El IES Pedro Espinosa de Antequera representa a España en la Global Science Opera
La Global Science Opera (GSO) es una iniciativa surgida del Año Internacional de la Luz 2015, respaldado por las Naciones Unidas. Esta colaboración internacional, que comenzó con “SkyLight”, fusiona creatividad, ciencia y educación en un enfoque global y democrático. Involucra a escuelas, universidades y diversas instituciones en un esfuerzo conjunto.
La GSO promueve la interacción sin jerarquías rígidas, fomentando la democracia, el respeto y la amistad. Además, ha sido un proyecto emblemático en diversos programas de investigación y formación de profesores. Inspirada en la profesora Anna Craft, la GSO busca integrar la creatividad en la educación científica de una manera innovadora y colaborativa.
En este proyecto participan un total de 46 países de todos los continentes, entre los que se encuentra España.
MÁLAGA EN LA GLOBAL SCIENCE OPERA 2023
En la edición de este año 2023, ha participado el IES Pedro Espinosa de Antequera en representación de nuestro país.
La docente malagueña Mª Matilde Ariza, que fue galardonada con el Premio Enseñanza y Divulgación de la Física en 2020 por la Real Sociedad de la Física por “sus numerosas y variadas actividades para la mejora de la docencia de la Física y de la Química”, es la que está al frente de esta nueva iniciativa con la que pretende llevar acercar a sus alumnos a las ciencias y divulgar el trabajo que lleva a cabo en su labor docente más allá de las aulas.
Ha sido propio el alumnado el encargado de elaborar la letra y la música de estilo rap acompañada de una perfomance que tiene como escenarios tanto las instalaciones del centro educativo como los exteriores del museo de los Dólmenes de Antequera. Se trata de un gran centro ritual que cuenta con algunas de las más antiguas y originales formas de monumentalización paisajística mediante integración de la arquitectura megalítica y la naturaleza de la que se tiene conocimiento de toda la Prehistoria mundial.
INICIATIVA Y PARTICIPACIÓN
El alumnado del IES “Pedro Espinosa” ha trabajado en equipo desde el mes de mayo hasta principios de noviembre en la elaboración de todos los materiales relacionados con su participación en la GSO 2023.
Como se trataba de enseñar el universo, se utilizaron los instrumentos caseros con materiales reciclados que se estaban realizando para aprender y medir magnitudes físicas de los cuerpos celestes.
Se empezó por construir cada alumno su contador de estrellas a partir de un folio agujereado con un círculo de 8cm de radio, plastificándolo después que se hubiera decorado. Esto permitía contar las estrellas a partir de la media de las que se vieran a través del círculo y multiplicándola por cien, una vez que se ha focalizado a varias partes del cielo, cuantas más, mejor pues el resultado es más fiable.
Siguieron con la construcción de la regla MUVIPA, consistente en una regla de 30cm reciclada en la que se hace un agujero en el centro con una barrena y por el que se pasa un hilo de cáñamo lo suficientemente largo para que se extienda el brazo al máximo y así, guiñando el ojo se puede advertir que cada centímetro de distancia que se encuentren dos estrellas, se considera que están a 2º de distancia, ya que se mide en grados. Para que los números se vean claramente al anochecer, se pega un papel blanco detrás de los números de la regla.
De la misma forma, crearon el transportador MUVIPA, para calcular la latitud de los cuerpos celestes, agujereando un transportador en desuso por el que se introducía un hilo al que se colgaba una tuerca para tensarlo. Se pegaba también un papel blanco para visualizar mejor los números y en la parte recta se pegaba una pajita por donde se miraba a la estrella. Según su inclinación, ya se sabía la latitud.
Cada estudiante también construyó su particular reloj de sol a través de un tablero de madera de chapón, algunos de cartón fuerte, decorado y con los números romanos que los hacían más auténticos. Como dato importante, se debe añadir una varilla vertical o gnomon, que debía formar 37º con el tablero por ser la latitud de Antequera.
Se realizaron sistemas solares con esferas de distintos tamaños y se decoraron imitando al sol y a los planetas en tamaño y en la distancia entre ellos. Los hicieron de tamaños muy diversos y con inscripciones para dar más información.
Se coleccionaron las cajas de cartón de los paquetes de folios del instituto, previamente forrados con papel blanco, para que sirvieran como soporte a las 88 constelaciones, que se dibujaron previamente en un folio cada una de ellas y que se completaron en otro folio con el personaje o divinidad mitológica u objeto correspondiente, para luego plastificar ambos folios y pegarlos a cada una de las caras de la caja de cartón. En total 22 cajas contribuyeron a las 88 constelaciones en sus laterales, haciendo una peana con recipientes de plástico reciclado y en la parte superior una inscripción de qué tipo de constelación se trataba.
Se elaboraron planisferios grandes para efectuar las mediciones y, además, cada alumno se hizo el suyo para contemplar el cielo, donde tuvieron que recortar, pegar y plastificar cada una de las tres piezas que lo conforman. Es importante hacer coincidir las dos líneas graduadas en el día y la hora correspondiente a la medición, así como orientar el planisferio siempre hacia el sur para identificar las estrellas.
Como el producto final debía conectar ciencia y arte, todo original, la profesora Mª Matilde Ariza Montes escribió una canción, donde explicaba el procedimiento para enseñar el universo a partir de los materiales caseros utilizados y cuya música fue compuesta por el alumno de Física, José Castillo Pérez. Todo ello, debía visualizarse con una coreografía, que dirigió por la profesora de Educación Física, Eva Mª Peláez Barrios y que el alumnado de 4º ESO, portadores de los instrumentos caseros, y de 1º Bachillerato, portadores de las constelaciones, realizaron en los distintos patios del instituto y en las instalaciones de los dólmenes de Antequera, Patrimonio Mundial de la Humanidad.
De esta forma, se elaboró un vídeo, cuya edición corrió a cargo de los alumnos Rodrigo Olmedo Espejo y Verónica Paredes Guerra, en el que se puede observar al alumnado bailando y portando los materiales fabricados de forma casera y cuya sencillez no resta importancia a las medidas que con ellos se consiguen.
Junto al profesorado, todo un reto, todo un trabajo en equipo, todo un logro de cientos de alumnos con un solo objetivo: conseguir estar en la Global Science Opera y el 20 de noviembre de 2023, Día Internacional de los Derechos del Niño, su ilusión, su entusiasmo y su tesón lo hicieron posible.
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