Aprendizaje Significativo a través de la Experiencia: Teorías del Aprendizaje Experiencial

En el campo de la educación, el aprendizaje experiencial se ha convertido en un enfoque pedagógico altamente efectivo para fomentar la participación activa del alumnado y promover un aprendizaje significativo.

En esta entrada del blog, exploraremos las teorías del aprendizaje experiencial, destacando a los autores más relevantes en el campo, y ofreceremos recomendaciones para diseñar propuestas de aula basadas en estas teorías.

Teorías del Aprendizaje Experiencial:

El aprendizaje experiencial se basa en la idea de que el aprendizaje se logra a través de la experiencia directa, la reflexión y la aplicación práctica del conocimiento. El enfoque del aprendizaje experiencial es una poderosa herramienta pedagógica que fomenta la participación activa del alumnado, promoviendo un aprendizaje significativo y duradero. Al basarse en la experiencia directa, la reflexión y la aplicación práctica del conocimiento, este enfoque pedagógico se alinea con las teorías del aprendizaje experiencial propuestas por destacados autores como David Ausubel, John Dewey y Carl Rogers.

Algunas de las teorías más influyentes en este enfoque incluyen:

    • Teoría del Aprendizaje Significativo de David Ausubel: Esta teoría sostiene que el aprendizaje es más efectivo cuando los nuevos conocimientos se relacionan de manera relevante y significativa con la estructura cognitiva existente del o la estudiante. En el aprendizaje experiencial, se busca vincular las experiencias vividas por el alumnado con los conceptos y principios que se desean enseñar, fomentando así un aprendizaje más profundo y duradero.
    • Teoría del Aprendizaje Experiencial de John Dewey: Dewey defendía que el aprendizaje debe estar arraigado en la experiencia directa y que el alumnado debe participar activamente en su propio aprendizaje. Él enfatizaba la importancia de la reflexión y la resolución de problemas reales como formas de aprendizaje significativo. En el aprendizaje experiencial, se alienta al alumnado a participar en actividades prácticas, a reflexionar sobre sus experiencias y a aplicar lo aprendido en situaciones de la vida real.
    • Teoría del Aprendizaje Basado en la Experiencia de Carl Rogers: Rogers sostenía que el aprendizaje es más efectivo cuando es autodirigido y orientado hacia las necesidades y motivaciones del estudiante. En el aprendizaje experiencial, se fomenta la participación activa de los estudiantes, permitiéndoles explorar y descubrir el conocimiento por sí mismos, lo que promueve una mayor autonomía y motivación intrínseca.

El enfoque del aprendizaje experiencial, respaldado por teorías de destacados autores como David Kolb, Jean Piaget y Lev Vygotsky, proporciona una base sólida para diseñar propuestas de aula efectivas. Al aprovechar la experiencia directa, la reflexión y la aplicación práctica del conocimiento, podemos crear un entorno de aprendizaje enriquecedor y significativo para nuestro alumnado.

Al diseñar actividades basadas en el aprendizaje experiencial, es esencial considerar las necesidades y los estilos de aprendizaje individuales del alumnado. Proporcionar oportunidades para la experimentación, la exploración y el descubrimiento activo permitirá al alumnado construir su propio conocimiento y comprensión.

Al diseñar propuestas de aula basadas en el aprendizaje experiencial, es importante planificar actividades prácticas que permitan al alumnado vivir experiencias directas relacionadas con los conceptos y principios que se desean enseñar. Estas actividades pueden incluir proyectos, investigaciones, juegos de roles, visitas a campo o simulaciones.

Además, se debe fomentar la reflexión guiada, brindando al alumnado oportunidades para analizar y compartir sus experiencias, identificar los conocimientos adquiridos y establecer conexiones con lo aprendido anteriormente. Esto promoverá un pensamiento crítico y una comprensión profunda de los conceptos.

