El caballero de Olmedo. Comentario de Álvaro Galán Romero.

Autor: Álvaro Galán Romero

Publicamos la explicación de nuestro alumno Álvaro Galán Romero de la obra El Caballero de Olmedo. Un análisis muy interesante que nos acerca a esta obra de teatro.

EL CABALLERO DE OLMEDO
Siglo XVII. Escrita por Lope de Vega, autor más fecundo de la literatura española.
Características de la comedia nueva
● Mezcla de lo trágico y lo cómico
● Unidades dramáticas:
○ Las unidades de tiempo y lugar no se aplicaron rígidamente. En busca de verosimilitud se utilizaron cambios de escenario y temporales según los requisitos argumentales
● División del drama:
○ 3 actos. Exposición (principio del 1er acto), nudo (el resto del primer acto, todo el segundo y la mayor parte der 3º) y desenlace (parte final del acto tercero
● Lenguaje y versificación:
○ Lenguaje puro y casto, adecuado a la situación y al personaje
○ Decoro y verosimilitud
○ Adecuación de la conducta y el lenguaje de los personajes a las convenciones de su papel. Relacionado con la verosimilitud.
○ Decoro en el discurso de los personajes
○ Reflejo de la ideología barroca.
○ Cada individuo tiene diferentes condiciones sociales que se reflejan en la obra.
Temática
En la obra “El caballero de Olmedo” los dos temas más importantes que se pueden observar son el tema del honor y el del amor, pero también hay reflejados otros temas no menos importantes como el tema de los cánones éticos y estéticos, el de la sociedad (este se observa mejor ya que la obra pertenece al grupo de comedias de historia y leyenda española) y otros más, pero todos estos están desarrollados en menor medida que los dos primeros.
La imagen de la sociedad que refleja “El caballero de Olmedo” es muy clara, cada persona debía permanecer en el estamento social al que pertenecía. Aquí se refleja la sociedad de ese tiempo en donde una persona que pertenecía a un estamento social alto estaba mal visto que la vieran con una de clase baja.
Otro tema importante es la autoridad del padre en la sociedad del siglo xvII donde la mujer aparece reflejada como un objeto ya que en todo momento es don Pedro quien decide con quien se deben casar sus hijas, una decisión que debería ser tomada por ellas, a este no le importa el pensamiento de sus hijas ya que el rey y el condestable le han pedido que ofrezca la mano de sus hijas a esos dos caballeros, y como el rey era la máxima autoridad, el padre debía aceptar.
El tema del honor es el más reflejado a lo largo de la obra, se observa como gana honor don Alonso y como pierde la honra don Rodrigo. Esto ocurre porque Alonso mientras está en la plaza de toros, Rodrigo que lo está observando cae a la plaza de toros, y entonces Alonso sale en su ayuda matando al toro e impidiendo que Rodrigo muriese, esto provoca que Alonso gane honor ante las personas que están observando el espectáculo. Rodrigo al ser salvado por Alonso, se siente humillado y deshonrado, por lo que piensa vengarse de Alonso para recuperar la honra perdida. Cuando Rodrigo mata a Alonso, este muere sin honor ya que no pudo defenderse como un caballero a causa de que le atacaron a traición.
El amor es el tema que más abunda en toda la obra, este es el que provoca todos los problemas a lo largo de la obra. Donde tiene mayor importancia es en el primer acto, ya que en este se describe como don Alonso ve la belleza que posee su amada y como Inés cuenta que se ha enamorado de Alonso.

Personajes
Se definen por su papel biológico y social. Responden a seis tipos básicos.
Don Alonso: es gallardo, galán y brioso. También se le puede describir como joven valeroso, melancólico, romántico y noble. Es admirado en toda Medina.
Doña Inés: es la dama que hace girar todo el entramado de la obra. Joven bella, sincera y respetuosa.
Don Rodrigo: es el antagonista de la obra y el prometido de Inés, pero Inés no le ama. Es arrogante, orgulloso y muy celoso, ya que los celos son una parte principal de los acontecimientos de la obra.
Don Fernando: es el hermano de Rodrigo. Por ayudar en todo momento a su hermano, muere ahorcado por matar al caballero de Olmedo.
Doña Leonor: es la hermana y consejera de Inés.
Don Pedro: es la figura de mayor respetabilidad y autoridad después del rey. Es el padre de Inés y Leonor. Controla los temas sentimentales de sus hijas.
Fabia: Es un personaje muy parecido al de la celestina, se encarga de hacer de intermediaria entre don Alonso y doña Inés. Entra en casa de Inés sin desvelarle su verdadera intención. Es mal vista por don Rodrigo y por don Pedro el padre de Inés.
Tello: es el criado de Alonso. Es el personaje gracioso de la obra. Actúa de confidente entre su señor y doña Inés.
El Rey Don Juan II: su carácter es algo débil. Concede a Alonso el título de caballero de Olmedo.
Condestable: tiene un carácter fuerte y seguro. Ayuda a su rey pero en algunas ocasiones es él quien tomas las decisiones.

Góngora y Quevedo. Comentario de Álvaro Galán Romero.

Autor: Álvaro Galán Romero

Publicamos los muy brillantes comentarios poéticos de nuestro alumno Álvaro Galán Romero, donde analiza y explica poemarios de Góngora y Quevedo.

GÓNGORA
Antes que nada, para comprender algo mejor al autor, quizás sea recomendable repasar la historia del mismo: Era hijo del juez don Francisco y de la dama de la nobleza Leonor de Góngora. Estudió en la Universidad de Salamanca, donde llamó la atención como poeta. Fue canónigo beneficiado de la catedral cordobesa, donde fue amonestado por acudir a diversiones profanas y componer versos satíricos. Desde 1589 compuso numerosos sonetos, romances y letrillas satíricas y líricas.
Durante una estancia en la Corte de Valladolid se enemistó con Quevedo, a quien acusó de imitar su poesía satírica bajo pseudónimo. En 1609 regresó a Córdoba y empezó a intensificar la fuerza estética y el barroquismo de sus versos. Escribió poemas que desataron una gran polémica a causa de su oscuridad y afectación y le creó una gran legión de seguidores.
Felipe III le nombró capellán real en 1617. En 1627, perdida la memoria, marchó a Córdoba, donde murió de una apoplejía en medio de una extrema pobreza. Francisco de Quevedo, se sabe que era jovial, sociable, hablador y amante del lujo y de entretenimientos como los naipes y la tauromaquia.
En sus poesías se solían distinguir dos períodos. En el tradicional hace uso de los metros cortos y temas ligeros. Para ello usaba décimas, romances, letrillas, etc. Este período duró hasta 1610, en que cambió para volverse culterano, haciendo uso de metáforas difíciles, muchas alusiones mitológicas, cultismos, hipérbatos, etc.

1. Mientras por competir con tu cabello
Este poema, claramente va dedicado al tópico recurrente de la volatilidad de la vida, el paso del tiempo, y la amargura de la vejez, entendido así por los poetas de la época. Podríamos dividirlo en tres partes:
La primera, que abarca desde el comienzo hasta el fin de la segunda estrofa, donde se aprecia como nos pone en situación y describe lo bello de la juventud, esta vez, haciendo referencia al tópico de “Bella Donna”. La descripción de una mujer endiosada, con esos cabellos “oro bruñido al sol”, por los que cualquier hombre enloquecería, como menciona de manera indiscreta, haciendo uso de la metáfora: “Por cogello, siguen más ojos que al clavel temprano”. También, apreciamos otra metáfora: “menosprecio en medio llano, mira tu blanca frente el lilio bello”, que hace pensar que incluso sorprendía a las mujeres más destacadas con su belleza.
La segunda parte, localizada en la tercera estrofa, hace un llamamiento al lector, indicando que aproveche lo lustroso de su “Edad dorada”, y alertando de que eso mismo desaparecerá pronto: “goza cuello, cabello, labio y frente”.
La tercera parte, lo que resta de soneto. Podemos apreciar cómo narra y describe la decadencia de esta “edad dorada”, centrándose en la parte triste, en cómo el tiempo ha destrozado todo lo bello que esta mujer poseía. Lo vemos representado en las metáforas sobre todo, como se refiere a todo lo bonito de la juventud: “oro, lilio, clavel, cristal reluciente” para acabar con una perfecta antítesis con otras dos metáforas: “plata o víola troncada” representado las canas, símbolo inequívoco de la vejez y luego; “en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada” haciendo referencia, trágicamente a la muerte.
Todo el poema, está escrito con un estilo que no deja en ningún momento, el pesimismo característico de la época que vemos representado en expresiones propias derrotistas como: “relumbra en vano” o “menosprecio en medio el llano”.
Este soneto se ubica en la etapa más temprana del autor, que abarca desde 1580 hasta 1610. Esta se caracteriza por ser más fresca, juvenil y popular, lo que se traduce en un estilo más sencillo, aún así, dentro de los cánones del barroco. En este, como hemos visto, abundan las metáforas y el conceptismo, ese gusto por plasmar y demostrar todas sus capacidades líricas por medio del soneto, para así lograr el deleite del lector.
En cuanto a la métrica: este poema está compuesto con verbos endecasílabos, rima ABBA ABBA consonante en los 2 cuartetos y rima CDC DCD asonante en los dos tercetos.

