LIENZOS DE MARIANO SALVADOR MAELLA.

Maella es un destacado pintor cortesano del siglo XVIII. Sus lienzos de asunto histórico o religioso contribuyen a renovar el género, siendo también notables sus decoraciones alegóricas al fresco y sus numerosos retratos. Hijo de un modesto pintor valenciano, se traslada a Madrid a muy corta edad, alcanzado éxitos y un gran prestigio que le llevarían a ser nombrado pintor de cámara en 1774, llegando a ser finalmente primer pintor de cámara en 1799, uno de los cargos más deseados y que compartió con Goya. Junto a estos puestos también recibiría otras altas distinciones en la Real Academia. Pensionado en Roma en 1758, tras su regreso a Madrid en 1765 fue nombrado académico de mérito. En 1772 fue teniente director y en 1774 director de la sección de pintura, alcanzando por último en 1795 el cargo de director general de la institución tras el fallecimiento de Bayeu.

En la iglesia de San Francisco de la población gaditana de San Fernando se encuentran tres grandes lienzos, que hasta el momento han permanecido ignorados para la historia del arte español. En el principal se representa a la Inmaculada Concepción y en los otros dos a San Carlos impartiendo la comunión a los apestados de Milán y a San Fernando recibiendo las llaves de Sevilla.

Los tres lienzos fueron encargados para la iglesia de la nueva población de San Carlos, en la Isla de León, en la actualidad Panteón de Marinos Ilustres,  con un presupuesto de 60000 reales, representando a la “Inmaculada “de gran tamaño, y “san Carlos de Borromeo dando la comunión a los apestados de Milán en1576” y “san Fernando recibiendo las llaves de Sevilla “, que por vicisitudes que no vienen al caso, no pudieron cumplir su objetivo. 
 
Inaugurado el Colegio Naval en 1845, y encontrándose en mal estado, fueron restaurados en 1848 por Antonio Cabral Bejarano, para pasar a la capilla de dicho Colegio Naval. Por su tamaño no pudo colocarse la “Inmaculada “en la Capilla y se colocó provisionalmente en una de las habitaciones del Director, pasando el 16 de abril de 1858 a la Parroquia castrense, quedando instalado en un lateral y en 1868 al fondo del altar mayor. Los otros dos oleos se quedaron en el Panteón de Marinos Ilustres en la antecapilla. Al cerrarse el Colegio Naval en marzo de 1867, pasaron al año siguiente, a propuesta del teniente vicario don Miguel Aparici y Zubeldia a la parroquia castrense, a los laterales del altar mayor.

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