Qué es el efecto Pigmalión y cómo se aplica en el ámbito educativo

El efecto Pigmalión es un fenómeno en el que las expectativas de una persona sobre otra influyen en el rendimiento de esta última. En el ámbito educativo, se puede aplicar mediante la creación de expectativas positivas en estudiantes, lo que puede llevar a un aumento en su rendimiento académico.

En esta entrada vamos a repasar el origen de esta denominación, analizar cómo influye la actuación docente en el alumnado y qué estrategias podemos implementar para mejorar el rendimiento de estudiantes.

 

 ¿Quién fue Pigmalión y cómo se relaciona con el efecto Pigmalión?

Pigmalión fue un personaje de la mitología griega, un escultor que se enamoró de una de sus creaciones, una estatua de marfil que representaba a una mujer. Según la leyenda, la diosa Afrodita, conmovida por su amor, le dio vida a la estatua y se convirtió en su esposa.

El efecto Pigmalión, también conocido como profecía autocumplida, se refiere a la influencia que las expectativas tienen en el rendimiento de las personas. En el ámbito educativo, se ha demostrado que las expectativas que el profesorado tienen sobre sus estudiantes pueden afectar significativamente su desempeño. Si el profesorado cree que sus estudiantes son capaces y tienen altas expectativas sobre ellos, es más probable que el alumnado alcance un mayor rendimiento académico.

El origen del concepto se remonta a un estudio realizado por los psicólogos Rosenthal y Jacobson en la década de 1960. En este estudio, se les dijo a las y los profesores que algunos de sus estudiantes habían sido identificados como «estudiantes con gran potencial», cuando en realidad no había ninguna base objetiva para esta afirmación. Los resultados mostraron que las y los estudiantes identificados como «con gran potencial» tuvieron un mejor desempeño académico que otros estudiantes, lo que sugiere que las expectativas de los profesores influyeron en el rendimiento de los estudiantes.

En el aula, el profesorado puede aplicar el efecto Pigmalión de manera positiva al establecer altas expectativas para todos sus estudiantes y brindarles retroalimentación positiva y constructiva. También es importante evitar estereotipos y prejuicios que puedan limitar el potencial del alumnado. Al fomentar un ambiente de apoyo y confianza, el profesorado puede ayudar a sus estudiantes a alcanzar su máximo potencial.

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¿Qué estrategias podemos utilizar para aumentar las expectativas positivas sobre el alumnado?

Para aumentar las expectativas positivas sobre el alumnado, el profesorado puede utilizar diversas estrategias, tales como:

      1. Conocer a las/los estudiantes: Es importante que conozcamos a nuestros estudiantes, sus fortalezas y debilidades, y sus intereses. De esta manera, podremos establecer expectativas realistas y alentar a los estudiantes a alcanzar su máximo potencial.
      2. Proporcionar retroalimentación positiva: Debemos proporcionar retroalimentación positiva a sus estudiantes, destacando sus logros y esfuerzos. Esto puede aumentar su confianza en sus habilidades y motivarlos a seguir trabajando duro.
      3. Establecer metas desafiantes pero alcanzables: Es conveniente establecer metas desafiantes pero alcanzables para nuestros estudiantes. Esto puede ayudarles a desarrollar un sentido de logro y aumentar su autoestima.
      4. Utilizar el lenguaje positivo: Es conveniente utilizar un lenguaje positivo al interactuar con nuestros estudiantes. Esto puede incluir el uso de elogios y palabras de aliento para motivarles.
      5. Fomentar la participación activa: Podemos fomentar la participación activa de las y los estudiantes en el aula, lo que puede aumentar su confianza y motivación. Esto puede incluir actividades en grupo, debates y proyectos colaborativos.

En resumen, podemos utilizar diversas estrategias para aumentar las expectativas positivas sobre nuestros estudiantes, lo que puede mejorar su rendimiento académico y su autoestima, mejorando su autoconcepto y potenciando su talento.

 

Regulación emocional en el aula: desarrollando la inteligencia emocional

En el entorno escolar, las emociones juegan un papel fundamental en el bienestar de las personas y en su capacidad para aprender y relacionarse de manera efectiva. La regulación emocional se refiere a la habilidad de reconocer, comprender y gestionar las propias emociones de manera adecuada. Trabajar en la regulación emocional en el aula no solo promueve un ambiente de aprendizaje positivo, sino que también brinda al alumnado herramientas valiosas para su bienestar a lo largo de la vida.

En esta entrada del blog, exploraremos la importancia de la regulación emocional, por qué debemos trabajar en ella en el aula y ofreceremos ejemplos prácticos de dinámicas para desarrollarla.

