Transformando los espacios educativos
Transformando los espacios educativos
Tenemos la terrible sensación de que seguimos formando al alumnado en escuelas organizadas con estructuras del pasado. La sociedad ha cambiado, pero continuamos formando y aprendiendo en espacios que se idearon durante la Revolución Industrial y que ahora ya están anticuados. Debemos realizar un cambio en nuestra forma de enseñar y aprender y esto pasa también necesariamente por adaptar nuestros espacios educativos, para favorecer el uso de la tecnología y las metodologías activas en el aula. Para ello será necesario realizar una transformación de nuestros espacios educativos que favorezcan la creatividad, el trabajo colaborativo y la interacción con los dispositivos tecnológicos, lo que ayudará a mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje.
En el siguiente documento os presentamos varias propuestas de transformación de espacios, en los que el proyecto El Aula del Futuro cobra una especial relevancia por su relación con las tecnologías educativas. En un primer apartado, se realiza una aproximación bibliográfica a la transformación de espacios educativos. En la segunda parte se analiza de forma más detenida los elementos que deberemos tener en cuenta en relación con las tecnologías. En un tercer apartado se describe de forma más detenida el Aula del Futuro y cada una de las dimensiones que hacen de este proyecto un espacio singular: las zonas de aprendizaje y su mobiliario, los recursos tecnológicos y pedagógicos que presenta y cómo favorece el desarrollo de las metodologías activas. Finalmente, se ofrece una reflexión acerca del funcionamiento de estos espacios y una síntesis con las ideas clave a tener en cuenta a la hora de realizar este proceso de transformación.
Autor:
Francisco Javier Masero Suárez.
Profesor de E.Física. Asesor de Tecnologías Educativas del CPR de Zafra (Badajoz, Extremadura). Master en Educación y TIC. Code Week Leading Teacher. Miembro de ApS Extremadura.
Lourdes
05/05/2024 @ 12:56 am
Yo creo que la transformación de los espacios en el aula implica crear entornos flexibles que fomenten la participación activa, la colaboración y el pensamiento crítico. Esto se logra mediante la disposición de mobiliario adaptable, el uso de recursos diversos y actualizados, y un enfoque pedagógico centrado en la guía y el acompañamiento del docente. Es crucial promover la autonomía y la autorregulación en los estudiantes para que desarrollen habilidades de pensamiento crítico y metacognición.
En resumen, la clave está en crear entornos dinámicos que estimulen el aprendizaje significativo y la innovación.