HABLAMOS DE COMPETENCIAS

¿QUÉ ES EL TRABAJO POR COMPETENCIAS?

El nuevo marco legislativo contempla como elemento estratégico y vertebrador la integración de las “Competencias Clave” y es importante saber que éstas no son un “nuevo invento” del sistema educativo español sino que son consideradas como elemento curricular clave en el Marco Europeo. De hecho, prácticamente todos los países desarrollados se encuentran o se han encontrado inmersos en los últimos años en procesos de trasformación de sus sistemas educativos, enfocados todos ellos a conseguir un alumnado “competente”.

Así, se entiende por competencia la aplicación práctica del conjunto de capacidades, conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que intervienen de forma integrada para dar respuesta a demandas complejas y trasferir los aprendizajes a diferentes contextos. Estas competencias clave son ocho:

  1. Comunicación lingüística.
  2. Competencia matemática.
  3. Competencias básicas en ciencia y tecnología.
  4. Competencia digital.
  5. Aprender a aprender.
  6. Competencias sociales y cívicas.
  7. Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.
  8. Conciencia y expresiones culturales.


Pero ¿cómo conseguimos que nuestro alumnado sea competente en matemáticas, tenga sentido de iniciativa, sea competente en comunicación lingüística…?

Pues para conseguirlo se necesita un cambio de actitud y mentalidad del profesorado, que empieza por recibir una formación adecuada para poder adaptarnos a este planteamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje, formación que hemos llevado a cabo durante el curso pasado 2014-2015 y que continuamos con ella en el presente curso 2015-2016, y que continúa por nuestro empeño y esfuerzo para su desarrollo práctico.

Para la adquisición de las competencias, nuestras programaciones didácticas se estructurarán en torno a actividades y tareas de aprendizaje que permitan al alumnado la puesta en práctica del conocimiento dentro de contextos diversos y que posibiliten, fomenten y desarrollen conexiones con las prácticas sociales y culturales de la comunidad.

Lo que se pretende con el cambio es que lo aprendido en la escuela sea una puesta en práctica de lo aprendido en su entorno y viceversa. Para entenderlo mejor vamos a poner un ejemplo… “¿Sabría un alumno comprar el billete para un viaje en autobús?”

Para comprar un billete de autobús no sólo basta con realizar un problema del tipo “Tengo 5 euros, el billete cuesta 2 euros ¿cuánto dinero me sobra?” que podemos encontrar en cualquier libro de texto, sino que en una situación real, la cual se debe plasmar en la escuela, el alumno/a necesita primero ser competente en comunicación lingüística (saber dirigirse y saludar, solicitar información de horarios, preguntar el precio…), ser competente en matemáticas para manejar el dinero (con qué billetes o monedas puede pagar, saber si tiene suficientes monedas, saber si le han dado bien el vuelto…), tener competencia social y cívica para saber mirar billete (la hora de salida del autobús, su número de asiento…)

Todas estas competencias son las que pretendemos alcanzar con este cambio, aunque resulta obvio que este aprendizaje por competencias es un aprendizaje a lo largo de la vida, el cual empieza desde las primeras etapas de la educación, donde nosotros tomamos parte.

¿QUÉ CAMBIOS IMPLICA EL TRABAJO POR COMPETENCIAS?

Tanto para el profesorado como para las familias es importante comprender las implicaciones que la nueva legislación educativa tiene en nuestra práctica docente y que inciden directamente en la metodología con nuestros alumnos.  Pero antes hay que tener claros algunos conceptos que incorpora dicha legislación.

Es en el Decreto 97/2015, de 3 de marzo, por el que se establece la ordenación y el currículo de la educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Andalucía donde podemos encontrar las directrices y conceptos generales que pretendemos aclarar y que implican un cambio metodológico.

Por un lado, se entiende por COMPETENCIA CLAVE una combinación de habilidades, prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes, emociones, y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz. Se entienden como conocimiento en la práctica, adquirido a través de la participación activa en prácticas sociales que se pueden desarrollar tanto en el contexto educativo formal, a través del currículo, como en los contextos educativos no formales e informales.

Centrándonos en los CAMBIOS METODOLÓGICOS, la metodología tendrá un carácter fundamentalmente activo, motivador y participativo, partirá de los intereses del alumnado, favorecerá el trabajo individual, cooperativo y el aprendizaje entre iguales, e integrará referencias a la vida cotidiana y al entorno inmediato.

¿CÓMO CONSEGUIMOS DESDE LA ESCUELA QUE NUESTROS ALUMNOS SEAN COMPETENTES EN SU VIDA CONTIDIANA Y EN SU ENTORNO?

La respuesta la encontramos también en las orientaciones metodológicas recogidas en el citado Decreto 97/2015, de 3 de marzo, que expresa que “para la adquisición de las competencias, las programaciones didácticas estructurarán los elementos del currículo en torno a actividades y tareas de aprendizaje que permitan al alumnado la puesta en práctica del conocimiento dentro de contextos diversos” y, además “las programaciones didácticas de todas las áreas incluirán actividades y tareas en las que el alumnado leerá, escribirá y se expresará de forma oral, así como hará uso de las tecnologías de la Información y la comunicación”.

Es aquí donde se encuentra el “quid de la cuestión”… la estructuración en torno a tareas, las actividades y los ejercicios. Vamos a aclarar, entonces, éstos conceptos.

Los EJERCICIOS están ligados especialmente a conceptos (contenidos) poco contextualizados, que nos permiten comprobar el dominio o manejo de un determinado conocimiento, como por ejemplo, realizar sumas, memorizas, copiar frases…

Las ACTIVIDADES son un paso más e implican la utilización de algún conocimiento de una forma diferente, como es relacionar, comparar, leer un cuento con la entonación adecuada…

Las TAREAS representan una práctica de vida, con un producto relevante, plenamente contextualiza en una práctica social del entorno del alumnado. Supondrá la resolución y actuación en una situación-problema dentro de un contexto definido. Algunos ejemplos pueden ser preparar un cartel informativo de las actividades que realizamos en el centro o elaborar un menú saludable.

Con esta aproximación teórica pretendemos que nuestra intervención didáctica se vea favorecida y sea entendida por todos vosotros, que desde el ámbito familiar adquirís un importante papel para que nuestro trabajo con vuestros hijos/as tenga un resultado exitoso, motivacional y, sobre todo, funcional para ellos.

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