La importancia de la regulación emocional:

    1. Mejora el rendimiento académico: La regulación emocional permite a las y los estudiantes manejar el estrés y la ansiedad, lo que a su vez favorece su capacidad para concentrarse, resolver problemas y retener información de manera más efectiva.
    2. Fortalece las habilidades sociales: Al desarrollar la capacidad de regular las emociones, el alumnado es más capaz de manejar los conflictos y establecer relaciones saludables con sus compañeras y compañeros. Esto contribuye a un clima escolar positivo y a un mejor trabajo en equipo.
    3. Promueve el bienestar general: La regulación emocional ayuda al alumnado a identificar y manejar emociones negativas, promoviendo así una mayor satisfacción y bienestar en su vida diaria. Les proporciona herramientas para enfrentar desafíos y adaptarse a situaciones difíciles.

Cómo trabajar la regulación emocional en el aula:

    1. Conciencia emocional: Fomenta la conciencia emocional en el aula a través de actividades que ayuden a las y los estudiantes a identificar y etiquetar sus emociones. Por ejemplo, pueden llevar un diario de emociones donde registren cómo se sienten en diferentes momentos del día.
    2. Práctica de la respiración: Enseña técnicas de respiración profunda y consciente como una estrategia efectiva para calmarse y regular sus emociones. Realiza pausas breves durante la clase para practicar juntos la respiración consciente.
    3. Espacio de relajación: Establece un rincón o área en el aula designado para la relajación y la autorregulación emocional. Proporcione recursos como almohadas, mantas y actividades de relajación guiadas para que el alumnado pueda acudir cuando necesiten un momento de tranquilidad.
    4. Técnicas de gestión del estrés: Enseña a los estudiantes diferentes técnicas de manejo del estrés, como la visualización, la escritura terapéutica o el ejercicio físico. Anímalos a practicar estas técnicas cuando se sientan abrumados o ansiosos.
    5. Empatía y apoyo emocional: Fomenta un ambiente de apoyo emocional y empatía en el aula. Realiza actividades donde el alumnado compartan sus experiencias y se brinden apoyo mutuo. Esto les ayuda a comprender que no están solas o solos y que pueden contar con el apoyo de otras personas.
    6. Resolución de conflictos: Enseña al alumnado estrategias efectivas para resolver conflictos de manera constructiva. Fomenta la comunicación abierta y la escucha activa, y proporcione herramientas para negociar y encontrar soluciones mutuamente satisfactorias.
    7. Sesiones de mindfulness: Introduce prácticas de mindfulness en el aula, como la atención plena y la meditación. Dedica unos minutos cada día para que el alumnado se conecte con el presente, prestando atención a sus pensamientos, emociones y sensaciones corporales.
    8. Autoevaluación emocional: Anima al alumnado a reflexionar sobre sus emociones y su estado emocional en diferentes momentos del día. Pídeles que se pregunten cómo se sienten, qué desencadena esas emociones y qué estrategias pueden utilizar para regularlas de manera saludable.

 

Ejemplos de dinámicas para desarrollar la regulación emocional:

    1. Círculo de emociones: Forma un círculo en el aula y pida al alumnado que compartan una emoción que están experimentando en ese momento. Fomente la empatía y la comprensión al escuchar y validar las emociones de los demás.
    2. El semáforo emocional: Utiliza una cartulina con los colores de un semáforo (rojo, amarillo y verde). Pide al alumnado que coloquen una pinza de ropa en el color que mejor representa su estado emocional en ese momento. Esto les permite ser conscientes de sus emociones y comunicarlas de forma discreta.
    3. El termómetro emocional: Utiliza un dibujo de un termómetro y pide al alumnado que coloquen un clip en la escala que representa su nivel de intensidad emocional en ese momento. Esto les ayuda a identificar y etiquetar la intensidad de sus emociones, y a comprender que pueden fluctuar a lo largo del día.
    4. El barco de la calma: Proporciona a las y los estudiantes una hoja de papel en forma de barco. Pídeles que escriban o dibujen las cosas que les causan estrés o preocupación y luego las coloquen en un frasco con agua, imaginando que el agua representa la calma. Esta actividad simbólica les ayuda a externalizar sus preocupaciones y encontrar un sentido de alivio.
    5. El semáforo de las estrategias: Crea un semáforo con tres columnas (rojo, amarillo y verde). Pide al alumnado que compartan estrategias que les ayuden a regular sus emociones en cada una de las columnas. Esto les proporciona un recurso visual para recordar diferentes herramientas de regulación emocional.

