EL CEIP Manolo Garvayo pone en marcha “el juego de la serpiente”

En el CEIP Manolo Garvayo se intenta buscar la mejora de la convivencia en todos los ámbitos de la vida del centro y un foco de conflicto es cada mañana la llegada de multitud de coches a las puertas del centro a dejar al alumnado. Se forman dobles filas que bloquean la calle afectando no solo a las familias del centro sino a otros usuarios que circulan por la zona a esas horas. Pitadas, enfados, insultos e incluso alguna vez agresiones físicas están presentes casi cada día dando un ejemplo detestable al alumnado y enrareciendo el clima de convivencia.

Por otro lado, el centro tiene una alta preocupación por inculcar en el alumnado prácticas de vida saludable y de respeto al medio ambiente y cada año realizan multitud de actividades de salud y educación medioambiental entre las que han incluido en años anteriores la promoción de la movilidad sostenible con el programa “Paseando al cole”.

Este año desde la Dirección General de Trafico se les propuso poner en marcha “El juego de la serpiente”. Se trata de una campaña para promover entre las familias la movilidad sostenible en los desplazamientos para llegar al colegio cada día. Básicamente, el juego consta de tres etapas: una medición del número de alumnos y alumnas que acuden al centro en transporte sostenible (andando, en bici, transporte público o compartido) y calcular un objetivo de mejora de un 20%.

A continuación, se inicia el juego en el que durante dos semanas se le propone al alumnado y a las familias el reto. Cada día se entrega un punto a cada alumno que utilice el transporte sostenible. Esos puntos se pegan en “escamas” hasta completar el número que han decidido según el objetivo que se pretende. Las “escamas” completas se pegan en un mural de una serpiente gigante que se irá recubriendo a lo largo de las dos semanas. En su caso cada escama debía tener 17 puntos para cubrir el objetivo de mejora del 20%. Su serpiente se ha cubierto de escamas en estas dos semanas con la participación de todo el alumnado del centro desde infantil hasta sexto. Han sobrepasado este 20% por la ilusión de los niños y la colaboración de las familias. El clima en la calle ha mejorado al reducirse el número de usuarios de coche y han descansado de pitadas y enfados en la puerta cada mañana.

Hoy además han organizado dos grupos para ir al colegio, uno en bicicleta con la colaboración de la asociación “Ruedas redondas” y otro, supervisado por maestros y familiares, para acudir andando desde un punto céntrico de la barriada de la que más alumnado recibe el centro. Pretenden seguir haciéndolo cada jueves hasta final de curso para afianzar el hábito en las familias.

Les queda el tercer paso del juego. Dentro de dos semanas volverán a hacer la medición para ver si el aumento conseguido se mantiene en el tiempo. Esperan que sea un éxito. Habrán conseguido mejorar la convivencia, crear hábitos de vida saludable y proteger el medio ambiente. Y si no, nos comentan que seguirán trabajando en ello. ¡Enhorabuena por la iniciativa!

 

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EL CEIP Manolo Garvayo pone en marcha “el juego de la serpiente”

En el CEIP Manolo Garvayo se intenta buscar la mejora de la convivencia en todos los ámbitos de la vida del centro y un foco de conflicto es cada mañana la llegada de multitud de coches a las puertas del centro a dejar al alumnado. Se forman dobles filas que bloquean la calle afectando no solo a las familias del centro sino a otros usuarios que circulan por la zona a esas horas. Pitadas, enfados, insultos e incluso alguna vez agresiones físicas están presentes casi cada día dando un ejemplo detestable al alumnado y enrareciendo el clima de convivencia.

Por otro lado, el centro tiene una alta preocupación por inculcar en el alumnado prácticas de vida saludable y de respeto al medio ambiente y cada año realizan multitud de actividades de salud y educación medioambiental entre las que han incluido en años anteriores la promoción de la movilidad sostenible con el programa “Paseando al cole”.

Este año desde la Dirección General de Trafico se les propuso poner en marcha “El juego de la serpiente”. Se trata de una campaña para promover entre las familias la movilidad sostenible en los desplazamientos para llegar al colegio cada día. Básicamente, el juego consta de tres etapas: una medición del número de alumnos y alumnas que acuden al centro en transporte sostenible (andando, en bici, transporte público o compartido) y calcular un objetivo de mejora de un 20%.

