los zumos de frutas, que a priori podría parecer más interesante por su contenido en nutrientes esenciales, como vitaminas, también hay que valorar su ingesta, pues el consumo de fruta entera siempre será mejor que en forma dejugos.
El uso de dispensadores automáticos de agua de Andalucía, de Sierra Nevada, es también una forma atractiva para que los pequeños se inicien en este hábito tan saludable. La forma es a veces casi tan importante como el fondo, de ahí la importancia de dar ejemplo también como adultos.
