Un día, uno de nuestros alumnos fue a hablar y…no le salió la voz.

Como quien no quiere la cosa, nos disponíamos a realizar una actividad común como es la de hablar en público, para expresar nuestras ideas y opiniones acerca de temas normales: el tiempo, decisiones del día y ocurrencias y experiencias personales.

Nos dimos cuenta de la imposibilidad de expresar lo que realmente se pensaba, de cómo el alumnado que teníamos en nuestras manos abrazaba palabras “políticamente correctas” y ocultaban a duras penas su propia forma de ver las cosas.

Comentamos la necesidad de quitarles el esparadrapo de la boca a estos niños y niñas y se nos ocurrió empezar utilizando una técnica para contar historias denominada KAMISHIBAI.

La técnica es algo parecida a nuestros romances. Lo que nos decantó hacia el kamishibai fue la posibilidad de no usar el poema, por ahora, ya que nuestro objetivo fundamental era que se expresasen ideas en forma de cuento de la manera más libre posible y escribir poemas no nos daba esa libertad inicial que necesitábamos.

Además, la forma de contar la historia se adecuaba a los recursos que teníamos: disponemos de pizarras digitales y en este caso nos iban a venir muy bien.

Total, que iniciamos el trabajo y aquí explicamos las fases del mismo:

 

1º Creación de las historias y cuentos.

La única norma era que tenían que ser cuentos, fábulas o un texto que pudieran presentarse a distintos grupos de niños y niñas (acabábamos de ver las fábulas en clase y eso se nota en el trabajo final).

Los agrupamos de cuatro en cuatro para que la tarea y el diálogo se iniciaran fácilmente y hubo de todo: momentos de silencios sepulcrales y de descontrol creativo.

Todas sus historias, totalmente originales, se corrigieron tanto de ortografía como de estilo (bueno, someramente). Y con estas pasamos a la segunda fase.

2º Elección de momentos a representar y recreación gráfica.

 

Distribuyeron ellos y ellas mismas los distintos momentos “importantes” de las historias a representar y limitamos las imágenes a cuatro o como mucho cinco.

Escribieron en forma de lista las imágenes que querían resaltar de su historia (vino muy bien para trabajar las ideas principales y secundarias), y una vez todos y todas de acuerdo comenzamos a trabajar.

Usamos de materiales todo lo que teníamos pero el formato de los dibujos debía ser A4 porque posteriormente nos íbamos a encontrar problemas con la digitalización si la imagen era más grande.  Nuestra idea, como ya hemos dicho, era representar el kamishibai en las pizarras digitales y para ello teníamos que escanear las imágenes de sus dibujos y organizarlas en una “presentación”.

Tardamos varias tizas, lápices de cera blanda, dura, acuarelas, enfados, acuerdos y negociaciones… Tras varios intentos salieron imágenes preciosas como la de la página anterior.

 

3º Ensayos.

Prometimos representar el Kamishibai a los de Educación Infantil y ya íbamos tarde. Nos pusimos a ensayar y a estudiarnos el cuento enseguida que terminamos de representarlo con las imágenes.

Aquí es donde se notaba realmente ese freno que llevan incorporado: nervios, tensiones y alguna que otra lágrima. ¡Ah!, descubrimos lo que era el pánico escénico y entre todos y todas ayudamos a trabajarlo con consejos, abrazos y palabras de apoyo.

No era difícil su memorización porque la historia había salido de ellos mismos. Lo difícil era superar la rigidez  y modular las voces. A veces parecía que escuchábamos máquinas o robots. Lo ensayamos poco…pero lo hablamos mucho.

4º Representación.

El día de la presentación de las historias vinimos vestidos de guapos y guapas, era un día importante. A alguno que otro le dolía la barriga de los nervios que estaba pasando.

Bajamos a las aulas de Infantil en silencio…cuando siempre lo hacemos montando jaleo. Cuando llegamos nos colocamos en una esquinita como queriendo escondernos. Los niños y niñas de infantil son muy agradecidos y nos dedicaban palabras de apoyo y cariño.

A veces alguno se trababa pero habíamos ensayado lo de “apuntar” al compañero o compañera, así que no pasó nada…nada salvo que la presentación de las imágenes no corría como debía. En fin, que al final nos llevamos numerosos aplausos y conseguimos terminar bien nuestras historias. Prometimos volver pronto con más historias.

5º Digitalización total.

Faltaba la última fase, grabar nuestras voces contando la historia y montar la presentación. Aunque nuestros alumnos y alumnas son nativos digitales, hay cosas que aún no saben hacer solos…así que, micrófono en mano, grabamos el audio por un lado y usamos las imágenes digitalizadas por otro. Menos mal que sabemos hacer presentaciones (aunque salgan regulares), sólo nos quedó agregar el audio y ya lo teníamos medio conseguido. El audio no es muy bueno porque nos pegábamos el micro a la boca…pero se entiende bastante bien.

6º Evaluación.

 

Tenemos que decir que esta experiencia nos ha servido a todos y todas para distintas cosas, como no queremos que se nos olvide nada, vamos a presentar nuestras conclusiones en forma de lista:

• Hemos aprendido a organizar el trabajo. Tenemos que aclarar que el concepto de “tener poco tiempo” está reñido con la creatividad, por lo menos en nuestro caso. Es toda una proeza centrarse sólo en una cosa cuando se nos ocurren millones y no decir cuando el tiempo se nos echa encima.

• Ser discretos…parece una tontería, pero nos habíamos acostumbrado a “apuntar” dándonos mucha importancia, como diciendo que nosotros sabíamos mucho y el/la “apuntado/a” no.

• Hemos conocido algunas funciones de un procesador de texto. Nos ha encantado poner las letras de colores y cambiar los fondos…claro, luego decimos que el tiempo se nos echa encima…😉¡pero si estamos aprendiendo!

• El trabajo en equipo y además colaborativo ha sido un gran reto. Eso de que una para todos y todos para una nos ha costado entenderlo…con lo fácil que es distribuirse papeles dentro de un grupo: tú el que pinta, yo mando, tú te inventas la historia…

• La paciencia: de la maestra sobre todo. Mira que hemos arreglado conflictos…

• Nuestras creaciones son tesoros. No sabemos porqué, se había instaurado un clima de desconfianza hacia las producciones propias y nos ha costado ser críticos y constructivos con nuestro propio trabajo. Qué de borradores válidos han ido a la basura por esta causa…

AGRADECIMIENTOS A TODA LA CLASE DE TERCERO DE EDUCACIÓN PRIMARIA DEL CEIP “HERMANOS ARELLANO” (Galaroza, Huelva).

 

Aquí os dejamos el resultado para que lo disfrutéis:

YasMirJav	CarIsNatSan
JoMiSu	BerRoCar