A continuación, se inicia el juego en el que durante dos semanas se le propone al alumnado y a las familias el reto. Cada día se entrega un punto a cada alumno que utilice el transporte sostenible. Esos puntos se pegan en “escamas” hasta completar el número que han decidido según el objetivo que se pretende. Las “escamas” completas se pegan en un mural de una serpiente gigante que se irá recubriendo a lo largo de las dos semanas. En su caso cada escama debía tener 17 puntos para cubrir el objetivo de mejora del 20%. Su serpiente se ha cubierto de escamas en estas dos semanas con la participación de todo el alumnado del centro desde infantil hasta sexto. Han sobrepasado este 20% por la ilusión de los niños y la colaboración de las familias. El clima en la calle ha mejorado al reducirse el número de usuarios de coche y han descansado de pitadas y enfados en la puerta cada mañana.

Hoy además han organizado dos grupos para ir al colegio, uno en bicicleta con la colaboración de la asociación “Ruedas redondas” y otro, supervisado por maestros y familiares, para acudir andando desde un punto céntrico de la barriada de la que más alumnado recibe el centro. Pretenden seguir haciéndolo cada jueves hasta final de curso para afianzar el hábito en las familias.

Les queda el tercer paso del juego. Dentro de dos semanas volverán a hacer la medición para ver si el aumento conseguido se mantiene en el tiempo. Esperan que sea un éxito. Habrán conseguido mejorar la convivencia, crear hábitos de vida saludable y proteger el medio ambiente. Y si no, nos comentan que seguirán trabajando en ello. ¡Enhorabuena por la iniciativa!

 

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En el CEIP Manolo Garvayo se intenta buscar la mejora de la convivencia en todos los ámbitos de la vida del centro y un foco de conflicto es cada mañana la llegada de multitud de coches a las puertas del centro a dejar al alumnado. Se forman dobles filas que bloquean la calle afectando no solo a las familias del centro sino a otros usuarios que circulan por la zona a esas horas. Pitadas, enfados, insultos e incluso alguna vez agresiones físicas están presentes casi cada día dando un ejemplo detestable al alumnado y enrareciendo el clima de convivencia.

Por otro lado, el centro tiene una alta preocupación por inculcar en el alumnado prácticas de vida saludable y de respeto al medio ambiente y cada año realizan multitud de actividades de salud y educación medioambiental entre las que han incluido en años anteriores la promoción de la movilidad sostenible con el programa “Paseando al cole”.

Este año desde la Dirección General de Trafico se les propuso poner en marcha “El juego de la serpiente”. Se trata de una campaña para promover entre las familias la movilidad sostenible en los desplazamientos para llegar al colegio cada día. Básicamente, el juego consta de tres etapas: una medición del número de alumnos y alumnas que acuden al centro en transporte sostenible (andando, en bici, transporte público o compartido) y calcular un objetivo de mejora de un 20%.

A continuación, se inicia el juego en el que durante dos semanas se le propone al alumnado y a las familias el reto. Cada día se entrega un punto a cada alumno que utilice el transporte sostenible. Esos puntos se pegan en “escamas” hasta completar el número que han decidido según el objetivo que se pretende. Las “escamas” completas se pegan en un mural de una serpiente gigante que se irá recubriendo a lo largo de las dos semanas. En su caso cada escama debía tener 17 puntos para cubrir el objetivo de mejora del 20%. Su serpiente se ha cubierto de escamas en estas dos semanas con la participación de todo el alumnado del centro desde infantil hasta sexto. Han sobrepasado este 20% por la ilusión de los niños y la colaboración de las familias. El clima en la calle ha mejorado al reducirse el número de usuarios de coche y han descansado de pitadas y enfados en la puerta cada mañana.

Hoy además han organizado dos grupos para ir al colegio, uno en bicicleta con la colaboración de la asociación “Ruedas redondas” y otro, supervisado por maestros y familiares, para acudir andando desde un punto céntrico de la barriada de la que más alumnado recibe el centro. Pretenden seguir haciéndolo cada jueves hasta final de curso para afianzar el hábito en las familias.

Les queda el tercer paso del juego. Dentro de dos semanas volverán a hacer la medición para ver si el aumento conseguido se mantiene en el tiempo. Esperan que sea un éxito. Habrán conseguido mejorar la convivencia, crear hábitos de vida saludable y proteger el medio ambiente. Y si no, nos comentan que seguirán trabajando en ello. ¡Enhorabuena por la iniciativa!

 

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