Hábitos de Vida Saludable

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos internacionales consideran la salud como el «estado de completo bienestar físico, mental y social y no la simple ausencia de enfermedad». En este sentido, la seguridad y la salud tanto en el ámbito laboral como en el doméstico constituyen uno de los objetivos más ambiciosos del derecho social.

Los buenos hábitos alimenticios, la higiene personal, el ejercicio físico y un entorno sano contribuyen a la mejora de nuestra salud y calidad de vida. Un mayor conocimiento de los alimentos y sus propiedades nutricionales favorecen actitudes para una alimentación sana y equilibrada.

La adopción de unas pautas higiénicas adecuadas a las diferentes actividades que realiza una persona, tanto en su concepción individual como colectiva, debe formar parte importante en los procesos de aprendizaje que se desarrollan a lo largo de la vida, ya que constituyen uno de los pilares básicos en la prevención de un gran número de enfermedades. Así mismo, la práctica habitual de una actividad física moderada conlleva demostrados beneficios para nuestro estado de salud. Por otro lado, una interacción con el medio acorde en los principios del desarrollo sostenible, favorece nuestra calidad de vida y las futuras generaciones y por tanto mejora nuestra salud. Es aquí donde reside la importancia de este plan.