Mien/tras/ por/ com/pe/tir/ con /tu/ ca/be/llo 11 A
o/ro/ bru/ñi/do al/ sol/ re/lum/bra en/ va/no; 11 B
mien/tras/ con/ me/nos/pre/cio en/ me/dio el/ lla/no 11 B
mi/ra/ tu/ blan/ca/ fren/te el/ li/lio/ be/llo; 11 A

mien/tras/ a/ ca/da/ la/bio/, por/ co/ge/llo, 11 A
si/guen/ más/ o/jos/ que al/ cla/vel/ tem/pra/no, 11 B
y/ mien/tras/ triun/fa /con/ des/dén/ lo/za/no 11 B
del/ lu/cien/te/ cris/tal/ tu /gen/til /cue/llo; 11 A

go/za/ cue/llo/, ca/be/llo/, la/bio, y/ fren/te, 11 C
an/tes/ que/ lo/ que/ fue en/ tu e/dad/ do/ra/da 11 D
o/ro/, li/lio/, cla/vel/, cris/tal/ lu/cien/te, 11 C

no/ so/lo en/ pla/ta o/ ví/o/la/ tron/ca/da 11 D
se/ vuel/va/, mas/ tú y/ e/llo/ jun/ta/men/te 11 C
en/ tie/rra, en/ hu/mo, en/ pol/vo, en/ som/bra, en/ na/da. 11 D

Refiriéndonos a las figuras líricas, en este poema hay mucha variedad de recursos. Entre otros se pueden encontrar:
● Hipérbaton: Mira tu blanca frente al lilio bello
● Metáfora: del luciente cristal tu gentil cuello; antes que lo que fue en tu edad dorada; oro bruñido al sol relumbra en vano
● Personificación: siguen más ojos que al clavel temprano; al sol relumbra en vano
● Asíndeton: en tierra en humo en polvo en sombra en nada
● Enumeración: los dos tercetos
● Anáfora: mientras a cada labio, por cogello
● Epíteto: cristal luciente, lirio bello

En conclusión, a lo largo de todo este soneto se hace referencia al “Tempus Fugit”, mirando el paso del tiempo y recordando al lector que disfrute de la vida, con un matiz aún pesimista, característico de la época y un estilo cargado de adjetivos, recursos líricos y retórica, mediante lo que se ve representado el conceptismo, muy recurrente en la época, con lo que se trata de conmover al lector.
2. La dulce boca que a gustar convida
En este soneto, vemos el carácter pesimista de la época en todo su esplendor, hablando de la experiencia amorosa desde el punto de vista de alguien que ha sufrido, un dolor que pudo ser rabia, pero que en el momento, no es más que autocompasión y odio hacia él mismo. Podemos diferenciar dos partes:
La primera, que ocupa las dos primeras estrofas, describe el amor, con un toque pesimista y como si hablase con sabiduría, de quien ya ha estado ahí y ha caído en sus trucos. En los primeros compases de este soneto, vemos una sutil sátira, en las dos primeras líneas, observamos dos metáforas: la primera “La dulce boca que a gustar convida” sin salirse de la temática del poema, crea un doble sentido que se entiende como una burla hacia la hipocresía, algo típico en Quevedo, el querer cambiar la sociedad con su poesía, que le hizo ser innovador, a la vez que polémico, en una sociedad tan conservadora y medieval. Y por otro lado, enfatiza algo que se prevé como un desengaño amoroso, diciendo que este , primero da a probar su manjar. La segunda metáfora: “un humor entre perlas destilado”, es bastante parecida, solo que esta vez hace referencia a la censura de lo que él tildaba de “humor”. Aunque claramente tenía un sentido satírico y ridiculizante, por otra parte, hacer referencia a eso que nos da a probar, que decía en la metáfora anterior.
La segunda parte, que sería el resto del poema, es la “conclusión” de la historia, el desengaño final. Sería fácil de resumir como un desengaño amoroso constante, narrado por aquel que y lo ha experimentado y advierte al lector, usando la segunda persona “no os engañen las rosas”, vemos como mediante ese tipo de expresiones, enfatiza el pesimismo y su tristeza causada por su desengaño, que tiene su culmen cuando confunde las manzanas con rosas, hallando y expresando ahí el autor su decepción. y describiendo el amor como una guerra, usando así el recurrente tópico barroco: “Milita amoris”
El poema, lo podemos ubicar dentro de la etapa más temprana, hallando una poesía más fresca, juvenil y popular, caracterizada por un estilo sencillo y de fácil comprensión. Aún así, el autor busca “lucirse” y asombrar al lector mediante el uso de la retórica, característico del conceptismo presente el la época.
En cuanto al análisis métrico diremos que este poema está compuesto con versos endecasílabos, rima ABBA ABBA consonante en los 2 cuartetos y rima CDC DCD asonante en los dos tercetos.

La/ dul/ce/ bo/ca /que a/ gus/tar/ con/vi/da 11 A
un /hu/mor/ en/tre/ per/las/ dis/ti/la/do, 11 B
y a/ no in/vi/diar/ a/quel/ li/cor/ sa/gra/do 11 B
que a/ Jú/pi/ter/ mi/nis/tra el/ gar/zón/ de I/da, 11 A

a/man/tes/, no/ to/quéis/, si/ que/réis/ vi/da, 11 A
por/que en/tre un/ la/bio y/ o/tro/ co/lo/ra/do 11 B
A/mor/ es/tá/, de/ su/ ve/ne/no ar/ma/do, 11 B
cual/ en/tre/ flor/ y /flor/ sier/pe es/con/di/da. 11 A

No os/ en/ga/ñen/ las/ ro/sas/, que a/ la Au/ro/ra 11 C
di/réis/ que, al/jo/fa/ra/das/ y o/lo/ro/sas, 11 D
se/ le/ ca/ye/ron/ del/ pur/pú/reo/ se/no: 11 C

man/za/nas/ son/ de/ Tán/ta/lo, y/ no/ ro/sas, 11 D
que/ des/pués hu/yen/ del/ que in/ci/tan/ a/ho/ra, 11 C
y/ so/lo/ del/ A/mor/ que/da el/ ve/ne/no. 11 D

Haciendo referencia a los recursos estilísiticos, es un poema más bien sobrio, pero aún así, podemos ver alguno que otro:
● Aliteración: La dulce boca que a gustar convida un humor entre perlas destilado,y a no envidiar aquel licor sagrado.
● Hipérbaton: La dulce boca que a gustar convida un humor entre perlas destilado, y a no envidiar aquel licor sagrado que a Júpiter ministra el garzón de Ida.
● Elípsis: Entre un labio y otro (labio) colorado
● Antítesis: (Ahora) dulce boca / veneno armado (Después). (Ahora) Humor destilado entre perlas / sierpe escondida (Después). (Ahora) Licor sagrado, rosas aljoforadas / manzanas de Tántalo (Después).
● Símil: Cual entre flor y flor sierpe escondida.
● Y un sinfín de metáforas que ya han sido analizadas previamente.

En resumidas cuentas, el poema se entiende como una persona herida por el amor, por medio de la retórica, crea de ese odio y ese rencor escondidos en una especie de advertencia al lector, o a sí mismo. Que simplemente se abre las venas en el papel para mostrar su cara más sensible y derrotista.

3. De un caminante que se enamoró donde fue hospedado
En este poema es fácil apreciar que hace referencia en su plenitud al peregrino de amor, acompañado eso sí, por el tópico del enfermo de amor. Lo podemos dividir en dos partes:
La primera que comprende desde el comienzo del poema hasta el fin de la segunda estrofa, donde vemos como avanza, describiendo al principio una situación caótica, usando los adjetivos “Desencaminado, enfermo, con pie incierto la confusión”, que también incita, en de manera discreta a compadecerse del mismo peregrino errante. Podríamos pensar que es una peregrinación por devoción, pero no es así, como se nos repite, el caminante no tiene ningún rumbo, y en su enfermedad, se describen los rasgos característicos del amor. También observamos el uso del calificativo “tenebrosa noche”, que se interpreta como una falta de felicidad en el peregrino, no es que en sí la noche sea tenebrosa, sino que su situación hace que se sienta así. Se nos indica que está frustrado, además de derrotado, al entrar en escena esos gritos, al igual que vemos que está sólo, al no obtener respuesta por los mismos. Conforme avanza el poema, se describen unos ladridos, no se refiere en sí a que haya encontrado vida y que ahora no esté sólo, ya que no encuentra la proveniencia de estos, es que ahora ha encontrado un camino, hay algo, quizás esa misma enfermedad que lo guía hacia un destino, que sería el albergue, que podemos interpretar como un momento de lucidez, quizás como la cura de ese amor, mediante el amor de otra mujer.
La segunda parte, que ubicaríamos en la parte restante del soneto, no es más que un desengaño, de cómo ese albergue que sería un momento de lucidez, al poco se convierte en agravio de la previa enfermedad. Vemos que lo que creyó que sería remedio, se convirtió en dolencia y en la cumbre de la decadencia de su enfermedad, cuando en la última estrofa, dice que pagará el hospedaje en el albergue con su vida, que hubiese sido preferible seguir viviendo como un enfermo de amor, que como alguien fatídicamente derrotado por este.
En cuanto a la métrica: este poema está compuesto con verbos endecasílabos, rima ABBA ABBA consonante en los 2 cuartetos y rima CDC DCD asonante en los dos tercetos.

Des/ca/mi/na/do, en/fer/mo/, pe/re/gri/no 11 A
en/ te/ne/bro/sa/ no/che/, con/ pie in/cier/to 11 B
la/ con/fu/sión/ pi/san/do/ del/ de/sier/to, 11 B
vo/ces/ en/ va/no/ dio/, pa/sos/ sin/ ti/no. 11 A

Re/pe/ti/do/ la/tir/, si/ no/ ve/ci/no, 11 A
dis/tin/to, o/yó/ de/ can/ siem/pre/ des/pier/to, 11 B
y en/ pas/to/ral/ al/ber/gue/ mal/ cu/bier/to 11 B
pie/dad/ ha/lló/, si/ no/ ha/lló/ ca/mi/no. 11 A

Sa/lió el/ sol/, y en/tre ar/mi/ños/ es/con/di/da, 11 C
so/ño/lien/ta /bel/dad/ con/ dul/ce /sa/ña 11 D
sal/teó /al/ no/ bien/ sa/no/ pa/sa/je/ro. 11 C

Pa/ga/rá el/ hos/pe/da/je/ con/ la/ vi/da; 11 D
más/ le/ va/lie/ra e/rrar/ en/ la/ mon/ta/ña, 11 C
que/ mo/rir/ de/ la/ suer/te/ que/ yo /mue/ro. 11 D

En cuanto a los recursos líricos encontramos:
● Elípsis: “Repetido latir, si no vecino, distinto, oyó de can siempre despierto,”
● Hipérbaton: “en tenebrosa noche” “voces en vano dio” “entre armiños escondida,”

Podemos comprender este poema como un rechazo no tanto del amor, sino de las teorías que circulaban para curar el mal de amores. A través de algunos tópicos del amor cortés o caballeresco, Góngora rehuye de las recomendaciones de la época como solución para sanar el mal de amor, por ejemplo aplicar el dicho, “un clavo saca a otro clavo”. El peregrino de Góngora no solamente no se cura del amor de la primera mujer, sino que además al conocer a otra mujer, su estado empeora. Lo que confirma la ineficacia de los consejos contra el mal de amor. A través de esta idea, Góngora simplemente propone una visión pesimista del amor.

