B- CONCIENCIA FONOLÓGICA
¿Para qué sirve la conciencia fonológica?
La relación entre conciencia fonológica y lecto-escritura es bidireccional puesto que la conciencia fonológica favorece la adquisición de la lecto-escritura y su enseñanza desarrolla dicha conciencia. Las dificultades en las habilidades fonológicas parecen estar en el origen de muchos trastornos de aprendizaje, de modo que su práctica en clase no sólo puede ayudar a prevenir problemas en etapas futuras, sino que también permite saber de forma temprana que alumnos tienen mayor riesgo de tener un trastorno de aprendizaje que afecte a la lectura y la escritura. La enseñanza del conocimiento fonológico mejora el rendimiento en lectura en la etapa de infantil y de primaria, tanto en niños que progresan normalmente, como en el alumnado que está en riesgo de tener dificultades específicas para leer. Consideramos que la enseñanza fonética de la lectura ha demostrado ser muy eficaz en la mejora de las dificultades específicas de la lectura y de la escritura. Así mismo ayuda a su prevención
Material para trabajar la conciencia fonológica del centro de recursos del Gobierno de Navarra.
Programa de conciencia fonológica
A continuación, se presenta un programa de CATEDU- ARASAAC para manipular sonidos y para establecer la conciencia fonológica mediante contrastes; es de carácter motivador y a la vez que motiva el alumnado tiene la oportunidad de crear las bases de la lectura y escritura.
DISCRIMINACION_FONETICA_OPOSICIONES_FONOLOGICAS.exe
Mariam cobo y Auxi Sánchez abordan estos aspectos en su blog, para construir un aprendizaje sólido.
¿En qué consiste trabajar la conciencia fonológica?
- Presentación del Blog de las 9 letras.
El trabajo relacionado con la conciencia fonológica pretende ejercitar la percepción de las estructuras básicas que relacionan el lenguaje hablado y el escrito. Supone aprender a identificar los fonemas como expresiones sonoras básicas, su agrupamiento en sílabas y su ordenada combinación formando palabras, unidad básica de significado. El adecuado conocimiento y manejo de estas unidades básicas intercambiables como material constructivo de todo el lenguaje oral y escrito es fundamental para el correcto aprendizaje de la lectura y la escritura.