14 de Febrero en el CEIP Custodio Puga

Un año más, San Valentín está aquí, la fiesta de los corazones, el ideal del amor. Sin embargo, desde una perspectiva coeducativa, entendemos que tenemos la obligación de introducir en el aula una visión más sana del amor.

En el boletín publicado por la Fundación Mujeres, “Coeducación y mitos del amor romántico“, leemos:

“El ideal romántico de nuestra cultura ofrece un modelo de conducta amorosa que estipula lo que “de verdad” significa enamorarse y qué sentimientos han de sentirse, cómo, cuándo, y con quién sí y con quién no. Es este componente cultural, descriptivo y normativo, el causante de que se desarrollen creencias e imágenes idealizadas en torno al amor que en numerosas ocasiones dificulta el establecimiento de relaciones sanas y provoca la aceptación, normalización, justificación o tolerancia de comportamientos claramente abusivos y ofensivos”.

Todos estos conceptos pueden parecer complicados a la hora de ser trabajados en el aula de Primaria, pero este año hemos desarrollado una dinámica en Tercer Ciclo para aclarar ideas y hablar de amor bonito en clase.

Para intentar generar un alumnado que sea capaz de desarrollar relaciones futuras más sanas y sobre todo, partiendo de la importancia de que lo fundamental es quererse a una misma y a uno mismo, hemos entregado un corazón formado por piezas de puzle. Les hemos pedido que, en cada una de las piezas, escribieran algo que les haga felices.

La siguiente fase de la dinámica es más complicada, pero bastante divertida. Han recortado los corazones con mucho cuidado, y les hemos pedido que elijan sólo una pieza y la conserven.

Con esa pieza en la mano, hemos colocado el resto en el suelo bocabajo y… ¡comienza el lío! Todo el mundo ha empezado a buscar piezas para volver a recomponer sus corazones.
Y poco a poco, pieza a pieza, hemos redibujado nuestros corazones con las piezas de otras personas, compis de la clase, que tanto aportan cada día. Porque se nos olvida muchas veces que otras personas forman parte de nuestra vida, y formamos parte de la vida de otras personas, y están sentadas a nuestro lado. Una vez hecho el mural, hemos visitado nuestros corazones. Cada uno y cada una ha podido ver cómo no sólo no nos hace falta una sola mitad, sino que nos sentimos más grandes y felices cuando vemos que tenemos espacio para tantas cosas… La cita que hay en el mural, de Carl Jung, les ha invitado a darse cuenta de la importancia de mirar hacia adentro, en definitiva, de querernos a nosotros y nosotras como base para poder mantener relaciones sanas con nuestro entorno, y de reconocer la parte que de otras personas hay en nuestro interior. Para conocer mejor la dinámica, visita la entrada:
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