La regulación emocional es una habilidad esencial que beneficia el bienestar emocional y el éxito académico de las y los estudiantes. Al trabajar en la regulación emocional en el aula a través de dinámicas y prácticas específicas, el profesorado puede brindar al alumnado las herramientas necesarias para reconocer, comprender y gestionar sus emociones de manera saludable. Al fortalecer estas habilidades, el alumnado se vuelve más resilientes, capaces de lidiar con el estrés y las adversidades, y de relacionarse de manera positiva con los demás.

Estas dinámicas no solo fomentan la autorreflexión y el autoconocimiento, sino que también promueven un ambiente escolar emocionalmente seguro y propicio para el aprendizaje.

Al implementar estas dinámicas, es importante recordar que cada persona es única y puede tener diferentes necesidades emocionales. Ajusta las actividades según el grupo y brinda un espacio seguro para que el alumnado comparta sus experiencias y emociones. Además, recuerde que la regulación emocional es un proceso continuo que requiere práctica y apoyo constante.

Al invertir tiempo y esfuerzo en el desarrollo de la regulación emocional en el aula, el profesorado está preparando al alumnado para una vida plena y satisfactoria, equipándolos con las habilidades necesarias para manejar las emociones de manera positiva y constructiva. El resultado es un entorno educativo más saludable, donde el alumnado puede florecer tanto académica como emocionalmente, sentando las bases para un futuro exitoso.

Power Skills: Inteligencia emocional.

En la era de la información y la tecnología, el éxito académico ya no es el único factor determinante para el bienestar y el éxito en la vida. Cada vez más, se reconoce la importancia de cultivar habilidades sociales y emocionales para promover un desarrollo integral de las y los estudiantes. Una de las áreas clave en este ámbito es la inteligencia emocional.

En esta entrada, exploraremos qué es la inteligencia emocional, su origen histórico, algunas corrientes doctrinales y brindaremos ejemplos de actividades que pueden ayudar a mejorar la inteligencia emocional del alumnado.

 

¿Qué es la Inteligencia Emocional?

La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones, así como las de los demás. Implica habilidades como la autorregulación emocional, la empatía, la motivación, la conciencia emocional y las habilidades sociales. Desarrollar la inteligencia emocional permite a las personas establecer relaciones saludables, tomar decisiones adecuadas, manejar el estrés y desarrollar una actitud positiva frente a los desafíos de la vida.

Origen del Término «Inteligencia Emocional»:

El término «inteligencia emocional» fue acuñado por primera vez por el psicólogo Daniel Goleman en su famoso libro de 1995, «Inteligencia Emocional». Goleman argumentó que las habilidades emocionales son igualmente importantes, e incluso pueden ser más importantes, que el coeficiente intelectual (CI) tradicional para predecir el éxito y el bienestar en la vida.

 

Corrientes Doctrinales en la Inteligencia Emocional:

Existen varias corrientes doctrinales en el campo de la inteligencia emocional. Algunas de las corrientes más reconocidas son:

    1. Modelo de Goleman: Goleman identifica cinco componentes clave de la inteligencia emocional: autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales. Este enfoque destaca la importancia de cultivar estas habilidades en los estudiantes para su desarrollo personal y social.
    2. Modelo de Salovey y Mayer: Salovey y Mayer propusieron un modelo basado en cuatro habilidades fundamentales: la percepción y expresión de las emociones, la facilitación emocional del pensamiento, la comprensión emocional y la regulación emocional. Este enfoque se centra en el desarrollo de habilidades específicas para comprender y regular las emociones.
    3. Modelo de Bar-On: Bar-On propuso un modelo que se enfoca en la inteligencia emocional como un conjunto de habilidades interrelacionadas que influyen en el éxito y el bienestar. Este enfoque considera factores como la autoestima, la felicidad y la adaptabilidad emocional.

