Los pimientos renacen.
Los puerros siguen su curso.
Las habas empiezan a salir.
Se atisban los brotes de cebolla en semillero.
La naturaleza se empieza a abrir paso en nuestro huerto.
Niñas y niños lo cuidan y riegan con esmero,
con la ayuda y cuidados de Pepa, nuestra seño,
y Manuel, que tampoco descuida su riego.