“Carpintero de calafate”, proyecto patrimonio del IES Las Lagunas
En el IES Las Lagunas de Mijas llevan varios años trabajando dentro del programa patrimonio, con el fin de fomentar el Patrimonio local, provincial, regional y nacional. Desde diversas asignaturas se ha fomentado materias que se han dedicado al estudio de la epigrafía, numimática y documentación así como a la arquelogía, a conocer el patrimonio nacional ( rutas turísticas ) y el patrimonio de Andalucía.
Todo este trabajo de investigación está siendo recogido en una página web.
Os dejamos con uno de sus artículos donde recuerdan los astilleros de jabegotes que durante mucho tiempo formaron parte de la actividad industril de Málaga.
Carpintero de calafate
El curso anterior trabajamos la revolución industrial en Málaga, pero dejamos a un lado la construcción naval que fue otro de los sectores que se desarrolló durante la industrialización malagueña. Para el REA Somos la revolución y dentro de nuestro proyecto de Vivir y Sentir el Patrimonio basado en cuatro oficios con sabor a mar, hemos retomado el tema y nos hemos centrado en los principios de la construcción naval de Málaga. Hemos puesto el centro en los antiguos Astilleros y en la barcaza de origen fenicio que aún perdura en nuestra provincia: la jábega. En nuestra documentación sobre el tema, nos hemos encontrado que ese nombre es compartido con un arte de pesca, con un palo flamenco y con un oficio marinero. A medida que nos hemos ido adentrando en esta actividad nos hemos ido emocionando y documentando en todos esos temas, manteniendo siempre presente que nuestro objetivo central era centrarnos en un personaje relacionado con nuestra provincia y con nuestro eje que seguía siendo la industrialización: un carpintero de calafate.
Esta actividad industrial, los Astilleros, solo sufren el parón de la Guerra Civil. Actualmente sobreviven en el Barrio malagueño de Pedregalejo incluido en el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía. Barrio que sigue manteniendo su sabor marinero: estrechas calles donde las relaciones humanas se favorecen. Pasear por él es una sinfonía de olores: biznagas, espetos, salitre, …Olor a mar, a ese mar que ordena a este sector económico englobando gastronomía, oficios, cultura, arte, … Nuestro Mediterráneo.
El barco en Málaga se asocia al aprovechamiento de recursos, al transporte y al intercambio cultural. En este sentido, unido a estas construcciones navales, nos hemos encontrado con la oportunidad de recuperar de la memoria cultural malagueña a:
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Los MARENGOS de nuestra Málaga marinera. Jabegotes, pescaores, calafates, bogaores, mandaores, cenacheros…, en la jerga de estas buenas gentes.
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Su barcaza, la jábega, que nos remota a nuestro pasado fenicio.
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El cante marengo, cante por jabegote.
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El arte de la red, jabegote, rebalaje o boliche, arte del copo. Pesca sostenible de sardinas y boquerones.
Estamos a tiempo de no perderlo del todo. Rescatemos parte de estos bienes patrimoniales y proyectémoslo al futuro
Quizás se haga un poco necesario rescatar de la historia la Carpintería de Ribera en Andalucía. Está documentada en las pinturas rupestres de Jimena de la Frontera (Cádiz), donde se representa una serie de barcas y una estructura que podemos tomar como un posible astillero.
Astilleros era un arte que se hacía en la playa desde tiempos inmemoriales. En Málaga, ya en 1776, tenemos documentación de los jabegotes en el Archivo Municipal. El 27 de octubre de 1777 se fecha el Manifiesto por Málaga (Bernardo Montalvo y Saavedra) y la danza de calafates y carpinteros de riberas vestidos de indios para celebrar la llegada de Carlos III al trono. Hacia 1830 se habla de proporcionar víveres mediante barcazas a los barcos fondeados en las costas malagueñas. En 1880 son utilizadas para transportar las piedras que se usarán en la ampliación del Puerto de Málaga. A partir de 1895 se multiplican los documentos gráficos de estas barcas de carpintería.
Conocemos el nombre de los Astilleros “Don Pascual”, “El Cabo Páez”, “Varadero del Carmen”, “Crossa”, “Juaristi” y “Astilleros Nereo”. Estos últimos sobreviven y, desde 2008, se encuentra inscrito en el Catálogo del Patrimonio Histórico de Andalucía. También forma parte del Plan Nacional del Patrimonio Industrial por tener sus instalaciones más de 100 años. Todavía conservan sus infraestructuras necesarias: instalaciones inmuebles, taller, espacio al aire libre para acabar el trabajo y la playa de varada para botar el barco.
Pero, ¿qué es la carpintería de ribera o de calafate?
La carpintería de ribera o de calafate es una actividad artesanal consistente en la construcción de jabegas. Estas embarcaciones típicas de Málaga están adaptadas a los servicios que nos ofrece el medio y ligadas a nuestras tradiciones. Su mantenimiento se hacía en la playa, en talleres o astilleros y se realiza en “chambaos” al aire libre.
Como vimos más arriba, la jábega se conoce desde época de los fenicios. Pero será a lo largo de la edad media y moderna cuando se desarrolle esta actividad constructora.
El oficio de calafateo está unido a otras actividades pesqueras y con el legado patrimonial pesquero, con los que comparte valores.
Los constructores de las jábegas, los carpinteros de calafates y de ribera, han pasado a engrosar la lista de oficios en extinción. En Málaga solo conocemos dos que trabajan en el calafateo de ribera, ambos en las playas de El Palo.
Un ejemplo de un carpintero de calafate malagueño Juan Crossa de Médicis
Gabriel Crossa llega a Málaga en el siglo XIX y establece unos astilleros en las playas de San Andrés. Posteriormente lo trasladaría a Pedregalejo.
Oriundo de Génova, llega en barco y se asienta en El Perchel malagueño en 1720. Entroncaron con los De Médicis familia procedente de Roma, que llegaron al puerto de Málaga en el siglo XVIII. Fruto de esta unión fue el malagueño Juan Crossa de Médicis, nacido el 7 de agosto de 1896 en la actual calle Tomás Heredia, donde se encontraban los Astilleros familiares “Nuestra Señora del Carmen”, desde 1880. Mismos astilleros que anteriormente se encontraban en la Playa de San Andrés (El Bulto) y que, finalmente, en 1954, se trasladaron a Pedregalejo, donde se encuentra el Astillero Nereo. En 1961 se cerraron.
Juan Crossa se convirtió en un famoso carpintero de calafate en el siglo XX. Durante la Guerra civil, los astilleros sufrieron una crisis y fueron confiscados por la FAI. En 1937, en plena guerra salvó su vida de milagro (explotó una lancha alemana que reparaba).
Con el tiempo, estos astilleros reparaban el melillero de la compañía Transmediterránea, ya entrando en competencia de otros astilleros (Ansorena y Vazquiña)
En este Padlet añadimos el trabajo realizado por el alumnado para llegar a la figura de Juan Crossa.