4. Ándeme yo caliente
Como podemos apreciar, desde su comienzo hasta su final, esta es una letrilla satírica que trata de ridiculizar una idea o una situación de poder. En un principio, parece que el autor está despreciando el poder, mientras alaba la mediocridad. Sin embargo, exalta la postura del mediocre de una forma tan divertida y exagerada, que aún podría pensarse que en el fondo critica con ironía la postura del mediocre.
El poema puede dividirse en tres partes. Que quedarían tal que, dejando atrás el estribillo del principio, desde el verso tercero hasta el verso 16, la primera parte. Aquí el poeta se centra en aspectos relacionados con el placer de la comida, frente a los conflictos del mundo. En la segunda, desde el verso 17 hasta el 30, el autor se burla ingeniosamente de las incomodidades y peligros que genera la naturaleza y la ambición. La tercera, desde el 31 hasta el 44. En esta, la última parte, los versos se centran en las tragedias y desgracias que causa el amor, como ya es costumbre en este autor, y en los demás de su época, ilustrado con dos ejemplos, lo cual le llevan a alejarse de tal sentimiento.
En cualquier caso, con ironía o sin ella, todo este juego barroco lo hace hablando de las ventajas de la mediocridad, es decir, a través del tópico aurea mediocritas, que se ve ejemplificado en uno de sus primeros versos: “traten otros del gobierno/ del mundo y sus monarquías/ mientras gobiernan mis días/ mantequillas y pan tierno.” Que nos da a entender que el autor prioriza las tostadas por encima de cualquier cuestión política.
En lo que concierne al análisis métrico, los versos son octosílabos, salvo en el estribillo inicial, pues tienen ambos versos siete sílabas (como el último de cada estrofa), y, además, forman un pareado. En todos los casos con rima consonante. Esta sería la estructura métrica: 8a, 8b, 8b, 8a, 8a, 8c, 7c. En el verso 38 observamos una diéresis: «crüel», para alcanzar la medida de ocho sílabas.

Án/de/me/ yo/ ca/lien/te 7 c
Y/ rí/a/se/ la/ gen/te. 7 c

Tra/ten/ o/tros/ del/ go/bier/no 8 a
Del /mun/do y/ sus/ mo/nar/quí/as, 8 b
Mien/tras/ go/bier/nan/ mis/ dí/as 8 b
Man/te/qui/llas/ y/ pan/ tier/no, 8 a
Y /las/ ma/ña/nas/ de in/vier/no 8 a
Na/ran/ja/da y /a/guar/dien/te, 8 c
Y /rí/a/se/ la/ gen/te. 7 c

Co/ma en/ do/ra/da/ va/ji/lla 8 a
El/ prín/ci/pe /mil/ cui/da/dos, 8 b
Có/mo /píl/do/ras/ do/ra/dos; 8 b
Que/ yo en/ mi/ po/bre /me/si/lla 8 a
Quie/ro/ más/ u/na/ mor/ci/lla 8 a
Que en/ el/ a/sa/dor/ re/vien/te, 8 c
Y/ rí/a/se/ la/ gen/te. 7 c

Cuan/do/ cu/bra/ las/ mon/ta/ñas 8 a
De/ blan/ca/ nie/ve el/ e/ne/ro, 8 b
Ten/ga/ yo/ lle/no el/ bra/se/ro 8 b
De/ be/llo/tas/ y/ cas/ta/ñas, 8 a
Y/ quien/ las/ dul/ces/ pa/tra/ñas 8 a
Del/ Rey/ que/ ra/bió/ me/ cuen/te, 8 c
Y/ rí/a/se/ la/ gen/te. 7 c

Bus/que/ muy/ en/ ho/ra/ bue/na 8 a
El/ mer/ca/der/ nue/vos/ so/les; 8 b
Yo /con/chas/ y/ ca/ra/co/les 8 b
En/tre/ la/ me/nu/da a/re/na, 8 a
Es/cu/chan/do a/ Fi/lo/me/na 8 a
So/bre el/ cho/po/ de/ la/ fuen/te, 8 c
Y/ rí/a/se/ la/ gen/te. 7 c

Pa/se a/ me/dia/ no/che /el/ mar, 8 a
Y ar/da en/ a/mo/ro/sa/ lla/ma 8 b
Lean/dro/ por/ ver/ a/ su/ Da/ma; 8 b
Que/ yo/ más/ quie/ro/ pa/sar 7+1=8 a
Del/ gol/fo/ de/ mi/ la/gar 7+1=8 a
La/ blan/ca o/ ro/ja /co/rrien/te, 8 c
Y /rí/a/se/ la/ gen/te. 7 c
Pu/es/ A/mor/ es/ tan/ crü/el, 8 a
Que/ de/ Pí/ra/mo y/ su a/ma/da 8 b
Ha/ce/ tá/la/mo u/na es/pa/da, 8 b
Do/ se/ jun/ten/ e/lla y/ él, 8 a
Se/a/ mi/ Tis/be /un/ pas/tel, 8 a
Y /la es/pa/da/ sea/ mi/ dien/te, 8 c
Y /rí/a/se/ la/ gen/te 7 c

QUEVEDO
Quevedo nació en Madrid, en el seno de una familia de hidalgos. Nació cojo, con ambos pies deformes y una severa miopía; quizá por ello pasó una infancia solitaria y triste (origen del «desgarrón afectivo» del que habló a su respecto el crítico Dámaso Alonso) en la Villa y Corte, rodeado de nobles y potentados, ya que sus padres desempeñaban altos cargos en Palacio, soportando las pullas de otros niños y entregándose compulsivamente a la lectura. Quevedo tuvo que superar muy pronto una amargura mayor quedándose huérfano de padre a los seis años, de forma que le nombraron por tutor a un pariente lejano, además, cuando contaba once años, falleció su hermano Pedro.
De precoz inteligencia, estudió lenguas clásicas, francés, italiano, filosofía, física, matemáticas y teología en la Universidad de Alcalá, sin llegar a ordenarse. El 4 de octubre de 1599 no se presentó a recoger su título de bachiller, tal vez porque viajó a Sevilla y a Osuna en compañía de don Pedro Téllez Girón, futuro duque de Osuna; no lo hizo sino hasta el 1 de junio de 1600.
Entre 1601 y 1605 estudia en la Universidad de Valladolid. Es un lugar común que durante la estancia de la Corte en Valladolid circularon los primeros poemas de Quevedo que imitaban o parodiaban los de Luis de Góngora bajo seudónimo, y el poeta cordobés detectó con rapidez al joven que minaba su reputación y ganaba fama a su costa, de forma que decidió atacarlo con una serie de poemas; Quevedo le contestó y ese fue el comienzo de una enemistad que no terminó hasta la muerte del cisne cordobés, quien dejó en estos versos constancia de la deuda que Quevedo le tenía contraída.

1. Amor constante más allá de la muerte
El poema es una declaración de amor en toda regla en el que anuncia a su amada que, aunque muera, él continuará amándola. En la primera estrofa, el autor nos pone en situación, nos describe la situación en la que se encuentra, una incertidumbre hacia el futuro más allá de su vida terrenal. El “blanco día” al que hace referencia Quevedo no es si no una metáfora de la muerte así como también la “sombra” que es la personificación de la misma. Al mismo tiempo, el blanco y la sombra son antítesis que crean una potente imagen de la situación que nos describe el poeta.
Al contrario que lo que sería lo típico, entre las dos estrofas no hay una separación, sino un encabalgamiento. Es muy significativo en tanto que el alma separada llega en la segunda estrofa al lugar de reposo de la antigua Grecia: La laguna estigia, haciendo referencia a la cultura grecolatina, como era costumbre para los autores de esta época. Con esto, Quevedo pretende simbolizar el alma llega a buen puerto que es “la ribera” donde espera al barquero Caronte. Esto queda descrito en un inciso (y está entre comas) pero el mensaje es el siguiente: “Aunque muera mi alma llevará consigo el amor” y posteriormente, exhibe sus razones. Es interesante notar que la palabra “muerte” no aparece en todo el poema aunque las referencias son constantes. La antítesis del fuego y el agua fría que simbolizan el amor y el fuego respectivamente nos pone frente a esta intensa imagen que supera la otra percepción de la muerte. Luz y oscuridad están también contrapuestas con la llama y el “inframundo”.
La razón por la que, aunque muera, la llama del amor superará la distancia de la muerte es que el amor puede superar cualquier ley por severa que sea. Así lo explica en los dos últimos versos de la segunda estrofa.
La tercera y la cuarta estrofa del soneto son quizás los más significativos del poema. Se inicia con una contraposición de alma y cuerpo haciendo referencia al amor personificado en el dios del Amor de la antigua Grecia. El poeta conceptista crea imágenes mentales que simbolizan mediante metáforas unas ideas que quiere transmitirnos. Refiriéndose a la ceniza, el polvo, donde se refiere a el cuerpo falto de vida y en última instancia, al polvo enamorado, con el que describe cómo en pos de su muerte, seguirá amando a esta mujer.
En cuanto a la métrica: este soneto está compuesto por una estructura clásica. La rima es: ABBA-ABBA-CDC-DCD. Cuenta con 14 versos endecasílabos de arte mayor y rima consonante, dos cuartetos y dos tercetos.
Ce/rrar/ po/drá/ mis/ o/jos/ la/ poes/tre/ra
som/bra/ que/ me/ lle/va/re el/ blan/co/ dí/a,
y/ po/drá/ de/sa/tar/ es/ta al/ma/ mí/a
ho/ra a/ su a/fán/ an/sio/so/ li/son/je/ra;
·
mas/ no/, de e/so/tra/ par/te en/ la/ ri/be/ra,
de/ja/rá/ la/ me/mo/ria en/ don/de ar/dí/a:
na/dar/ sa/be/ mi/ lla/ma/ la a/gua/ frí/a
y /per/der/ el/ res/pe/to a/ ley/ se/ve/ra.
·
Al/ma a/ quien/ to/do un/ dios/ pri/sión/ ha/ si/do,
ve/nas/ que hu/mor/ tan/to/ fue/go han/ da/do,
me/du/las/ que han/ glo/rio/sa/men/te ar/di/do,
·
su/ cuer/po/ de/ja/rán/, no/ su/ cui/da/do,
se/rán/ ce/ni/za/, más /ten/drá/ sen/ti/do,
pol/vo/ se/rán/, más /pol/vo e/na/mo/ra/do.

