Puntos suspensivos

Este curso tan excepcional ha llegado a su fin. Los pasillos vuelven a estar en silencio, las sillas subidas, las pizarras limpias, las tizas guardadas. Papeleras vacías, luces apagadas. Hace ya 9 meses que vosotros disteis vida al instituto con vuestras risas, y con el eco de vuestras voces vibró de nuevo el suelo, vibraron las paredes. Volvimos a clase para hacer historia.

Comenzamos con unas normas que nos distanciaban, pero aprendimos a acercarnos de otras formas: nos hemos comunicado con la voz y con la mirada. Y entre mascarillas, desinfectantes y flechas en el suelo, he aprendido a ver vuestras sonrisas, vuestras dudas y confidencias. A ayudaros sin daros la mano. A oír vuestros miedos y vuestras habilidades.

Y entre mis manías y dobles sentidos, entre mi nerviosismo, mi tardanza y mi orden; vosotros habéis aprendido de todo eso y, de paso, algo de inglés. Ya sabéis que he reído cuando os debía regañar, que os he guiñado el ojo y sacado la lengua bajo la mascarilla. He cantado, he disfrutado de vuestra compañía.

 

Gracias por aceptarme como vuestra maestra, vuestra tutora. No dudéis de vuestra valentía para conseguir lo que os propongáis, de vuestro coraje para cambiarlo todo.

 

Y esto no ha hecho más que empezar.

Enhorabuena. Seguid cambiando el mundo.

 

Os quiere, vuestra teacher.

 

Inmaculada T.

 

 

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1 respuesta

  1. María José dice:

    Preciosas palabras, gracias por todo!!!!!

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