Recomendaciones para Diseñar Propuestas de Aula basadas en el Aprendizaje Experiencial:

A continuación, se presentan algunas recomendaciones para diseñar propuestas de aula efectivas basadas en las teorías del aprendizaje experiencial:

    • Planificación de actividades prácticas: Diseña actividades prácticas y situaciones de aprendizaje que permitan al alumnado experimentar directamente los conceptos y principios que se están enseñando. Esto puede incluir proyectos, investigaciones, juegos de roles, visitas a campo o simulaciones.
    • Fomento de la reflexión: Integra momentos de reflexión guiada en las actividades, donde el alumnado puedan analizar y compartir sus experiencias, identificar los conocimientos adquiridos y establecer conexiones con lo aprendido anteriormente. Esto promoverá un pensamiento crítico y una comprensión más profunda.
    • Desafíos y problemas auténticos: Presenta al alumnado desafíos y problemas reales que puedan abordar a través de la experiencia directa. Esto puede incluir proyectos de investigación, estudios de casos o situaciones problemáticas que requieren soluciones creativas.
    • Colaboración y trabajo en equipo: Fomenta el trabajo en equipo y la colaboración entre el alumnado, ya que esto les brinda la oportunidad de aprender unas personas de otras, compartir perspectivas y construir conocimiento colectivo.
    • Reflexión y metacognición: Integra momentos de reflexión en el proceso de aprendizaje, donde el alumnado pueda analizar sus experiencias, identificar los conceptos clave aprendidos y reflexionar sobre cómo aplicar lo aprendido en contextos futuros.
    • Uso de tecnología y recursos multimedia: Incorpora herramientas tecnológicas y recursos multimedia para enriquecer la experiencia de aprendizaje. Esto puede incluir el uso de simulaciones, videos interactivos o plataformas en línea que fomenten la participación y el compromiso del alumnado.

Recuerda que el aprendizaje experiencial no solo se limita al aula, sino que se extiende a través de experiencias fuera de ella, como excursiones educativas, visitas a museos o programas de servicio comunitario y de prácticas profesionales.

Al adoptar las teorías del aprendizaje experiencial y aplicarlas en el diseño de propuestas de aula, el profesorado puede transformar el proceso de aprendizaje en una experiencia dinámica, relevante y significativa e impulsar la motivación intrínseca, el compromiso y la autonomía del alumnado, brindándoles una base sólida para su desarrollo académico y personal.

 

En conclusión, el aprendizaje experiencial ofrece un enfoque pedagógico enriquecedor que conecta directamente la teoría con la experiencia práctica, permitiendo al alumnado construir conocimientos significativos y desarrollar habilidades relevantes para su vida.

 

¡Intégralo en tu práctica educativa y observa cómo tus estudiantes se involucran y se convierten en aprendices apasionados y autónomos!

 

Referencias:

  • Ausubel, D. P. (1963). The Psychology of Meaningful Verbal Learning. New York: Grune & Stratton.
  • Dewey, J. (1938). Experience and Education. New York: Macmillan.
  • Rogers, C. R. (1969). Freedom to Learn: A View of What Education Might Become. Columbus: Charles E. Merrill Publishing Company.
  • Kolb, D. A. (1984). Experiential Learning: Experience as the Source of Learning and Development. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.
  • Piaget, J. (1973). To Understand Is to Invent: The Future of Education. New York: Grossman Publishers.
  • Vygotsky, L. S. (1978). Mind in Society: The Development of Higher Psychological Processes. Cambridge, MA: Harvard University Press.

Redes sociales: una oportunidad de aprendizaje.

Hoy en día, las redes sociales se sitúan como un espacio cibernético indispensable tanto a nivel personal como empresarial. A nivel personal nos conectan con amistades, familiares y personas con nuestros mismos intereses y a nivel empresarial suponen una de las herramientas más importantes del marketing en el siglo XXI.