En lo que se refiere a las figuras retóricas:

● Cerrar podrá mis ojos la postrera – Hipérbaton y aliteración
● Postrera sombra- Metáfora y Antítesis.
● Blanco día- Metáfora y Antítesis.
● Podrá desatar esta alma mía- Hipérbaton.
● Dejará la memoria, en donde ardía- Hipérbaton.
● Nada sabe mi alma el agua fría- Personificación y Aliteración.
● Agua fría- Adjetivación.
● Y perder el respeto a la ley severa- Aliteración.
● Ley severa- Metáfora.
● Venas que humor a tanto fuego han dado- Hipérbaton.
● Medulas que has gloriosamente ardido- Metáfora.
● Más tendrá sentido- Anáfora.
● Más polvo enamorado- Personificación y Anafora.
● El poeta utiliza la palabra “llama” para referir-se a su intenso amor.
Este soneto es un claro ejemplo del barroco y del tópico barroco: “Amor post mortem”, como vemos, que se decide a amar a una mujer incluso más allá de la muerte. En él el autor nos ha hecho ver como el amor que siente es tan grande que no le da miedo a morir porque sabe que perdurará hasta la eternidad.

2. Definiendo el amor
Como el propio título indica, el poema nos presenta una definición del amor que se centra en cómo el amor desatado es una contradicción, en sí inevitable, cómo por mucho que lo conozcamos o experimentemos, nunca es posible entenderlo, cómo es típicamente definido, es remedio y enfermedad. En el desarrollo del tema vemos cómo Quevedo se ciñe a las metáforas clásicas del amor:
● El amor como fuego.
● El amor como una herida que produce dolor y placer al mismo tiempo.
● El amor como una enfermedad de la que el amante no se quiere curar.
● El amor como una prisión.
● El amor como una experiencia ambivalente de placer y dolor donde el amante busca lograr su deseo sin importarle el daño que esto le cause.
Podemos dividir el poema en dos partes:
La primera, desde el comienzo del soneto al final de la segunda estrofa, se limita a dar una descripción, totalmente subjetiva y cargada de sentimientos verdaderos descritos con todo lujo de detalles, como es típico del conceptismo, para así cautivar y conseguir que el lector se sienta identificado. Esta descripción se basa en su vasta mayoría en antítesis, “hielo abrasador”, “fuego helado”, “descuido que nos da cuidado”. Son todos metáforas con las que se refiere al amor y que nos da a pensar que pretende describirlo como algo hermoso y necesario, a la vez que traicionero.
La segunda parte, iría desde la tercera estrofa hasta el fin del soneto, donde ya hace una especie de relato de su experiencia amorosa, aún así, sigue con la tónica de las contradicciones: “enfermedad que crece si es curada”. Ya, en los últimos alientos de este soneto, hace, como es típico en esta época, una llamada al lector, una especie de advertencia a cualquiera que se adentre en este misterioso e inescrutable camino que es el del amor cuando dice: “mirad cuál amistad tendrá con nada, el que en todo es contrario de sí mismo”. Donde, refiriéndose al amor como este niño, describe cómo el hombre, va a seguir volviendo a este amor, por muchas veces que este le batee y rebatee, ya que es remedio y enfermedad.
En cuanto a la estructura externa, el poema se ajusta a la métrica del soneto (catorce versos endecasílabos, agrupados en dos cuartetos y dos tercetos con rima ABBA, ABBA, CDC,DCD:
Es/ hie/lo a/bra/sa/dor/, es/ fue/go he/la/do, 11 A
es/ he/ri/da/ que/ due/le y/ no/ se/ sien/te, 11 B
es /un /so/ña/do/ bien/, un/ mal/ pre/sen/te, 11 B
es/ un/ bre/ve/ des/can/so/ muy/ can/sa/do, 11 A

es /un /des/cui/do/ que/ nos/ da/ cui/da/do, 11 A
un/ co/bar/de/ con/ nom/bre/ de/ va/lien/te, 11 B
un/ an/dar/ so/li/ta/rio en/tre/ la/ gen/te 11 B
un/ a/mar/ so/la/men/te/ ser/ a/ma/do, 11 A

es/ u/na/ li/ber/tad/ en/car/ce/la/da 11 C
que/ du/ra has/ta el/ pos/tre/ro/ pa/ro/xis/mo, 11 D
en/fer/me/dad/ que/ cre/ce /si es/ cu/ra/da. 11 C

Es/te es/ el/ ni/ño A/mor/, es/te es/ su a/bis/mo: 11 D
¡mi/rad/ cuál /a/mis/tad/ ten/drá/ con/ na/da 11 C
el/ que en/ to/do es/ con/tra/rio/ de/ sí/ mis/mo! 11 D

Están presentes los siguientes recursos retóricos:
● Antítesis: (hielo/fuego; bien/mal; descanso/cansado; descuido/ cuidado; cobarde/valiente; solitario/gente)
● Paradoja (“andar solitario entre la gente”, “enfermedad que crece si es curada“)
● Oxímoron (“hielo abrasador”, “fuego helado”, “libertad encarcelada”)
En definitiva, este poema es como dice su título, una descripción en toda regla de el amor, cargado de contradicciones, manera en la que el autor comprende a este mismo. Sin embargo, hay algo raro, y es que a pesar de la tendencia de la época, la voz no es en su totalidad pesimista. Es más bien como frustrada, al saber que lo único que le da la felicidad es aquello que se la puede arrebatar totalmente. Pero también describe el amor como algo bonito, aunque incomprensible.
3. Con ejemplos muestra a Flora la brevedad de la hermosura
Básicamente, el soneto es un claro ejemplo de los tópicos barrocos de Vita brevis y carpe diem, haciendo una constante alusión a la volatilidad del viento e instando a los lectores a aprovechar su juventud mediante la representación a través de metáforas de una mujer que envejece y pierde su encanto.
El poema consta de dos partes, cuya estructura recuerda fielmente al soneto de Góngora analizado previamente “Mientras por competir tu cabello”:
La primera, va desde el comienzo del soneto hasta el final de la segunda estrofa y, al igual que la composición de Góngora, nos pone en situación de cuan bella es esta doncella, a la vez que da un mensaje que se puede interpretar como envidia hacia esta misma juventud que irradia, por lo que no sería muy descabellado decir que Quevedo escribía este poema ya en su vejez, o una etapa cercana a ella. Vemos la belleza de la joven representada mediante metáforas, como es típico en esta época: “oloroso rubí, tiro abreviado, también del año presunción hermosa…”, donde compara a esta joven, por bella con los objetos más bellos y preciados que se imaginen.
En la segunda parte, semejante a Quevedo, pero sin embargo, menos pesimista, apela a una ley natural de todos los humanos, una forma discreta de referirse a la vejez, tópico recurrente del barroco. Para desembocar en una clara oda a la vejez que también tiene una moral más que educativa, de advertencia, apelando al lector y explicando el Tempus Fugit, que viva su juventud como quiera, de un modo que cuando llegue a su vejez no se arrepienta.
Quevedo ha elegido el soneto como forma estrófica, en el que los tercetos se ajustan a su versión más clásica (ABBA, ABBA, CDE, CDE). Es una opción típica de Quevedo, al fin y al cabo recurrente de la tradición garcilasiana y petrarquista.

La/ mo/ce/dad/ del/ a/ño/, la am/bi/cio/sa 11 A
ver/güen/za/ del/ jar/dín, /el/ en/car/na/do 11 B
o/lo/ro/so/ ru/bí/, Ti/ro a/bre/via/do, 11 B
tam/bién/ del/ a/ño /pre/sun/ción/ her/mo/sa: 11 A

la os/ten/ta/ción/ lo/za/na/ de/ la/ ro/sa, 11 A
dei/dad/ del/ cam/po, es/tre/lla /del/ cer/ca/do, 11 B
el/ al/men/dro en/ su/ pro/pria/ flor/ ne/va/do, 11 B
que an/ti/ci/par/se a/ los/ ca/lo/res/ o/sa: 11 A

re/pren/sio/nes/ son/, ¡oh/ Flo/ra!/, mu/das 11 C
de/ la her/mo/su/ra y/ la/ so/ber/bia hu/ma/na, 11 D
que a/ las/ le/yes/ de/ flor/ es/tá /su/je/ta. 11 C

Tu e/dad /se/ pa/sa/rá/ mien/tras/ lo/ du/das, 11 D
de a/yer/ te ha/brás/ de a/rre/pen/tir/ ma/ña/na, 11 C
y /tar/de, y/ con/ do/lor/, se/rás/ dis/cre/ta. 11 D

4. Poderoso caballero es Don Dinero

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al duque y al ganadero,
Poderoso caballero
Es don Dinero

¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Pues da al bajo silla
y al cobarde hace guerrero
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al noble y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