Actividades para Mejorar la Inteligencia Emocional de los Estudiantes:

    1. Diario de emociones: Se trata de proponer al alumnado que lleve un diario de emociones donde puedan expresar sus sentimientos y reflexionar sobre las situaciones que los desencadenan. Esto fomentará la autoconciencia y la autorreflexión.
    2. Juegos de roles: Organizar actividades de juego de roles en las que el alumnado pueda practicar la empatía y el reconocimiento de emociones en diferentes situaciones. Les podemos pedir que interpreten diferentes roles y discutan cómo se sentirían en esas circunstancias.
    3. Círculos de discusión: Se trata de crear un ambiente seguro y de confianza donde el alumnado pueda compartir sus experiencias y emociones. Debemos fomentar la escucha activa y la empatía en estos círculos de discusión, permitiendo que el alumnado comprenda y apoye las emociones de sus compañeras y compañeros.
    4. Técnicas de relajación: Introducir técnicas de relajación, como la respiración profunda o la meditación guiada, para ayudar al alumnado a regular sus emociones y reducir el estrés. Estas técnicas pueden enseñarse como herramientas para utilizar en momentos de tensión o ansiedad.
    5. Proyectos de servicio comunitario: Involucrar al alumnado en proyectos de servicio comunitario que les permitan desarrollar habilidades sociales y emocionales. Trabajar juntos en actividades altruistas fortalecerá la empatía, la colaboración y la conciencia de la importancia de contribuir al bienestar de los demás.
    6. Resolución de conflictos: Enseñar al alumnado estrategias efectivas para resolver conflictos y negociar soluciones pacíficas. Fomentar el diálogo abierto y el respeto mutuo, ayudándoles a comprender y manejar sus emociones durante los desacuerdos.
    7. Modelado de comportamiento: El profesorado y las familias desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de la inteligencia emocional de las y los estudiantes. Modelar un comportamiento emocionalmente inteligente, como expresar y gestionar adecuadamente las propias emociones, puede servir de ejemplo para los estudiantes y fomentar su propio crecimiento emocional.

 

Resumiendo, la inteligencia emocional desempeña un papel crucial en el bienestar y el éxito del alumnado. Al desarrollar habilidades emocionales, las y los estudiantes adquieren herramientas valiosas para navegar por los desafíos de la vida y establecer relaciones saludables. Mediante la implementación de actividades y prácticas que fomenten la inteligencia emocional en el aula, las personas encargadas de la educación pueden contribuir significativamente al desarrollo integral de sus estudiantes.

 

Recuerda, el desarrollo de la inteligencia emocional es un proceso continuo y gradual. A medida que el alumnado adquiere habilidades emocionales, estará mejor preparado para enfrentar los desafíos de la vida con resiliencia y empatía.

 

GANBARÚ: FIN DE CURSO

Este año se estaba resistiendo la entrada de cierre al curso de costumbre. Ha sido un curso peculiar cuando menos para tod@s. Comenzamos con mucha incertidumbre y por qué no decirlo, con miedo. La situación sanitaria no acompañaba y sabíamos que volver a las aulas en esas circunstancias no iba a ser nada fácil. Conocimos “los protocolos covid” que, en nuestro centro, impedían el desarrollo de “cualquier actividad complementaria o extraescolar”, actividades en equipo o compartir cualquier material. Y así, el 15 de septiembre se abrieron las aulas para los “grupos burbujas” y nuestros alumnos y alumnas entraron cabizbajos, con ojos tristes, escondidos detrás de mascarillas. El desánimo y el miedo se extendió.

Recuerdo mirar sus caras a lo largo de esas dos primeras semanas, caras de resignación, caras que imaginaba porque no conocía. No fue fácil ni para el alumnado ni para el profesorado. Pero sentía que si habíamos vuelto a las aulas había que buscar la mejor solución posible con las circunstancias y recursos que se nos ofrecían. Siempre les digo a mis discentes que las dificultades son oportunidades para superarnos, para reinventarnos, y este curso venía disfrazado de dificultad para retarnos, así que nos propusimos buscar la mejor solución a la circunstancia que nos tocaba vivir.

LA MEJOR SOLUCIÓN

El curso pasado trabajamos en el proyecto “Una FP de película: Proyecto Hollywood”, el alumnado de Caracterización y Maquillaje profesional y el de Estilismo y Dirección de Peluquería trabajó en diferentes acciones emprendedoras para llegar a Los Ángeles (EEUU) y poder recibir una formación en las escuelas de maquillaje de cine más prestigiosas del mundo, así como conocer de primera mano las distintas técnicas de efectos especiales y los procedimientos y sets de rodaje de Warner Bross, Sonny Pictures o Universal Pictures. Este año el covid impedía repetir la experiencia, pero si nosotr@s no podíamos ir a Hollywood él podría venir a nosotr@s. Así nació el proyecto “FP visible, FP de calidad”. Queríamos seguir aprendiendo de la profesión, crear sinergias con el mercado y desarrollar habilidades que mejoraran nuestra empleabilidad pero teníamos un hándicap: la distancia social necesaria para parar esta pandemia.

