Actividades 25 noviembre Día Internacional contra la Violencia de Género

 

Este jueves día  25 de noviembre llevaremos a cabo las actividades para trabajar la violencia de género. Consistirán en la visualización de un cortometraje realizado por el alumnado de psicología y un documento relacionado con la exposición del vestíbulo.

 

DOCUMENTO PARA TRABAJAR LA EXPOSICIÓN ¿QUÉ LLEVABAS PUESTO?

La exposición,  preparada por el Plan de Igualdad con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género  y , que podemos encontrar en el vestíbulo de nuestro centro, ha sido inspirada por otra exposición originada en Estados Unidos, en concreto en la Universidad de Arkansas en 2013. Un equipo de la citada universidad, recopiló las vivencias de estudiantes que habían sufrido agresiones sexuales y a la vez se inspiró en un poema de la Dra. Mary Simmerling, titulado ‘What I Was Wearing’.

La pregunta que da título a la exposición, se le suele hacer a víctimas de violación o agresión sexual. La realizan tanto las personas cercanas a la víctima, amistades, jefes… como las autoridades policiales y judiciales. Además de ser común, su simple formulación responsabiliza a las víctimas, en parte, de la agresión sufrida, cuando ni la víctima ni su ropa son culpables.  El culpable es el agresor. «Ojalá acabar con las violaciones fuera tan simple como cambiar la ropa que llevamos«, afirmó en una entrevista la creadora de la exposición.

El prejuicio que sostiene esta pregunta es un estereotipo propio de la cultura de la violación que viene a decir que la ropa que usan  las mujeres incita a violar. Este prejuicio aparece reflejado en multitud de sentencias judiciales. Como ejemplos podemos destacar los siguientes: en la audiencia de LLeida, en 1.989 se produjo una sentencia vergonzosa que decía en uno de sus párrafos “pudo provocar, si acaso inocentemente a su agresor, a causa de su vestimenta”; en 2004 un juzgado de Barcelona absolvió a un agresor por considerar que “ no existía evidencia de malos tratos y por el aspecto de su mujer”; en Irlanda, en 2018,  un hombre fue exonerado, después de haber violado a una chica de 17 años,   y una  parte del argumento  de la defensa fue que “ la chica llevaba puesto un tanga de encaje” .

Con  la exposición del vestíbulo y el cortometraje realizado por el alumnado de la asignatura de Psicología, pretendemos conseguir varios objetivos. El primero es  el de promover la conciencia sobre la violencia sexual . 

Según  la Agencia de Estadística Europea, Eurostat, en 2015 se registraron 80.000 violaciones y 215.000 agresiones sexuales solo en los países de la Unión Europea (UE).

Los datos de Amnistía Internacional (AI), aseguran que una de cada cinco mujeres en el mundo será violada en algún momento,  a lo largo de su vida. 

En cuanto a España y según datos del Ministerio del Interior referentes a los tres primeros trimestres del 2021, el número de delitos contra la libertad sexual fue de 12.638, de los cuales 1.226 fueron agresiones sexuales con penetración  y el resto, 11.037, delitos contra la libertad e indemnidad sexual. Los datos indican que el aumento global de delitos sexuales con respecto a 2019 ha sido de un 9,2%. Y la situación se agrava al constatar que sólo el 8% de las agresiones sexuales fuera de la pareja son denunciadas. Uno de los motivos del silencio es el miedo de las mujeres a ser juzgadas y culpabilizadas. 

Lo expuesto evidencia que, durante los últimos 9 meses,  se han producido en España dos agresiones o abusos sexuales cada hora.

Nuestro segundo objetivo consiste en analizar y desmontar el prejuicio que, como acabamos de decir, encierra la pregunta: “What I Was Wearing?” y combatir la supuesta culpabilidad de las víctimas, rompiendo así el falso mito de que una agresión sexual no se produce si cambiamos la forma en que vestimos. 

El trabajo muestra que no existe un prototipo de mujer más propenso a sufrir una violación,  ya que estas  se producen en cualquier ámbito, incluso en el de la pareja,  a cualquier edad y con cualquier vestimenta. 

En las imágenes de la  exposición no aparece  la misma ropa que llevaban las mujeres cuando fueron violadas, sino ropa que coincide con el testimonio de la víctima sobre lo que llevaba puesto, así como una explicación de lo que sintieron.

Hay imágenes de ropa muy diversa. De mujeres, de niñas. Las prendas que se muestran son de lo más cotidiano: desde pijamas hasta trajes de baño, pasando por ropa deportiva, una chilaba o un traje de policía. También encontramos una prenda masculina. 

En este último caso, la pregunta que se le hacía al hombre agredido sexualmente era: “¿eres homosexual?”, pero nunca preguntaban sobre la ropa que llevaba. Las violaciones a hombres son perpetradas por otros hombres. 

Según la última estadística publicada por el Ministerio del Interior español en 2017, si diferenciamos por sexos, el 8,4% de las víctimas de violacion son hombres frente al 91,6 % de las  mujeres.

Nuestra exposición es interactiva: visitala, descubre y aprende.

Y después de esto, ¿a qué conclusiones llegas?