El poema tiene como referente un refrán que, nos da a entender que cada octeto tiene el valor de glosa, respecto al estribillo, en este caso, refrán, con lo cual se va desarrollando el tema apuntado, así como se incorporan matices sobre lo que se puede conseguir con el dinero.
Comienza, como es típico de los autores de la época, contándole las penas a su confidente, en este caso a su propia madre, que entra en escena mediante un apóstrofe, con el que da comienzo a la letrilla. También apreciamos una personificación, en la que el autor atribuye al dinero la posición de un amante distante y ausente, para terminar la estrofa reafirmando el poder del dinero, mediante la cualidad atribuida a las monedas de hacer posible cualquier cosa.
La segunda estrofa, narra la historia del dinero, desde que es recogido en las Indias, y viene a España, donde será usado, para acabar muriendo en Génova, donde se situaban los banqueros que financiaban las iniciativas militares españolas.
En la siguiente estrofa, podemos apreciar claramente el conceptismo, con los nuevos significados introducidos por el autor, por ejemplo en “Porque en las venas de Oriente / Todas las sangres son Reales”. Donde la palabra real se refiere a la realice, y a su misma vez, a la moneda, por lo que podemos apreciar que continúa la exaltación del dinero, al compararlo con la realeza. También observamos una antítesis, donde nos da a entender que el dinero tiene el poder de igualar en términos de poder a cualquier hombre, diciendo “Y pues es quien hace iguales / Al duque y al ganadero”.
Ahora, utiliza una interrogación retórica, con la que insta a los lectores a reflexionar, sobre cómo el dinero puede corromper incluso al más humilde y honrado de los hombres, algo que incluso hoy en día podemos observar, lo que hace este tópico barroco, algo aplicable a la sociedad actual. También vemos como Quevedo no se olvida del conceptismo barroco, dejándose ver en la dilogía de “Blanca”, princesa de Castilla y moneda de bajo valor, cosa que contrasta con la constante exaltación del dinero, al nombrarla como “Lo más ruin de su casa”. Por último, encontramos algo también típico del barroco, una doble antítesis: “Da al bajo silla / hace al cobarde guerrero”, Donde bajo significa de baja condición, y la silla es el dinero, facilitando la alta condición de este. Por otro lado, habla de la codicia de los hombres, diciendo que haría al cobarde un luchador.
En la siguiente estrofa, identifica al dinero con “Majestad”, “Calidad” o “Autoridad”, algo prodigioso, imposible de conseguir: dar calidad “Al noble y al pordiosero”. Una antítesis con la que hace una gran crítica social más allá del dinero, donde dice que el noble no tiene autoridad por estar al frente de la sociedad y aprovecharse de la parte baja, y el pordiosero carece de ella por culpa del noble.
Para concluir esta letrilla, tenemos un última estrofa cargada de referencias y recursos, empezando con una personificación del dinero, llamándolo sagaz, cosa que no es el dinero, sino el que lo posee. Luego vemos un polisíndeton, para reforzar la exaltación del dinero. Seguida por una antítesis “Sus escudos en la paz”, llevando con esto el conceptismo hasta la conclusión de la composición, dando un doble significado a los escudos, como arma y como moneda y haciendo referencia al poder del dinero, esta vez dentro de la guerra. Concluye la letrilla con una referencia, a la falsedad de la sociedad, de como al pobre lo rechazarán allá donde vaya, y sin embargo el rico se sentirá en casa en cualquier lugar, al ser tratado con grandeza.
En cuanto a la estructura externa, podemos comentar que se trata de una letrilla, variante del villancico, cuya estructura es: abbaaccc. La rima es consonante y los versos octosílabos, excepto para los últimos versos de cada estrofa, que son pentasílabos. Los dos últimos versos forman un estribillo, que se repite al finalizar cada estrofa, y es en este donde se encierra el objeto temático de la composición.
En resumen: se trata de una letrilla que, como tal, busca un tono satírico con su ineludible crítica social. A modo de canción, el autor crea a un personaje, que podría ser una joven, para que esta se dirija a su madre y le muestre su pasión por un caballero que no es otro que el dinero. Entre los recursos que el autor utiliza para llevar adelante su propuesta, destacaríamos aquellos que presentan la oposición de elementos, como la antítesis o el oxímoron, junto a estas, también las dilogías y la personificación. El poema en su desarrollo mantiene una línea continua; es decir, no hay una parte de máxima tensión, sino que su evolución es uniforme, aunque destacada desde la primera estrofa.

 

Poema. Moisés Calvo Almenta.

Compartimos un poema del profesor Moisés Calvo Almenta.

Será por mayo o por junio
que acabe el confinamiento
la ocasión bien se merece
que la rime en unos versos.

Abenámar, Abenámar,
y el cuitado prisionero,
cuando los trigos encañen
y lo permita el gobierno,
de su prisión, de su Alhambra,
saldrán a dar un paseo.

La tortolica amorosa
y el ruiseñor casadero
celebrarán esponsales
en el altar de un almendro.

Saldrá también Ruy Díaz,
el Cid, de su campamento,
cercado de sus mesnadas,
de sus vasallos y siervos.
Y saldrá Doña Jimena
de su castellano feudo,
a las tierras de Valencia,
la de los fértiles huertos.
Doña Sol u Doña Elvira,
ya casadas, saldrán presto,
y saldrán, aunque les pese,
los de Carrión, sus yernos.

Y un milagro hará la Virgen
y Gonzalo de Berceo
cuando llamen a sus maitines
saldrá también del convento.

Saldrá el conde Lucanor
Pastranio, su consejero,
ilustrará la partida
con alguno que otro ejemplo.

Don Melón y Doña Endrina,
Don Amor, trotaconventos,
Juan Ruíz, las serranillas,
bien amando saldrán luego.

Y la vieja Celestina,
la de los engaños cientos,
y Melibea y Calisto
y sus criados salieron.

De Tormes el Lazarillo
saldrá. Y el avaro Viego
de nuevo hollará las calles
de Salamanca y Toledo.

Y Salicio y Nemoroso,
con bucólicos lamentos,
lágrimas de amor corriendo,
saldrán a un lugar ameno.

Y con su lanza en ristre,
la adarga a punto, y el peto
bruñido, bien pertrechado,
saldrá también el manchego
caballero don quijote
sobre su flaco jumento.

Y por muy secreta escala
saldrá el alma de su cuerpo,
de ansias de amor inflamada
y un no sé qué balbuciendo.

Y a quien Don Pablos llamara
Don Francisco de Quevedo
saldrá, cual buscón buscando
su picaresco sustento.

De su infausta, agreste gruta,
saldrá también Polifemo
y Acis ya y ya Galatea
Saldrán al terreno suelo.

Y el comendador de Ocaña,
y el caballero de Olmedo,
y la ultrajada Laurencia,
y el alcalde Pedro Crespo.

De la vida Segismundo
saldrá cual si fuera un sueño.

Y Fortunata y Jacinta,
Miau, el doctor Centeno,
la de Bringas y Marianela,
doña Perfecta y Tormento,
Fermín de Pas, la Regenta,
y la Cordera del cuento.

Carlos Deza, Cayetano,
Doña Mariana Sarmiento.
Jota Be, el Rey Pasmado
y a su pesar Filomeno.

José Arcadio, Aureliano
Buendía también salieron.
Saldrán Úrsula, Amaranta,
la bellísima Remedios.

De la fiesta saldrá el chivo.
Del cuaderno, Rigoberto.
Y saldrá la niña mala
Y de la ciudad los perros.

Saldrá el jinete polaco
por Lisboa en el invierno
y muy pronto, Beacusille,
saldrá también Beltenebros.

Saldrán todos de los libros
do se hallaban prisioneros.
Todos saldrán, saldrán todos,
y nosotros, sí, saldremos.

Saldremos también nosotros
de este cruel confinamiento
solo con abrir un libro,
solo leyendo y leyendo.

Que con leer, con leer,
solo con un libro abriendo,
ya no hay muros ni murallas
sino campo, espacio, cielo.

Ya pronto la compañía,
Ya pronto será el encuentro.
Ya pronto, mis compañeras,
Vendrán abrazos y besos.

 

Un cuento encadenado: nuestros alumnos/as escriben. ¡Atento, atenta!.

Disfrutamos leyendo y disfrutamos escribiendo! Pero, esta vez, hemos escrito una historia de forma muy distinta. ¡Hemos escrito un cuento encadenado! Seis alumnos de los grupos B y C se han atrevido a escribir un cuento en grupo de forma que cada uno de ellos ha escrito un capítulo. La historia que comienza Lucía Iglesias continúa, de manos del resto de autores, de una forma sorprendente para Lucía. Cada autor da un giro inesperado y divertido a la trama de forma que, al final, los personajes creados por la primera autora terminan de una forma totalmente distinta y original.

¡Un libro no está terminado hasta que un lector lo lee! La misma historia puede ser interpretada de forma muy diferente. Por lo tanto, hay tantas historias como lectores hay en el mundo y, hoy, hemos hecho la prueba. Gracias a estos valientes escritores por haber participado en esta experiencia y, siguiendo su ejemplo, animamos al resto de alumnos de nuestro centro a crear con su grupo de amigos un nuevo cuento encadenado. De momento, podéis disfrutar con la lectura del primero de estos cuentos.

Capítulo 1

Soy Mandy, una niña bastante peculiar y a la que no le da miedo nada. Tengo 10 años. Me llevo todo el día paseando por el campo. Por cierto, no os lo he dicho pero vivo en el campo. Vivo en una casa con mis padres y mi hermano y sí, está en medio del campo pero por suerte, tenemos un vecino que vive solo. Mi hermano se llama Hugo; tiene 5 años más que yo. A él le encanta jugar al fútbol y se lleva todo el día chinchándome pero yo le quiero igual. Mis padres se llaman Marcos y Belén. Ellos son muy cuidadosos conmigo y con mi hermano, pero de vez en cuando conmigo no les sale muy bien. Además mi madre es bióloga y mi padre es cocinero.

Por último, voy a hablar de mi vecino. Se llama Pedro y vive solo en una casa que parece más una mansión que casa. Yo no entiendo qué puede hacer con tantas habitaciones. Yo he entrado ya varias veces en la casa pero mis padres no lo saben y mi hermano tampoco, porque ellos dicen que Pedro es una persona muy extraña y muy seria. Lo que mis padres no saben es que conmigo no es tan serio y nos reímos mucho.

Intento ir a su casa siempre que mis padres están trabajando; el problema es que mi hermano está en mi casa pero como está jugando con la pelota no me resulta tan difícil escaparme. Cuando salgo de mi casa tengo que recorrer varios kilómetros para llegar a casa de Pedro. Aunque viva lejos de mí, sigue siendo mi vecino porque su casa y la mía son las únicas que están en todo el campo. Seguramente os estéis preguntando que dónde estudiamos mi hermano y yo. Pues bien, los dos estudiamos en casa, hay días que vienen maestros y otros días hacemos las clases por internet. Ahora estamos en verano, no tenemos clases. Así que yo intento ir todos los días a casa de mi vecino.

Llevo ya una semana visitándole y le veo bastante extraño. Le he preguntado pero me dice que está todo bien. Yo la verdad es que no le creo porque él está muy distinto y parece todos los días que está preocupado por algo. Yo siempre que voy le doy dos o tres vueltas a la casa porque siempre descubro habitaciones nuevas y me encanta recorrerla. Pero ayer cuando fui a recorrerla se lo dije a él como todos los días, porque aunque él ya supiera que yo la recorría me daba cosa no decírselo. Yo me esperaba que me dijera lo de todos los días, que era que sí podía. Entonces fue cuando él me contestó y me dijo que no podía. A mí me parecía muy sospechoso. Entonces le pregunté que por qué no podía, a lo que él me respondió que era porque estaba sucia. Yo me hice la tonta y me fui. De camino a mi casa, le di muchas vueltas a lo que me dijo porque seguía sin creérmelo.

A la mañana siguiente, es decir hoy, me he levantado muy temprano, de hecho mi hermano todavía seguía dormido. Me he tomado rápidamente un zumo de naranja y he ido a su casa. Cuando he llegado he pegado y nadie me ha abierto. Entonces he supuesto que él estaría dormido y así era. Yo he cogido una llave que él tenía escondida para cuando yo fuera y él no me abriera. Cuando he entrado todo parecía normal hasta que he llegado a la cocina. Parece que ha pasado un torbellino por aquí. Está todo o casi todo sacado de los cajones. Se me ha olvidado deciros que a él le encanta la cocina. A mí no se me ocurre que él haya sido capaz de dejar la cocina tan mal porque, de hecho, era su sitio más ordenado de la casa.

