Lo único malo, la lluvia
Bueno, ha llegado el final de esta experiencia, me llevo a gente maravillosa que he conocido, especialmente mis compañeros de piso y una empresa de prácticas que me ha tratado genial.
No podría haber tenido mejor ciudad de destino que Budapest, una ciudad en la que puedes hacer cualquier plan y visitar de todo, ver monumentos, ir picnic, salir de fiesta, etc., ya sea de día o de noche.
Aunque al principio se hace duro, ya que te ves solo en otra ciudad, sin conocer a nadie y tienes que buscarte la vida tú solo, luego te acostumbras y aprendes a soltarte y el tiempo que tienes que estar aquí se pasa volando. Por no dejar sin decir nada malo, la lluvia sí que ha fastidiado a veces algún que otro plan, pero por lo demás todo bien.