La fecha para celebrar este Día Mundial contra el Cáncer de Mama la estableció la Organización Mundial de la Salud (OMS), para ayudar a la visibilidad de la enfermedad.
En cuanto al lazo rosa, la primera vez que se utilizó fue en 1991, cuando la Fundación Susan G. Komen se los dio a los participantes de una carrera en Nueva York.
Según explica la AECC, «el cáncer de mama es el tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula mamaria».
Además, explican que «los tumores malignos se caracterizan por tener un crecimiento descontrolado y extenderse en los tejidos», que están formados por células que han acumulado mutaciones genéticas, «que les permiten evadir el control del ciclo de división celular, esconderse del sistema inmune e infiltrar los tejidos de alrededor».
Asimismo, aclaran que «estas células pueden viajar a través de la sangre o la linfa a otros órganos y crecer formando tumores nuevos», lo que se conoce como ‘metástasis‘.
Por lo general, el mayor número de diagnósticos se realiza en mujeres de entre 45 y 65 años, aunque también se puede tener a otras edades. Además, es más común entre las mujeres de raza blanca y se considera también que disminuye el riesgo tener la primera regla después de los 12 años y la menopausia antes de los 55 años.
La AECC incide en la importancia de la detección precoz de la enfermedad mediante los siguientes sistemas:
- La mamografía, la «técnica más eficaz para detectar anomalías hasta 2 años antes de que sean palpables».
- Autoexploraciones, aunque se debe acudir periódicamente al médico o si se nota alguna anomalía.
- Llevar hábitos de vida saludables, comiendo sano, realizando ejercicio físico, ya que el cáncer de mama está relacionado con la obesidad y el sedentarismo.
Síntomas del cáncer de mama en mujeres:
- Cambio de tamaño de las mamas.
- Irregularidades en el contorno.
- Menor movilidad de las mamas al levantar los brazos.
- Alteración en la piel de la mama.
- Cambios en el pezón, como el hundimiento.
- Nódulos en la axila.
- Cansancio.
- Dolor óseo localizado.
- Dolor en la mama a la palpación.
La AECC recuerda que este tipo de cáncer tiene tres maneras diferentes de crecer:
- Crecimiento local: «El cáncer de mama crece por invasión directa, infiltrando otras estructuras vecinas como la pared torácica (músculos y huesos) y la piel».
- Diseminación linfática: «Las células tumorales invaden la red de vasos linfáticos que posee la mama y llegan por el drenaje linfático a los ganglios. Los ganglios situados en la axila (axilares) son los más frecuentemente afectados, seguidos de los de la zona central de tórax (los próximos a la arteria mamaria interna) y los que están por encima de la clavícula (supraclaviculares)».
- Diseminación hematógena: Se transmite mediante los vasos sanguíneos hacia los huesos, pulmón, hígado y piel.
Por su parte, aunque es menos frecuente, los hombres también lo padecen. El cáncer de mama en hombres representa menos del 1% del total de caso.
Si eres hombre los signos y síntomas que tienes que observar en tu pecho son:
1. Un bulto o engrosamiento sin dolor en el tejido mamario.
2. Cambios en la piel que cubre la mama: hoyuelos, arrugas, enrojecimiento o descamación.
3. Cambios en el pezón, como enrojecimiento o descamación, o un pezón que empieza a hundirse.
4. Ganglios linfáticos dilatados debajo del brazo
5. Secreción del pezón.
¿Cómo examinar tus tetillas para prevenir el cáncer de mama?
El auto-examen es la clave para prevenir el desarrollo desmedido de células, por eso es importante examinarse al menos 1 vez por mes.
1. Haz el auto-examen frente a un espejo, mira tu pecho en busca de cualquier cambio en la piel o las tetillas.
2. Junta los 3 dedos del medio de tu mano y muévelos en espiral desde la zona de la axila hacia abajo, contorneando el pecho, hasta llegar a la tetilla para palparla. No olvides de revisar los pectorales superiores y las axilas.
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama masculino:
•Edad avanzada.
•Exposición al estrógeno.
•Antecedentes familiares de cáncer de mama.
•Síndrome de Klinefelter. Este síndrome genético ocurre cuando un niño nace con más de una copia del cromosoma X y provoca el desarrollo anormal de los testículos. Los hombres con este síndrome producen menores niveles de ciertas hormonas masculinas y más hormonas femeninas.
•Enfermedad hepática.
•Obesidad.
•Enfermedad o cirugía testicular. Tener los testículos inflamados (orquitis) o haber tenido una cirugía para extirpar un testículo (orquiectomía).
Si percibes cambios repentinos en tu mama, bultos, dolores o simplemente quieres descartar cualquier duda, consulta con tu médico.
A continuación os dejamos el siguiente vídeo explicativo realizado por la AECC:
