La manera más directa de evitar los riesgos en el uso de Internet es la prevención. Dos son los principios básicos que deberemos tener en cuenta:
Las familias han de confiar en los centros y en los docentes e informar a los tutores y tutoras de las incidencias que les parezcan sospechosas. Los padres y las madres han de confiar también en sus hijos e hijas, propiciando un ambiente familiar de comunicación confianza y libertad, utilizando conjuntamente Internet, hablando de ello, no culpabilizando siempre a los menores o no convirtiendo Internet en una nueva niñera, con la que tener a nuestros hijos e hijas ocupados.
ALGUNOS RIESGOS Y ALGUNAS SOLUCIONES
Con Internet podemos comunicarnos, estudiar, divertirnos o recopilar información sobre cualquier tema imaginable. Pero Internet tiene también sus riesgos y la educación de nuestros hijos e hijas en un uso seguro y educativo de Internet, es también responsabilidad de las familias.
Hay que empezar diciendo que los riesgos constituyen una parte mínima de lo mucho que Internet nos ofrece y no está justificado adoptar una posición alarmista, pero sí será recomendable adoptar determinadas precauciones, ante algunas situaciones sociales con las que los jóvenes pueden encontrarse en el uso de Internet:
1. La pérdida de la privacidad.
Se produce cuando proporcionamos, a través de Internet, información sobre nuestra vida personal para poder entrar en determinados espacios comunes o para la utilización «gratuita» de servicios. Muchas páginas solicitan datos personales para un uso fraudulento de los mismos.
¿Qué medidas adoptar?.
No use siempre el mismo nombre de usuario y contraseña en todos los servicios que utilice.
No proporcione, por principio, datos personales como nombre, dirección, número de DNI, número de teléfono o fotografías suyas o de su familia.
2. El phishing.
Es el intento de adquirir fraudulentamente información de una persona, como la identidad y código secreto de una tarjeta electrónica o del acceso a los datos bancarios.
Actúa a través de la recepción de un correo electrónico en el que en nombre de una entidad bancaria se pide al usuario esta información. El mensaje suele imitar con bastante exactitud la imagen habitual de la entidad.
¿Qué medidas adoptar?.
No proporcione nunca información sobre su cuenta bancaria, su identidad o el código de acceso.
Informe a su entidad bancaria de la recepción de cualquier correo sospechoso.
3. El correo masivo (spam) y los virus.
El correo masivo consiste en la recepción de una gran cantidad de correo electrónico no solicitado, que invade y puede incluso bloquear las cuentas que utilizamos. Los virus también los denominados «gusanos y troyanos»- causan serios problemas a nuestro ordenador: borrando información, tomando el control del mismo, adquiriendo información sensible, etc.
¿Qué medidas adoptar?.
Utilice algún programa de protección contra virus informáticos, y manténgalo actualizado.
Utilice los sistemas anti-spam de su proveedor de Internet o del programa de correo electrónico.
No abra nunca archivos adjuntos de un correo desconocido y borre el que no le parezca conocido.
4. Las compras por Internet.
Internet es, igual que sucede con otros medios de comunicación, un terreno dominado por la propaganda comercial igual que la T.V.
Muchas páginas que parecen orientadas a la «educación o el entretenimiento» contienen gran cantidad de anuncios de productos o servicios no siempre necesarios ni beneficiosos. Por otra parte es cierto que la compra «on-line» en algunas empresas es muy segura, pero comprar en Internet no es siempre seguro.
¿Qué medidas adoptar?.
Haga saber a sus hijos o hijas que no están autorizados a comprar por Internet, sin su permiso y consentimiento.
Cuando vaya a comprar asegúrese que la empresa utiliza un «protocolo seguro» (compruebe que la dirección de Internet comienza con «http://» y que en la parte baja de la página web aparece un candado cerrado).
No facilite sus datos personales y bancarios si no está seguro de la «fiabilidad» de la empresa en la que compra.
5. Los juegos de azar.
Aunque no todos los proveedores son fraudulentos, conviene evitar el acceso a menores a dichas páginas.
¿Qué medidas adoptar?.
La mejor manera para evitar que sus hijos e hijas quieran utilizar juegos de azar es que usted no juegue a ellos ni en el mundo real ni en el virtual.
Evite aquellas páginas en las que se anuncia un casino u otro juego de azar.
6. Acoso on-line.
Se produce cuando se acosa a un niño o niña a través de Internet, un programa de mensajería instantánea o por correo electrónico.
Suele ser una continuación del acoso escolar, pero utilizando otros medios y no podemos subestimar los problemas que el acoso causa.
¿Qué medidas adoptar?.
No permita que sus hijos o hijas envíen mensajes o e-mails de acoso a otros niños o niñas; han de comprender que el acoso provoca muy serios perjuicios.
Si sus hijos son objeto del acoso de compañeros y compañeras de la escuela, hable con el tutor o tutora.
7. Los contactos a través de Internet.
Existe el riesgo de que personas con intereses ocultos puedan establecer alguna vía de contacto con sus hijos e hijas, generalmente por mediación de algún sistema Chat, sin que el menor sea consciente de ello.
¿Qué medidas adoptar?.
Inscríbase y participe en los mismos chats que sus hijos para conocer qué se dice y de qué tratan.
Debería hacerles entender y aceptar a sus hijos e hijas que no pueden proporcionar información personal (fotografías, nombre, número de teléfono, dirección, etc.) a nadie en un Chat o en Internet, sin su previo conocimiento.
Nunca un menor puede encontrarse en persona con alguien que sólo conoce online, sin su conocimiento o presencia.
8. Los propios contenidos de Internet.
Se trata de un riesgo que no suele ser tan conocido como los anteriores. Podemos encontrar páginas desde las que se incita a la anorexia y a la bulimia, otras que nos ofrecen contenidos racistas, xenófobos, pornográficos o aquellas otras en las que determinadas sectas pretender reclutar a nuevos miembros.
¿Qué medidas adoptar?
Elabore un código de uso de Internet para toda la familia, con el tiempo de uso permitido y tipo de información a la que se puede acceder.
Instale en el ordenador algún sistema de filtro que limite el acceso a páginas con información pornográfica.
Utilice sistemas de búsqueda en Internet especialmente orientados a menores como por ejemplo: http://yahooligans.yahoo.com/
Si se accede a alguna página pornográfica, hable sobre la misma con el menor en lugar de ocultarla o culpabilizarle.
Compruebe el historial del navegador de sus hijos y hable con ellos si encuentra páginas de estos tipos.
Solicite información sobre sitios de Internet con contenidos interesantes para la formación y educación de sus hijos e hijas y visítelos con ellos.
Si alguna vez encuentra sitios con contenidos como los mencionados, conviértalos en motivo de reflexión, ddiscusión y debate con sus hijos e hijas.