Estoy pensando en ordenarla para que cuando se despierte esté más ordenada. Llevo toda la mañana ordenando la cocina y él todavía no se ha despertado. Sé que está dormido porque me he acercado a la puerta de su habitación y está roncando. Como ya es casi la hora de comer y llevo fuera de mi casa varias horas voy a volver porque de lo contrario mi hermano va a empezar a sospechar que no estoy.

He llegado ya a mi casa y me acabo de encontrar a mi hermano.

– Acabas de llegar a casa ¿verdad? Llevo toda la mañana buscándote y no te he encontrado.

– Eh… sí. Acabo de llegar.

– A dónde has ido y por qué no me has avisado, me preguntó Hugo.

No me gusta mentirle pero le he tenido que decir:

– Perdón es que estabas dormido y no te he querido despertar. He ido a dar una vuelta por el campo. Ya sabes que la doy todos los días.

– Es verdad, no me acordaba. Voy a la ducha. Que he estado jugando al fútbol.

He pensado que luego cuando acabe de comer iré otra vez a casa de Pedro porque me ha parecido muy raro lo de la cocina, así que volveré para preguntarle.

Acabo de terminar de comer con mi hermano porque mis padres siguen trabajando, así que le he dicho que voy a dar una vuelta otra vez por el campo, pero esta vez en bicicleta para ir más rápida. Voy llegando a casa de Pedro; me parece muy raro porque acabo de ver un coche con una mujer que no me suena de nada. Y lo más extraño es que parece que va en dirección de la casa de Pedro. Ya voy de vuelta a mi casa porque cuando he llegado a casa de Pedro he visto que la mujer de antes estaba con el coche en la puerta de la casa de mi vecino y se estaba bajando. Entonces me he quedado escondida detrás de un árbol para observar a ver lo que hacía. Cuando se ha bajado ha ido directa a la puerta y ha cogido una llave y la ha abierto, pero la ha abierto como si ya la hubiera abierto antes porque la cerradura de esa puerta está muy dura pero ella la ha abierto rápidamente y ha entrado para la casa. No sé quién es y tampoco Pedro me ha hablado nunca de ella, así que mañana volveré para preguntarle.

Autora del primer capítulo: Lucía Iglesias, 3º de ESO C.

Capítulo 2

He vuelto, la puerta está abierta y el único ruido que se escucha es el viento rozando mientras entra por la ventana del salón. Busco a Pedro por todas partes pero es como si se hubiera desvanecido. Toda su ropa, sus pastillas… todo está en su sitio, no se ha llevado nada.

He intentado explorar la casa de nuevo pero se me ha hecho muy tarde aunque he encontrado una habitación nueva; nunca supe que esta casa tenía un sótano. Voy a volver a mi casa a comer. Esta tarde no puedo volver porque es domingo y mis padres no trabajan; no me van a dejar salir. He cogido una de las llaves que Pedro guardaba en la cocina y lo he cerrado todo; esta situación me preocupa mucho.

Al llegar a casa, mis padres estaban bastante enfadados porque no mandé los trabajos del sábado y me fui a “pasear por el campo”. Les he dicho lo primero que se me ha ocurrido: que la página tuvo un fallo y no me aparecía ninguna tarea ayer, así que esta tarde tengo que hacerlas todas.

Al despertarme he desayunado lo más rápido que he podido y he vuelto a ir. Por suerte, todo está como yo lo había dejado. He buscado por todos sitios una llave que pudiera abrir la puerta del sótano, hasta que al final he encontrado 37 llaves; alguna tiene que abrir. Buscando he encontrado un teléfono lo que es muy raro ya que Pedro odiaba la tecnología, no tenía ni televisión, pasaba los días leyendo y leyendo. Lo cargaré cuando llegue a casa pero mientras voy a descubrir qué es lo que esconde ese sótano al ser la única habitación de toda la casa que está cerrada. ¿Tenía algo que esconder?

Después de un buen rato he podido abrirla y lo que he encontrado me ha dejado boquiabierta. Era como un despacho con muchos documentos, fotos de delincuentes y cartas con la palabra secreto y un número al final. No acabo de entender nada pero estoy escuchando pasos arriba. No es él; sé muy bien cómo suenan sus zapatos viejos de charol. Se escucha más bien el taconeo de una mujer y pasos de más personas. Andan muy rápido, no sé qué puede pasar si me descubren. Tengo que salir de aquí y rápido.

Autora del capítulo 2: Lucía Macías, 3º de ESO C.

Capítulo 3

No sé si fue ese sonido inquietante de los pasos, la incertidumbre o esa sensación que nunca en mi vida había sentido: el miedo. Pero allí estaba yo, paralizada, escuchando cómo empezaba a chirriar la escalera. Justo en ese momento entró Pedro. Mis latidos dieron gracias, casi me explota el corazón. Juraría que escuché un taconeo, murmuré, pero cuando miro detenidamente a Pedro ¡no me lo podía creer! Llevaba tacones e iba vestido con ropa de mujer, tantas lentejuelas no encajaban con un hombre serio como él.

Enseguida le pregunté qué hacía vestido así.

-Me temía que llegase este momento querida, me respondió Pedro. Verás… en este mundo no todo es lo que parece pequeña. ¿Nunca has pensado qué hace un hombre como yo viviendo solo apartado del mundo?

-Suponía que te gustaba el campo y lo natural, le dije.

Entonces, entró un hombre de más o menos la edad de Pedro, sonriendo y gritó:

– ¡Claro que nos gusta lo natural!

Ambos se echaron a reír y yo me uní. Todo fueron risas por un momento. Yo no entendía bien lo que pasaba pero los veía tan felices que me contagiaron ese sentimiento.

-Hola, me llamo Carlos, encantado.

-Yo soy Mandy, le respondí. Bien, ahora que nos conocemos, ¿me podéis explicar qué son todos estos papeles secretos?, agregué.

Pedro sacó unos sillones de debajo de una manta; tenían un poco de polvo pero no me quejé. Se llevaron toda la tarde explicándome todo. El desorden de la cocina se debía a unas recetas novedosas que hacían de vez en cuando. No me quedó claro eso pero como decían que no lo debía saber aún, no insistí. Me explicaron que todos esos papeles son información sobre una mafia o algo así. La verdad es que nunca había escuchado esa palabra. Cuando siguieron hablándome de la mafia parecían tristes y preocupados.

-Esa mafia es una organización criminal que no consiente que personas como nosotros seamos felices juntos, dijo Carlos.

Yo, como no tengo pelos en la lengua, les dije:

-¿Sois novios?

-No exactamente eso, me respondió Pedro, con una sonrisilla que pude observar en su rostro. -Más o menos sí, contradijo Carlos. Nosotros vivimos aquí aislados de toda tecnología para que no nos encuentren. Guárdanos el secreto Mandy…

-¡Por supuesto! No les dejé ni terminar.

Con tanta charla se hizo de noche y tuve que volver a casa. Esa noche no conseguía pegar ojo. ¿Por qué nunca me dijeron mis padres que había hombres que se querían? A la mañana siguiente me puse a hacer deberes y pensé investigar un poco. Colectivo LGTBI. ,Me sonaba a una banda musical. Entré en una web y aprendí muchas cosas. Las personas podemos decidir porque antes que hombre o mujer somos personas. Pero una frase me hizo reflexionar. “Si me pinchas sangro, si te pinchas sangras, tanta discusiones para ver que somos iguales” Realmente yo pensaba que todos eran iguales. Mis padres, los profesores, mi hermanito, todos vestían chalecos elegantes y camisas caras. Yo era más de jugar con las cabras y saltar en los charcos. Si esa frase dijo que todos somos iguales, entonces habrá alguien que se sienta distinto ¿no?

Quién me iba a decir a mí ayer que hoy lo vería todo de otra forma. Solo tengo 10 años y me siento diferente. Pero mientras que yo pensaba mi hermano seguía dándole patadas a un balón. Tan iguales no éramos…

Al cabo de unos días me sentó mi madre a su lado. Tuvimos una charla un poco incómoda. Me empezó a hablar de demonios encarnados y de impuros pensamientos. “¡Mi madre está loca!”, pensé. Siguió haciéndome un montón de preguntas sobre a dónde iba cuando paseaba y cosas por el estilo.

Me harté de sus absurdas ideas y de tanto querer controlarme así que me escapé. Decidí ir a ver a Pedro y Carlos. Me monté en la bici y fui por el camino más corto aunque era el más peligroso que había. Tantos problemas no me iban a traer lo más sencillo, digo yo. A mitad del camino me encontré con un riachuelo; eso nunca estuvo allí. Tuve cuidado y lo crucé por un tronco caído. Proseguí mi camino y cada pedalada que daba me hacía sentir que estaba aún más lejos. Juraría que la casa de Pedro estaba a medio kilómetro como mucho pero ya llevo más de dos horas en bici.

-A lo mejor me he equivocado de camino, pensé.

Sigo pedaleando y no reconozco los caminos; no entiendo nada. Tras un rato la vi a lo lejos. Por fin llego. Abrí la puerta ya que nunca pego al timbre porque no tiene. Qué raro… no hay nadie. Subí a las habitaciones en las que suele estar y nada, han desaparecido. Cuando pensé en volver a casa se me había hecho de noche. No quise ir por los caminos sola tan tarde y en bici, así que me quedé a dormir allí. A la mañana siguiente me di una vuelta por los jardines de la casa por si los veía. Mientras tanto, empecé a escuchar ruidos un tanto extraños. Me acerqué al establo y una yegua estaba degollada. Empecé a tener esa sensación que nunca había sentido. Cogí mi bici y salí pitando a buscar a mis padres. Todo sería mejor si les pido ayuda.

Esta vez el camino se me hizo más corto por la adrenalina o el estrés, aunque no era el mismo que días atrás; todo estaba cambiando mucho. Llegué a casa y mi hermano estaba centrado en el balón, para variar. Entré gritando como una loca; estaba realmente descontrolada y de pronto me paralicé. Desde la mesa goteaba sangre a la alfombra, producía un sonido asqueroso, y había cristales por el suelo. Subí la mirada poco a poco. Mi mente no lo podía comprender. Dos sillas, Pedro, Carlos, llenos de astillas y moretones, los ojos idos, sus caras pálidas, justo detrás mi madre con una sonrisa escalofriante y mi padre con una soga en la mano. Dicen que antes de morir tenemos un último esfuerzo, Pedro lo usó para avisarme. Eran los de la mafia. Un suspiro y un grito…

-¡Huye!