A finales de septiembre se nos ocurrió una idea: debíamos utilizar las posibilidades que nos ofrece internet para volver a estar conectados. Creamos una “productora ficticia” que se llama “FP visible, FP de calidad” y en ella íbamos a visibilizar la FP, contarle al mundo en qué consistía, cómo y qué se estudiaba, así como crear sinergias con el tejido productivo. Mediante retos que nos enfrentaban a diferentes objetivos de aprendizaje, creamos los distintos programas de nuestra parrilla. No queríamos que sólo nos ayudara a aprender a nosotr@s, por ello emitimos todos los programas a través del canal de Youtube de nuestro proyecto. Han sido muchas horas de emisión en directo (casi 50 horas) y muchas más de preparación, investigación, contactos, pruebas y ensayos fuera del horario escolar dado que no estaban permitido este tipo de actividades por el centro. Dedicamos los fines de semana, las vacaciones de navidad, la semana blanca y hasta parte de la Semana Santa. Desde el principio el alumnado entendió que era una oportunidad para aprender, para crecer profesionalmente, y como Shoichi Yokoi han demostrado su determinación y el espíritu de ganbarú.

Ha sido un proyecto colaborativo en el que he trabajado codo a codo con Lidia Martín y con Isabel Martínez, una excelente compañera y que nos ha permitido contactar con estudiantes de otros lugares de España, así como conocer y aprender de primera mano de grandes profesionales de reconocido prestigio como David Martí (DDT Studio), David Ámbit (INSIDE FX), Nacho Díaz (ND Studio), Arturo Balseiro (DHARMA Studio), Óscar del Monte, Raquel Álvarez, Cristina Malillos, Valentina Visintín (Milán), Pepe Mora (Caracterizador en The Mandalorian, entre otras super producciones), Lupe Montero (Teatro Real, Madrid), Francis Sánchez (ESAD Málaga), Rocío Linares (Personal Shopper y estilista), Nuria Adraos (Influencer y Maquilladora), Lewis Amarante (Maquillador), Laura Noriega (Técnica en estética), Dr. Marínez (Medicina estética), Jose Javier Soriano (Químico especialista en perfumes), Víctor Samaniego (Director cinematográfico), Miguel Ángel Díaz (Peluquero), Germán Madrid (dramaturgo) y George Schimnky (Caracterizador en Los Ángeles).

Gracias al proyecto volvió la ilusión, las ganas y la motivación por luchar por nuestros sueños, gestionar nuestros talentos y no ponernos límites, desarrollar la cultura del esfuerzo y aprender a resistirnos a las frustraciones.  Y, aunque no hacía falta porque no era el objetivo, vinieron los primeros reconocimientos: Primer Premio de Excelencia Profesional en Cataluña, en el mes de abril y la Peonza de Bronce de los prestigiosos Premios Espiral en la categoría Docencia Online; y los medios de comunicación se hicieron eco del mismo: prensa, radio y televisión que procuraron una nueva experiencia a mi alumnado que vio reconocido todo su esfuerzo y su trabajo. También tuvimos la oportunidad de compartir la experiencia el la Jornada provincial de Orientación Formación de orientación Profesional en FP, organizadas por la Consejería de Educación. (podéis verlo en el siguiente enlace: https://t.co/JX7sftLGkM)

(Para saber más del proyecto os dejo la dirección WEB: https://sites.google.com/view/fpvisiblefpdecalidad/inicio y un video resumen: https://youtu.be/ojhc6DGHo2Q)

 

GIRI

 (OBLIGACIÓN SOCIAL DE PREOCUPARTE POR QUIEN TE HA DADO ALGO ANTES)

A principios de este curso recibí una invitación por parte del Parlamento Andaluz para participar compareciendo ante el grupo de trabajo por el Pacto Andaluz sobre Educación. Sentí una gran responsabilidad y la necesidad de recopilar las opiniones de compañeros y compañeras para enriquecer mi comparecencia con diferentes puntos de vista y preocupaciones. Intenté resumir las ideas que me hicieron llegar y compartirlas en este foro.  Algunas personas me manifestaron su opinión y otras me animaron a declinar la invitación ante la posibilidad de que mis palabras cayeran en saco roto, pero no pude ignorar la invitación porque lo sentía como lo que los japoneses denominan “GIRI”, como una obligación social, el deber de  preocuparme por alguien (la educación) que me ha dado algo antes, que me lo da cada día (mi pasión, mi trabajo).  Trabajar por una educación de calidad mediante una puesta firme que trae consigo la necesidad de invertir en recursos materiales y humanos, cambiar el sistema de acceso a la función pública o mejorar la formación inicial del profesorado fueron algunos de los aspectos que resalté en mi comparecencia. (Os dejo el enlace por si queréis verla: https://youtu.be/MquJTNnX8c8)

