Os presentamos una magnífica propuesta para trabajar la psicomotricidad (especialmente la psicomotricidad fina) de nuestro alumnado. Por parejas, y utilizando únicamente la punta de un dedo, nuestro alumnado debe de ejercer la fuerza de presión necesaria para sostener un ladrillo en posición horizontal.
Ejemplos de variantes:
Incrementar la dificultad aumentando el número de ladrillos.
Realizar el ejercicio de forma individual (cada alumno utiliza un dedo de cada una de sus manos).
Original, creativa y didáctica actividad que pone a los chavales y chavalas en la necesidad de poner en marcha las Funciones Ejecutivas de una forma atractiva y lúdica.