Método de extracción y transporte de un mosaico.

Puede ser que alguna vez te has preguntado cómo han trasladado un suelo de mosaico desde una excavación arqueológica a un museo.

La extracción/arranque y traslado de los mosaicos a un lugar que presente buenas condiciones de conservación tiene como objetivo la conservación y la preservación de los materiales existentes

Antes de cualquier intervención de consevación y/o restauración, se deben realizar estudios previos y recopilación de documentación, que en el caso de los mosaicos suele tratarse de estudios de luz, estudios planimétricos para el despiece, etc.

Los trabajos de arranque comienzan con una limpieza de la superficie como acción conservativa, ya que el acúmulo de tierra, fango y plantas propician la aceleración de los agentes de deterioro. Además, dicha limpieza permite una lectura completa de la superficie de los mosaicos, así como favorece el agarre de las gasas de protección que posteriormente se extenderán sobre él para asegurar y proteger las teselas durante la extracción.

Primeramente, se procede a una limpieza mecánica en seco. Posteriormente, se realiza una limpieza física en medio húmedo para eliminar el verdín y el fango. Como conservación preventiva, se suele aplicar una solución biocida para eliminar la presencia de agentes biológicos.

Para proceder al arranque es necesario un engasado. Una vez realizado y secado éste, se procede a marcar el despiece de los distintos fragmentos. El objetivo principal es separar las teselas de su soporte llevándose consigo la menos cantidad posible de nucleus. Los fragmentos se separan mediante bisturí.

Todo el proceso está explicado en este vídeo.

 

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