En este curso también recibí una invitación del Gabinete de la Ministra de Educación y Formación Profesional. Me propusieron la participación en una serie de Webinares denominados “Una nueva Ley para una nueva Formación Profesional”, en esta ocasión pidieron que diéramos nuestra opinión sobre algunos de los aspectos de la reforma de la normativa que regula la Formación Profesional. La verdad es que tengo que reconocer que me supo a poco, se complementó con las opiniones de mis compañeros Sergio Banderas y María García Sauco (Podéis verlo en este enlace: https://youtu.be/I6XVMlTXpH0)

Debería estar más extendido en la práctica política hacerse eco de las opiniones del profesorado que se encuentra a pie de aula, he valorado muy positivamente las dos iniciativas de consulta pública y la posibilidad de que cualquier docente pudiera verter su opinión utilizando los medios telemáticos que se han puesto a disposición de la comunidad educativa, otra historia es si estas opiniones serán tenidas en cuenta.  

HYAKUBUN WA IKKEN NI SHIKAZU.

INCLUSO EL POLVO, CUANDO SE ACUMULA, FORMA UNA MONTAÑA

Este curso ha sido el curso de la formación. El profesorado ha demostrado su implicación y sus ganas de mejora continua dedicando su tiempo libre a seguir aprendiendo. He tenido la oportunidad de comprobarlo cuando, gracias a la confianza de los Centros del Profesorado andaluces, la Consejería de Educación de Castilla y León y el CPR de Murcia, he podido compartir mis experiencias en formaciones sobre estrategias y recursos digitales para el aprendizaje, inteligencia emocional, aprendizaje cooperativo, equipos ágiles, recursos digitales, plataformas educativas (Moodle y Classroom) y gamificación (escuela de Jedi junto al Maestro Jedi Manel Moreno y Jerez Xpress junto a Alberto y Susana) y aportando mi otra versión, la de jurista, en formaciones sobre protección de datos y ciberseguridad dirigida a equipos directivos, asesores y al profesorado, y ofreciendo asesoramiento sobre netiqueta y derechos de autor.

Eso sí, ha sido el año de la formación online, de los viajes virtuales, de estar arreglado de cintura para arriba, de aprender de encuadres, de iluminación, de plataformas e intentar que la llamada “conciliación” nos permitiera concentrarnos en la tarea.

Aunque también ha sido el curso en el que llegó la tan necesaria presencialidad a la formación, esa que permite el “café” con una charla distendida y el mirarnos a los ojos mientras intercambiamos ideas (aunque fuera tras una mascarilla). En mi caso fue gracias al IV Congreso Internacional de Inteligencia Emocional y Bienestar celebrado en Zaragoza a finales de mayo, donde tuve la oportunidad de conocer mejor a Ana Rodríguez, experta en Soft Skills y a Roberto Aguado, psicólogo, además de otras y otros grandes profesionales de los que aprendí mucho.

Un curso que ha terminado con una experiencia memorable: Jerez Xpress. Gracias a Alberto Romero (@AlbertoPTFP), al que le propusieron el curso de verano y que pensó en una oportunidad para sumar fuerzas, de co-crear, porque juntos somos más y que contactó con una “crack” Susana López (@susanaloprom) y conmigo para diseñar y poner en práctica una formación sobre gamificación inmersiva de cinco días de duración, de convivencia, de aprendizajes, de risas y de, por qué no decirlo, mucho trabajo. Para mí ha sido la confirmación de que cuando trabajamos en equipo nuestra propuesta está más enriquecida y por tanto aporta más valor, ha sido una oportunidad para aprender mucho y para conocer a muchas compañeras y compañeros comprometidos por una Formación Profesional de calidad.

 

DÔ: CAMINO Y DISCIPLINA PARA ADQUIRIR UNA DESTREZA

Pero no todo ha sido compartir, aunque tengo que reconocer que aprendo mucho cuando actúo como ponente o formadora, es necesario cambiar el rol y seguir aprendiendo como discente. Este año me he formado en coaching educativo, ETwining, en el nuevo Programa Erasmus, Reclutamiento y Selección de Personal 2.0, en Marketing Digital y he asistido al Congreso Virtual FP innovaprofes celebrado en una plataforma virtual. Además, he participado  en el Hackaton Nacional organizado por FPinnovación junto a un gran equipo formado por Emilio, Tamara, Alberto y Susana con en el que obtuvimos el reconocimiento como “Segundo ganador” con el proyecto Dreamder.

