COMUNIDADES DE APRENDIZAJE

¿QUÉ ES?

Nuestro centro es comunidades de aprendizaje.

Es un proyecto basado en un conjunto de Actuaciones Educativas de Éxito, dirigidas a la transformación social y educativa de la comunidad. Es un proyecto que comienza en la escuela, pero que integra todo lo que está a su alrededor.

A partir del Aprendizaje Dialógico, de la Participación Educativa de la Comunidad y de Prácticas Inclusiva, queremos atingir una educación de éxito para todos los niños y jóvenes que logre, al mismo tiempo, eficiencia, equidad y cohesión social.

Combinando ciencia y utopía, el proyecto busca una mejora relevante en el aprendizaje escolar de todos los alumnos, en todos los niveles y, también, el desarrollo de una mejor convivencia y de actitudes solidarias.

NUESTROS OBJETIVOS

Los objetivos generales de este proyecto están relacionados con las propuestas de mejora que acaban de identificarse tras el análisis de partida. A su vez, se relaciona con el proyecto educativo del centro y el proyecto de dirección actual.
Mediante la puesta en marcha del centro como Comunidades de Aprendizaje se pretenden alcanzar los siguientes objetivos

  1. Obtener un adecuado nivel en los resultados de aprendizaje del alumnado. Lo fundamental de este proyecto es conseguir que todos los niños y niñas de nuestro centro
    desarrollen al máximo sus capacidades. Ante el análisis de resultados de las distintas evaluaciones, internas y externas, se hace imprescindible intervenir. Mediante la coordinación de docentes y voluntariado e implementando prácticas de éxito educativo (Grupos interactivos, tertulias dialógicas…). El objetivo es potenciar al máximo las capacidades y talentos de todo el alumnado.
  2. Mejorar las relaciones interpersonales y el clima de convivencia. El modelo comunitario de prevención y resolución de conflictos propone acordar las normas con todos los agentes, de forma que toda la comunidad se comprometa en su seguimiento. Es clave compartir un mínimo de normas que se puedan aplicar tanto dentro como fuera del centro. Pero para ello es necesario el acuerdo con las familias y que éstas no las vivan como algo que impone la escuela. Las normas a acordar deben basarse en unos principios básicos que todas las personas podamos compartir, de manera que se basen en lo que nos une, en vez de en lo que nos diferencia. En este trabajo el proceso es importante porque se crean diferentes foros de diálogo donde se van abordando conflictos y esto produce transformaciones. Las normas acordadas, desde el modelo
    dialógico de resolución de conflicto, ayudan a recuperar el respeto, mayor cuanto más tipo de agentes participen, incluyendo al alumnado.
  3. Afianzar la formación permanente del profesorado. Mediante las propuestas teóricas y metodológicas de las comunidades de aprendizaje, concretamente mediante las tertulias pedagógicas como marco de referencia para entender y abordar la formación del profesorado y la mejora de la educación.
  4. Incrementar el nivel de participación de los sectores sociales y del entorno del centro. La participación y colaboración de toda la comunidad educativa es esencial para mejorar el rendimiento académico y para afianzar la visión global de la educación en comunidad. La participación de los familiares en la vida escolar y en la toma de decisiones en todo lo que incumbe a la educación de sus hijos e hijas es uno de los pilares del proyecto. El acercamiento de las familias a la escuela transforma el sentido que se le da a la educación y además consigue unificar el mensaje que se le transmite a los niños y niñas tanto desde la escuela como en la familia. 
  5. Mejorar el entorno incrementando el grado de implicación en la educación de toda la comunidad. El desarrollo de este proyecto supone transformar el entorno. La relación tradicional de la escuela con las personas de su entorno, que solían adoptar una actitud pasiva para la recepción de un servicio público, es sustituida por una interacción mucho más estrecha y activa, en que familiares, profesorado, alumnado y toda la comunidad cambian radicalmente su comportamiento y se erigen en
    protagonistas de la educación en todas sus dimensiones. Cuando las barreras entre la escuela y su entorno desaparezcan para conformar una comunidad de
    aprendizaje, el contexto en toda su globalidad cambia radicalmente. Y lo hace, sobre todo, por la participación activa de todos los miembros que la componen, convertidos en agentes educativos capaces de dar respuesta a las demandas que plantea hoy la sociedad de la información. La escuela o el profesorado, de forma aislada, difícilmente podrían afrontar con éxito esta tarea.
  6. Educar en y para la democracia. Esta función democratizadora cruza transversalmente y compromete todos y cada uno de los procesos escolares, incluyendo el sistema de relaciones que en ella se teje, los procesos curriculares que se implementan y las estructuras de poder institucionales. Requiere de la validación de los
    significados de los actos y prácticas que en ella se experimentan y convoca a alumnos, profesores y administrativos a participar solidaria y colaborando en la tarea de construir un orden social democrático.

La escuela puede cumplir esta función a través de la organización e implementación de prácticas educativas que fomenten procesos deliberativos y la participación activa conducente al desarrollo integral de los estudiantes y al cultivo de los valores democráticos. En este contexto, el escuchar y fomentar la expresión de sus voces estudiantiles es importante e imprescindible dado que los son los actores y protagonistas centrales de este proceso y la calidad de sus experiencias escolares constituye un aspecto clave de su formación integral.

 

Puedes saber más acerca de nuestro proyecto accediendo al mismo en el siguiente link.

Proyecto Guliena cda

 

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