Humanidad y Humanidades
En la enseñanza tradicional de las asignaturas de Cultura Clásica, Latín o Griego, abunda la convicción de que gracias a ellas quienes las estudian son más sabios, más cultivados, más profundos. Prácticamente todo lo que se enseña del legado clásico viene siendo aderezado tradicionalmente con una buena dosis de idealismo y de romanticismo, heredados también.
Sin embargo, si lo que enseñamos como pasado idealizado del origen de Europa no aspira a hacernos mejores personas, más abiertas de mente, más interesadas por «entender al otro» *, por aprender del otro, sí serán materias muertas. Citando al helenista David Hernández de la Fuente, en entrevista de Guillermo Altares, en la que aboga por deshacer los mitos tóxicos sobre Grecia y Roma y su papel de «cuna» de Europa:
«Pensar que en el siglo XXI cualquier español» – o europeo- «tenga más que ver con los zurcidores de los poemas homéricos que con un argelino es fruto de la exitosa ideologización de la cultura clásica, veteada de orientalismo.»
Si el estudio de las Humanidades no nos hace crecer en humanidad y en humanismo, será inútil. Ni el placer estético que se experimenta al adentrarse en el estudio de la antigüedad, especialmente de sus manifestaciones artísticas, ni el desarrollo intelectual que puede propiciarse mediante el estudio de alambicadas lenguas flexivas, de tan difícil gramática, merecen la pena si no nos hacen ser humanitarios y respetuosos con otras coordenadas culturales que no sean las propias.
En el mundo de la inteligencia artificial no debemos enseñar para crecer en inteligencia, sino para integrar de lleno en nuestras sociedades el humanitarismo.
Captura de pantalla de la representación en abierto desde el teatro de Epidauro de Los Persas de Esquilo (agosto 2020). Se trata de la tragedia más antigua que conservamos, en la que su autor se pone en la piel de los enemigos persas, en su propio dolor y su propio drama. Es la primera lección griega de «entender al otro» *
* título del primer capítulo de El hilo de oro. Los clásicos en el laberinto de hoy, David Hernández de la Fuente. Ariel, 2021.