Autor del capítulo 3: Alejandro Valdayo, 3º de ESO C.

Capítulo 4

Me quedé dos segundos paralizada. Estaba en shock pero no podía pensar tanto así que, con el pulso a mil, salí corriendo a la puerta trasera para poder salir ya que en la principal estaban mis padres bloqueando el camino. Corrí lo más rápido que pude. Una zancada, otra y otra. Llegué. No sabía hacia dónde me debía ir; solo quería salir de esa casa, debía salir de esa casa. Un negro miedo profundo me recorrió el cuerpo. La puerta. Cerrada. No sabía qué hacer. La diabólica risa de mi madre en ese momento provocó en mí más miedo todavía. Grité, grité lo más fuerte que pude para ver si mi hermano me podía escuchar. No recibí respuestas de ninguna forma. Estaba sola. Pedro y Carlos, casi muertos, si no lo estaban ya. Mis padres eran unos sociópatas. De mi hermano no sabía nada pero ya me esperaba lo peor.

Una niña de 10 años ahí acorralada, llorando, asustada. Iban a acabar conmigo. Eso pensaban pero no me tenían. Todavía mi madre no había salido de la cocina y escuché que mi padre se fue hacia fuera pero no sé muy bien para qué. Todavía no me tenían. Salí corriendo a mi sótano recordando que allí tenía un lugar secreto que solo yo conocía y tenía una ventana, mi lugar favorito para leer; allí no me molesta nada. Entré y cerré lo mejor que pude para que no pudieran abrir. Salí cuidadosamente por la ventana procurando no hacer ningún tipo de ruido ya que no sabía dónde estaba mi padre. Al salir lo vi y me escondí rápidamente detrás de un arbusto. Él estaba buscando a mi hermano porque gritaba su nombre y no paraba de mirar por todos lados. Pensé que no estaba del todo bien escondida así que caminé despacio hacia el lado para esconderme más, sin apartar la vista de mi padre. De repente mi corazón se paró; sentía que me faltaba la respiración. Toqué un brazo.

-”Hermano, te quiero”- pensé, ya que creía que era mi fin.

Pero no, justamente era él, ¡qué susto me dio! En un despiste de mi padre, salimos corriendo a coger las bicicletas y pedalear como nunca antes para escapar de aquella pesadilla. Sabía que ir a casa de Pedro era una buena opción ya que mis padres nunca habían ido allí, y en caso de que fueran, esa casa tenía muchos sitios secretos que ya me la conocía. Por eso podríamos escondernos fácilmente y pensar con claridad. Pero al dirigirnos a su casa, con tantos nervios, me equivoqué de camino y cogí el más peligroso. Los dos íbamos preocupados pero por ahora no se presentaba nada raro hasta que en medio del camino nos encontramos a una anciana con pelo blanco roto, descalza; llevaba un vestido de color negro, cinturón morado y guantes del mismo color que este y estaba tumbada en medio del camino. Tenía unas gafas rotas al lado del pie izquierdo y un palo al lado del hombro derecho. Daba mucho miedo pero no podíamos volver hacia atrás porque sería perder mucho tiempo y, quizás, nos encontraran, así que decidimos hablarle para ver si estaba viva.

Como mi hermano es el mayor, él fue el que se acercó a preguntar si estaba bien. Con una voz desgarrada contestó que sí, pero necesitaba ayuda para poder levantarse. Mi hermano, aterrado, decidió acercarse a ayudarla rápidamente y se alejó. Nos miró, sonrió y dijo:

-Sé quiénes sois, conmigo estáis a salvo.

Mi hermano y yo nos miramos extrañados y con sensación de terror. Pero ella tenía razón.

¿Os imagínais quién era?

Autora del capítulo 4: Laura Ojeda, 3º de ESO C.

Capítulo 5

Antes de poder darnos cuenta, su apariencia cambió radicalmente dejando en el suelo un disfraz de ancianita y parecía tener un aparato electrónico en el lugar donde estaba la boca; seguramente sería un modulador de voz. No me lo podía creer, ¡era la mujer que vi entrar en casa Pedro aquella vez!

 Me sorprendí mucho ya que, aunque Pedro me ocultaba cosas, nunca me había mentido, ¿Por qué lo habría hecho? ¿Es que no confiaba en mí? ¿O confiaba demasiado? Y lo más importante, ¿quién era Pedro en realidad?

 Sin darme tiempo a preguntar, y viendo lo confusa que estaba, me dijo:

 -Cada cosa a su tiempo y las preguntas para cuando estéis a salvo. Lo único que te diré por ahora es mi nombre de agente, Kayla. –

En un instante nos roció con un perfume extraño a mi hermano y a mí que nos hizo derrumbarnos en un instante al suelo. Lo último que pude ver antes de perder totalmente el conocimiento es como Kayla nos cogió a los dos y salió corriendo en dirección hacia el bosque. Cuando desperté me encontraba en una cama tapada con una sábana blanca delgada como el papel. Miré a mi alrededor; estábamos en una habitación hecha con troncos y mi hermano estaba tumbado en la cama de al lado. Me levanté de la cama y fui hacia una puerta que estaba cerca de un viejo mueble de madera el cual apenas se sostenía en pie. Al abrir la puerta me encontré a Kayla hablando por un teléfono que no había visto nunca; era color gris y tenía forma triangular; en la punta de arriba había un orificio del cual salía una antena, la cual parecía ser la que transmitía la señal.

Kayla me miró y colgó la llamada. Me dijo que me sentara en el sillón y que le hiciese mis preguntas. Ella contestaría las que pudiese contestar.

– Lo primero que me gustaría preguntar es quién es en realidad Pedro, pregunté.

– Es el agente 018, también conocido como Ryan. Es el mejor espía de toda la central y ha sido asignado para detener a la mafia entre la que tú estabas viviendo pero nada podría haber sido posible sin ti, Mandy. Tu verdadero nombre es Lara y tu hermano se llama Álvaro. Sois unos infiltrados de nuestra agencia. Os pusimos en adopción sabiendo que los mafiosos querían unos hijos para que cuando cumplieran la mayoría de edad se uniesen a la mafia. No podíamos detenerlos sin pruebas, así que os borramos los recuerdos y os infiltramos con unas cámaras implantadas en los ojos, pero ahora que habéis visto el supuesto asesinato de Ryan y a nuestro otro agente, podemos culparlos. Por eso nunca te había desvelado Ryan su verdadera identidad. Corría el riesgo de devolverte los recuerdos y echar a perder todo el plan. Lo que Ryan ha hecho siempre es protegernos a los dos, ¿Qué clase de padre sería si dejase a sus hijos sin protección?

Yo me quedé en estado de shock después de escuchar toda esa historia. No sabía que decir. Mi amigo y vecino más cercano era mi padre y mi hermano y yo éramos espías. De pronto, en la entrada de la casa se empezaron a escuchar varios pasos dirigiéndose hacia la puerta. ¿Quién sería?

Autor del capítulo 5: Diego Suero, 3º ESO C.

Capítulo 6

Kaila y yo nos callamos de repente para no alarmar al intruso. Ella se asomó para observar la situación mientras que mi hermano dormía y yo estaba asustada encima de la cama. Sinceramente, seguía bastante tocada por la nueva noticia. Dos minutos después vi entrar a Kaila con un cachorro de perro, una monada. Este parecía más un conejo que un perrito porque tenía las orejas muy grandes, era pequeño y de color marrón clarito. A mí me entró la risa solo al verlo y convencí a Kaila para quedárnoslo (por fin una noticia alegre en este día). Yo seguí hablando con Kaila mientras cogía a nuestro nuevo amiguito que llamamos Bebote. Al momento se despertó mi hermano. Nosotras le contamos todo y se quedó un poco despistado. Yo creo que o no se lo creía o no se lo quería creer. Fuera como fuera, Kaila nos dijo que nos debíamos mover por nuestra seguridad.

Llevábamos ya más de tres horas caminando por el bosque, esquivando matorrales, plantas y de todo, cuando mi hermano propuso sentarnos a descansar y así hicimos (nunca había escuchado una idea tan brillante, pensé). Descansamos junto a un pequeño arroyo durante quince minutos aproximadamente. Allí le dimos agua a Bebote y comenzamos una profunda conversación. Mi hermano comenzó a hacerle preguntas que no entendía a Kaila y yo, mientras, le daba vueltas en la cabeza a una misma idea pregunta: ¿si a Pedro le gustaban los hombres cómo es que nos tuvo? A ver. Tengo diez años pero no soy tonta y no creo que Pedro me mintiera en eso. Se le veía muy feliz con Carlos, la verdad así que en un venazo, lo solté:

-Kaila, ¿a Pedro no le gustan los hombres?

A Kaila se le puso la cara blanca como la leche y comenzó a balbucear.

 

-Bueno, es que hay personas  a las que les gustan los hombres y las mujeres ¿sabes?

Yo no tenía ni idea pero asentí con la cabeza. Entonces, mi hermano se dio cuenta de que Kaila necesitaba decir algo mas; él le soltó un chillido.

-Venga, ¡habla!, le dijo.

-Bueno es que no os lo he contado todo. Vosotros sois los hijos de Pedro pero la verdad es que también sois los míos.

Mi hermano y yo flipamos en colores. después de ese día ya nada nos podría sorprender. Me había enterado de que mis “padres” eran parte de una mafia contra el colectivo LGTBI y que mis verdaderos padres eran unos espías que nos convirtieron en espías y, además, me estoy enterando de que hay personas a las que les gustan los hombres y las mujeres..

Pufff, vaya tela; demasiado para un día.

Después de todo ese lapsus en mi cabeza volvimos a caminar. No sabía por dónde íbamos pero Kaila me dijo que debíamos salir del bosque ya que era propiedad de mis “padres” y nos podían encontrar. No terminó de decir esa frase cuando vi a mi “padre” montado en un árbol.  Yo me quede patidifusa. Se comenzó a reír con esa risa tan malvada y de repente ¡zas! Un brazo me cogió del hombro; era mi “madre”. En ese instante, Bebote comenzó a morderle como si hubiera visto un hueso enorme. Mi madre me soltó y terminó toda arañada y con moratones. Mientras tanto, mi padre intentaba bajar de ese árbol tan estúpido en el que se había montado. No sé si es que quería dar miedo pero eso nos ayudó a escapar y corrimos todo lo que pudimos hasta llegar a una carretera.

