Arreglo robots inteligentes de limpieza. Edgar en Alemania.
Llevamos casi 1 mes en Bautzen. Nada más llegar lo primero que noté fue que hacía más frío que en España. El primer día fue bastante largo; vuelo, autobús y la espera de cada uno. Cuando llegamos a Bautzen nos explicaron un poco como era el tema del horario, aquí abre todo más temprano y cierra antes. Los domingos casi todo cierra, pero hay algunos restaurantes abiertos a los que poder ir. Lo mejor es que no te tienes que preocupar por el piso y la comida, esto lo pone la empresa. Cada 2 semanas hacemos una compra con la encargada de nosotros en el Erasmus.
El primer lunes llegamos a las 8 de la mañana y nos explicaron cómo funcionaba la empresa, donde íbamos a trabajar, de qué íbamos a trabajar y demás, la empresa «LetMeRepair» se encarga de las reparaciones de electrodomésticos. Me asignaron un sitio y a mi compañero otro, yo me encargaba de arreglar robots inteligentes de limpieza (rumbas). La gente de la empresa es muy agradable y hay muchos polacos, todos muy agradables, el ambiente de trabajo es muy bueno. Bautzen está cerca de la frontera con Polonia y justo en la frontera hay una ciudad polaca, todos son de allí, pero también hay bastantes alemanes, siendo obvio, ya que es un pueblo alemán.
El trabajo no tiene horario fijo, son 8 horas cada día, mientras cumplas el tiempo da igual como lo dividas. Lo mejor es del tirón las 8 para luego tener la tarde libre, yo voy de 7-15. El trabajo no es complicado, y con saber algo de inglés te puedes comunicar y te pueden explicar bien.
La ciudad es bonita, pero no tiene mucho que ofrecer la verdad, por mí parte me apunté al gimnasio y así ocupo un poco del tiempo algunas tardes. Se podría considerar como una ciudad aburrida, puede que más adelante descubra que puede ofrecer algo más interesante o emocionante. Recomiendo que si puedes visites algún lugar, cerca de aquí hay sitios para ver, que podrían ser interesantes, de esta forma aprovechas y ves un poco Alemania u alguna otra ciudad de otro país cercano.
De Edgar Cuenca en Alemania.