 

GAMBARÚ: DAR LO MEJOR DE UNO MISMO

Ha sido un año duro en lo personal, pero muy satisfactorio en lo profesional, y tenía que intentar seguir dando lo mejor de mí. Este año también me he estrenado como autora y editora en plataformas online con un curso de metodologías activas para la Comunidad de Murcia y uno de Optimización y Seguridad en Redes sociales para la Junta de Andalucía, he creado una guía de protección de datos en educación actualizada para el Centro del Profesorado de Marbella Coín y un dossier con formularios y preguntas y respuestas jurídicas para el centro del profesorado de Jaén, además de seguir compartiendo en este blog, el Proyecto Meraky.

He colaborado con la Universidad de Málaga, tanto en el grado de Magisterio, gracias a María del Mar Gallego, como en el Máster del Profesorado.

He compartido experiencias y conocimientos sobre gamificación empresarial gracias a FEMXA y la Confederación de Empresarios Española (CEOE)

He vivido una experiencia nueva coordinando una formación para el profesorado sobre Soft Skills y he podido ser jurado en el proyecto europeo SCOOP CONS promovido en España por FP empresa en España gracias al que he podido conocer excelentes proyectos de cooperativas de estudiantes de toda España.

Y por último, no puedo olvidar las colaboraciones con la radio (Onda Azul), la prensa (Diario Sur, La Opinión de Málaga, Diario de Jerez), televisión (101TV en el programa Llegó la Hora, Canal Málaga) programa de podcast Colectivo Burbuja de Madrid y con Magisnet en las que he compartido experiencias, he visibilizado buenas prácticas y la FP y he reflexionado sobre la educación, la buena educación, como diría mi amigo Roberto López.

 

Gambarú significa esforzarse, trabajar muy duro y tenazmente en tiempos difíciles, perseverar, no rendirse, dar lo mejor de uno mismo, superarse ante una dificultad, hacer el mejor trabajo posible y creo que este ha sido el curso de “Ganbarú”.

 

Dedicado a mi hija Noa que soporta mi pasión por esta profesión, a mi alumnado y a todas las personas que hacen posible que mis cursos me aporten tanto a nivel personal y profesional.

 

EDUCAR EN LA EMOCIÓN PARA LLEGAR AL APRENDIZAJE

Sin emoción no hay curiosidad, no hay atención, no hay aprendizaje, no hay memoria”.

Francisco Mora.

Francisco Mora, nació en Granada, en 1945 y es doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford y catedrático de Fisiología de la Universidad Complutense. Es un referente en educación y según él la emoción es elemento esencial en el proceso de aprendizaje.

Siempre que leo y escucho sobre la relación entre la emoción y la cognición me planteo que la escuela debería encontrar espacios para educar emocionalmente. Sabemos que actualmente este tipo de competencias encuentran poco espacio en los desarrollos curriculares, pero si ambas van de la mano, ¿no deberíamos invertir tiempo en la construcción de aprendizajes que procuren el desarrollo de la inteligencia emocional?.

Cuando comencé a trabajar en la escuela pública empecé hacerlo en aulas de centros de compensación educativa. El alumnado procedía de entornos desfavorecidos, poco motivados, que  carecían de autoestima y que vivían en realidades complejas. Suelo contar que de mis primeras veces, a principios de curso, entregué una ficha para que el alumnado la rellenara con sus datos básicos. Una ficha estandarizada que preguntaba cosas como ¿a qué se dedica tu padre?. Recogí fichas que contestaban a esa pregunta con la siguiente respuesta: «es traficante». 

Tengo que reconocer que no tardé en entender qué consecuencias tendría eso en mi aula. Las personas no siempre estamos abiertas al aprendizaje, el contexto y nuestro equilibrio emocional nos condiciona en nuestro progreso. Tenemos que tener en cuenta que aprender es crecer y no siempre se dan las circunstancias. No nos enseñan a identificar las emociones, a entenderlas y a poderlas controlar, tampoco a reconocerlas en los demás ni a saber relacionarnos en diferentes contextos. Este es un aprendizaje subyacente que se adquiere de los modelos familiares o de nuestros círculos más cercanos, pero no es un aprendizaje reflexionado, dirigido y elegido.

«Las personas no siempre estamos abierta al aprendizaje, el contexto y nuestro equilibrio emocional nos condiciona en el progreso»

En 2008 se publicó el Informe Fundación Botín: Educación emocional y social. Análisis internacional. Santander, Fundación Marcelino Botín en el participaron más de medio millón de estudiantes de diferentes etapas educativas desde la educación infantil hasta la secundaria.