Kaila insistió en confrontarlos porque no llegaríamos muy lejos con ellos a diez metros de distancia corriendo detrás nuestra, así que ideamos un plan. Nos metimos en una parte frondosa del bosque y comenzamos a amarrar una especie de cuerdas que traía Kaila. Yo no las vi en ningún momento y al sacarlas me pareció un poco raro pero al momento pensé que era una espía, así que volví a mi tarea de amarrar cuerdas. La idea era formar una especie de red y lo conseguimos rápidamente gracias a mi hermano; en el fondo se le daba muy bien eso de trabajar con las manos aunque siempre estuviera jugando a la pelota con el pie. En fin, en menos de quince minutos teníamos una red lista. La colgamos en un árbol y esperamos a que “mis padres” llegaran. Todo fue muy rápido. No me dio tiempo a esconderme bien cuando “mis padres” llegaron a esa parte del bosque.

-¡Agáchate!, me dijo Kaila.

Al momento pusimos el plan en práctica. Mi hermano saldría hasta donde estaba colocada la red para atraer a “mis padres” como cebo y yo y Kaila los atraparíamos con la red que colgaba del árbol. Así pasó todo. En menos de quince minutos mis “padres” estaban encerrados en una red fabricada por mi hermano; me resultó hasta gracioso. Una vez así comencé a llorar; ni siquiera sabía por qué lloraba pero creo que era por el cúmulo de emociones, así que cogí a Bebote y me senté tranquila en la carretera. No sé pero al terminar de llorar me sentí mucho mejor y comencé a caminar bruscamente hacia la red. Allí estaba Kaila y mi hermano haciendo preguntas a mis “padres”. Yo ni les dirigí ni palabra; me dediqué a mirarlos de la forma más despectiva que sabía y le dije a Kaila:

-¿Ahora qué vamos a hacer?

Ella me sonrió y me dijo que llamaríamos a un amigo suyo que era agente; él se encargaría de todo. Así que como no teníamos ningún teléfono, comenzamos a andar hasta llegar al pueblo más cercano. Estaba cerca ya que estábamos en los límites del bosque. ¡Ah!, por cierto, deberíais haber visto las caras de mis “padres” al irnos de donde estaban y haberlos dejado ahí colgando. Sinceramente, me encantó y más aún después de haber pasado el diíta que habíamos tenido que pasar.

Llegamos a una gasolinera cercana donde pedimos un teléfono y llamamos al amigo de Kaila, nuestra madre. Ella nos dijo que ya venía en camino y después de una hora aproximadamente, la cual nunca olvidaré porque me lo pasé genial, llegó un helicóptero que formó una gran ventisca. Fue impresionante. El helicóptero nos recogió y lo guiamos hasta donde estaban nuestros “padres”. Mientras, Kaila nos presentó a su amigo Luis que riñó a Bebote por asomar la cabeza por la ventana. Tal fue la sorpresa que al llegar al lugar donde estaba la red la encontramos rajada y sin ninguno de nuestros “padres”. Se me cambió la cara

-¿Cómo han escapado?, pregunté furiosa.

Eso fue un misterio pero hoy en día sigo preocupada por saber dónde estarán esos tipos que se hacían llamar mis “padres” y tengo un poco de miedo. En cuanto a mi hermano y a mí, nos devolvieron nuestros recuerdos y entramos en una academia de espías, que nos prepara para el futuro. Ahora vivimos con mi madre Kaila, Bebote y su novio Luis en Italia, donde mis “padres” nunca nos encontrarán. Kaila y Luis nos quieren mucho y nos lo pasamos genial juntos. Además hemos comenzado a ir a un colegio donde hay también un instituto para mi hermano, así que nos vamos andando juntos todos los días. Por desgracia mi hermano no pudo conocer a nuestro padre pero yo le he contado sobre él y todos los días lo recordamos como el hombre que nos salvó de nuestros “padres”.

Autora del capítulo 6: Natalia Jiménez, 3º de ESO B.

Actividades de lectura, 15 de mayo. ¡Atrévete a leer!

ACTIVIDADES EN TORNO A LA LECTURA. 15 DE MAYO. ¡Atrévete a leer!

¡Celebramos lo maravilloso que es leer aunque con un poco de retraso! La situación actual nos ha obligado a posponerlo todo pero no por ello vamos a dejar pasar la oportunidad de divertirnos con los libros. Por eso, os planteamos dedicar la mañana de hoy viernes (15 de mayo) a jugar con los libros, a inventar historias y a reflexionar sobre ellas. Lee todas las entradas en las que se explican las actividades planteadas para la mañana de hoy y elige la que más te gusta. ¡También puedes hacer más de una! ¡Incluso puedes hacerlas todas! No hay límite de tiempo y puedes hacerlas en el orden que quieras. Se trata de que te diviertas con la actividad o actividades que más te gusten. Lee bien todas las instrucciones y si tienes dudas pregúntalas a través del correo elena. oliveros.martinez@institutodh.net. ¡Ánimo y disfrutar! ¡Deja volar tu imaginación!

 

1º ACTIVIDAD. Buscando a Galdós. Breakout en torno a la figura de Benito Pérez Galdós.

Este año se conmemora el primer centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós, canario de cuna pero afincado en Madrid desde su juventud, y uno de los novelistas españoles más importantes de todos los tiempos. Su novela se enmarca en el realismo español y se erige como una pieza clave para conocer la sociedad de la segunda mitad del siglo XIX ya que Galdós, además de un gran novelista, fue periodista y diputado durante años.

Por ello, este año le “debemos” a Galdós un poco de nuestro tiempo. Os proponemos un juego: breakhout «Buscando a Galdós». Es parecida a un scape room pero aquí el objetivo es abrir una caja fuerte. La idea es que consigáis el reto sin cometer errores (ir probando todas las opciones no tendría tanta gracia), para ello buscad la información que necesitéis a través de internet. Esperamos que os resulte divertida y que aprendáis un poco.

Pinchad en el siguiente enlace para realizar la actividad: 

«Buscando a Galdós»

Para conocer qué alumnos han realizado la actividad,  os pedimos que, una vez terminada, cumpliementéis el siguiente cuestionario. Es muy breve, sólo dos preguntas:

Cuestionario sobre la actividad anterior

2ª ACTIVIDAD. Cuento encadenado.

La escritura creativa dejando volar nuestra imaginación siempre es divertida pero ¿imaginas unir tu imaginación con la de todos tus amigos? Te invitamos a escribir un cuento encadenado. Organízate en grupos con algunos de tus compañeros (no se recomienda que el grupo sea muy numeroso) de forma que cada uno de vosotros escriba un capítulo de vuestro cuento. Para hacer esta actividad en la mañana de hoy, se propone la escritura de capítulos cortos que puedan pasar en 15 o 20 minutos al resto de autores. El primer autor deberá enviar el primer capítulo al segundo autor (uno de los integrantes del grupo que él mismo decida). El segundo autor, cuando escriba el segundo capítulo, deberá enviar el primer y segundo capítulo al tercer autor; y así sucesivamente con todos los integrantes del grupo. A buen seguro, la historia se desarrollará y terminará de forma muy distinta a como la había imaginado el primer autor.

Debéis mandar vuestros cuentos encadenados a la dirección elena.oliveros.martinez@institutodh.net . Recuerda indicar en el correo, tu nombre, apellidos y tu curso. Poned mucha atención en la ortografía, en la expresión, en la puntuación pero sobre todo ¡dejad volar vuestra imaginación! ¡Diviértete escribiendo!

3ª ACTIVIDAD. Los ‘profes’ recomiendan libros. ¿Cuál es tu preferido?

El claustro del centro vuelve a saludaros pero, esta vez, la razón es mucho más alegre. Pincha aquí y podéis ver un vídeo en el que vuestros “profes” os recomiendan libros para leer. Esperamos que estas recomendaciones os sirvan para ampliar vuestra lista de libros pendientes y que empecéis a leer cuanto antes. Si quieres, puedes poner un comentario a esta entrada del blog diciendo cuál de los libros que se recomiendan en el vídeo te gusta más o cuál de ellos vas a leer. Quizás ya has leído alguno; en ese caso, estaría bien que tú mismo escribieras un comentario recomendando, también, ese libro a tus compañeros. O, por el contrario, te gustaría recomendar otro libro que sí has leído pero no aparece en el vídeo. ¡No te cortes y hazlo tú mismo! ¡Seguro que muchos de tus compañeros te lo agradecerán porque muchos de vosotros compartís aficiones y preferencias lectoras!

4ª ACTIVIDAD. ¡Jugamos con los libros que tenemos en casa! 

¡Seguimos jugando con los libros! En esta actividad os proponemos una divertida aventura usando los libros que tenéis en casa para construir nuestra propia historia. Elige algunos de los libros que tengas en tu estantería y crea tu propio cuento usando como hilos conductores los títulos de esos libros que has elegido. Si pinchas aquí verás un vídeo en el que se presentan varios ejemplos de esta actividad. ¡Juega con los títulos de los libros y crea una historia completamente diferente a la historia que hay en cada uno de esos libros! Como ves en el ejemplo, solo tienes que grabar los libros y tu voz; tú no debes salir en el vídeo.

Cuando hayas terminado el vídeo, mándalo a la elena.oliveros.martinez@institutodh.net. Los trabajos entregados se colgarán en este blog para que todos podamos disfrutar de ellos. Recuerda indicar en el correo, tu nombre, apellidos y tu curso. No hagas el vídeo muy largo, no es necesario. Construye una historia corta y bien guiada a través de los títulos de los libros.

5ª ACTIVIDAD. ¡Nos ponemos profundos! Ilustramos nuestras citas favoritas.

En esta actividad, os animamos a elegir citas de vuestros libros favoritos (también lo podríais hacer con un verso que os guste mucho) y a ilustrarlas a modo de cartel, creando una imagen que nos podáis mandar mediante una foto o escaneo. Para ello, podéis hacer algún dibujo junto a la cita o, simplemente, poner las letras de forma bonita.

En la ilustración, indicadnos el libro del que la habéis extraído y el autor del mismo. No olvidéis poner también vuestro nombre y curso para que os podamos identificar.

Enviadnos vuestros trabajos al correo del orientador:

orientador.dh@institutodh.net

Con todas las ilustraciones, realizaremos un vídeo que publicaremos posteriormente.

Animaos a participar. Estamos seguros que tenéis mucho arte que mostrar y que será una actividad muy satisfactoria.