Este estudio concluía que los programas de educación emocional sistemáticos promueven el desarrollo integral de alumnado, mejoran sus resultados académicos, mejoran el clima de convivencia, incrementan los niveles de motivación y afloran actitudes más positivas hacia el aprendizaje.

La emoción y la cognición van de la mano. Por ello, es imprescindible plantearse que hay que generar climas emocionales positivos que ofrezcan entornos seguros al alumnado y por ende mejoren el aprendizaje.

Escucharles, interesarnos, incluso por cuestiones no estrictamente académicas y mostrarles respeto es esencial para generar un vínculo pedagógico. La empatía es fundamental para educar desde la comprensión.

Recientemente, por la situación de pandemia, ha puesto de manifiesto la necesidad de trabajar ese acompañamiento emocional, si bien debiera ser algo que haya venido para quedarse.

Desarrollar habilidades intrapersonales e interpersonales nos permite afrontar situaciones conflictivas con mayor éxito. Por ello, es esencial que se programen actividades que permitan potenciar la inteligencia emocional desde edades tempranas en la escuela.

Daniel Goleman la definió como «la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y nosotros mismos» (Goleman, 1998, pg. 430).

Goleman (1998), propuso un modelo mixto de competencias emocionales basado en la cognición, personalidad, motivación, emoción, inteligencia y neurociencia, incluyendo tanto procesos psicológicos cognitivos como no cognitivos.

En su libro «La práctica de la inteligencia emocional» este modelo consiste en cinco habilidades emocionales y sociales básicas, que son:

      1. Conciencia de sí mismo.
      2. Autorregulación.
      3. Motivación.
      4. Empatía.
      5. Habilidades sociales.

Teniendo en cuentas estas categorías deberemos implementar actividades, dinámicas y ejercicios que permitan trabajar cada una de ellas. Trabajar el autoconcepto, la autoestima, aprender a reconocer nuestras propias emociones, desarrollar técnicas de autoregulación, empatía, responsabilidad social y la adaptabilidad serían aspectos imprescindibles.

A ellas, yo incluiría la RESILIENCIA como clave para la superación de las dificultades que nos encontraremos en la vida, habilidad que permitirá incrementar la resistencia a la frustración y fomentará una actitud de aprendizaje constante en la vida.

En próximas entradas contaré como trabajamos en mi aula estos aspectos, ¿Trabajáis estos aspectos? ¿Cómo lo hacéis en vuestra aula?

TRABAJAR EL AUTOCONCEPTO

En estos primeros días de clase hemos realizado una actividad que tiene como objetivo trabajar el autoconcepto.  Se denomina «páginas amarillas».

IES Profesor Isidoro Sánchez

El autoconcepto es la imagen que cada persona tiene de sí misma y se relaciona con la autoestima. Durante el curso trabajaremos diferentes aspectos para mejorar nuestra inteligencia emocional.

Si queremos desarrollar nuestra autoestima debemos pararnos a autoanalizarnos y reflexionar sobre la manera en la que «hablamos de nosotr@s mism@s».  Generalmente solemos dar un mayor protagonismo a los mensajes negativos, las etiquetas, a la crítica o a la frustación. Esto es así porque «lo malo» pesa más cognitivamente y es más fácil de recordar. Tenemos que evitar que estos pensamientos eclipsen los elogios, los mensajes de autoconfianza o de superación.

Es por ello que desarrollaremos diferentes dinámicas que nos ayuden a generar mejor autoconcepto, reflexionar y fortalecer la autoestima.

Empezamos por esta. ¿Y cómo lo hacemos?

Presentamos la dinámica al alumnado. Les contamos que las páginas amarillas son un instrumento de búsqueda de profesionales. Nosotros vamos a crear nuestras «páginas amarillas». En ellas se van a registrar todos los talentos de mi alumnado de este curso escolar. Me parece interesante que todos mis grupos puedan participar de la misma dinámica y sus resultados puedan enriquecernos mutuamente.

Después les indicamos que deben escribir un anuncio sobre su habilidades y talentos  en un post-it (o varios, si lo necesitan) y posteriormente lo compartirán con el resto de la clase y pegarán el post-it en el panel.

IES Profesor Isidoro Sánchez

Por mi experiencia, les cuesta mucho rellenar el post-it. Una vez que hemos realizado la dinámica, reflexionaremos sobre lo ocurrido.

Espero que os haya sido de utilidad.

No dudeís en contarmelo si lo lleváis a vuestra aula!