En el año 2020 casi 43 millones de personas se conectaron diariamente a Internet, más de un 4% con respecto al año anterior, empleando casi 6 horas cada día. Un 62% utilizaron y utilizan las redes sociales, lo que equivale a 29 millones de personas, pasando casi 2 horas diarias en estas plataformas. Según el Estudio Anual de Redes Sociales de 2020 realizado por IAB Spain, Facebook desciende en su uso en un 6% y la red social que más crece es TikTok donde dicen que lo usan un 16% frente a un 3% del año pasado. En España el 87% de los internautas utilizan las Redes sociales. ¿Podemos dar la espalda a esta realidad?

Pero ¿Qué son las redes sociales?

En sentido amplio una red social es una estructura social formada por personas o entidades conectadas y unidas entre sí o por algún tipo de relación o interés común. El término se atribuye a los antropólogos británicos Alfred Radcliffe-Brown y John Barnes.

Según Isabel Ponde-k-idatzia las redes sociales online son estructuras sociales compuestas por un grupo de personas que comparten un interés común, relación o actividad a través de Internet, donde tienen encuentros sociales y se muestran las preferencias de consumo de información mediante la comunicación en tiempo real, aunque también puede darse la comunicación diferida.

Para ser considerada una red social debe:

      1. Ser una red de contactos.
      2. Ofrecer la creación de un perfil.
      3. Permitir interactuar.
      4. Ofrecer funcionalidades para interactuar con contenidos (crear, compartir y/o participar).

Cada red social tiene una temática distinta y la interacción dentro de la misma está regulada por pautas y reglas, como la privacidad y política de protección de datos. Sin embargo, todos comparten dos elementos imprescindibles al hablar de la importancia de las redes sociales: la comunicación y el traslado de información.

Es una realidad que nuestros alumnos y alumnas utilizan las redes sociales, por tanto, no podemos dar la espalda a esta realidad. Las redes sociales no son buenas o malas, depende del uso que le demos podrán ofrecer oportunidades de aprendizaje y socialización. Ofrecen un formato audiovisual muy atractivo y rico y una oportunidad para desarrollar la competencia digital de nuestro alumnado.

El uso de las redes supone una oportunidad de aprendizaje, deberemos trabajar con nuestro alumnado para conocer el funcionamiento y el impacto que tienen en nuestra identidad digital, así como los peligros ante los que podemos enfrentarnos.

También supone una oportunidad para reflexionar sobre los estereotipos que se generan en las redes, la veracidad de la información que obtenemos de ella y el modo de relacionarse a través de internet.

Pero para que las redes sociales contribuyan a nuestro proyecto educativo, es importante que valoremos las desventajas de sus usos e implementemos actuaciones para mitigarlas. El uso de las redes sociales puede llevarnos a distracciones, noticias falsas o enfrentarnos a diversos peligros, es por ello, que es imprescindible desarrollar un proyecto educativo en el que se incluya la formación e información que permita hacer un uso responsable y reflexivo de las mismas a nuestro alumnado.

Las redes sociales pueden ofrecernos múltiples funcionalidades y oportunidades de aprendizaje. Vamos a repasar algunas de las propuestas que os hacemos:

    • Utiliza las redes sociales para fomentar la participación del alumnado promoviendo actividades de trabajo en equipo y la socialización.
    • Mejora la comunicación entre familias, docentes y la propia institución educativa apoyado la identidad corporativa y las comunicaciones oficiales realizadas por otros cauces.
    • Diseña propuestas educativas que fomente la creación y consulta de recursos y contenidos de calidad en las redes sociales, enseñando a curar contenidos. Así también promocionaremos el desarrollo del espíritu crítico de nuestro alumnado.
    • Utiliza la oportunidad que nos ofrece este recurso educativo para desarrollar habilidades como la creatividad, colaboración o creatividad.
    • Desarrolla la competencia digital de tu alumnado trabajando sobre su propio entorno personal de aprendizaje.

Y recuerda que las redes sociales juegan un papel muy importante en la generación de oportunidades laborales, todo lo que publiquemos en internet formará parte de nuestra identidad digital. Las publicaciones ofrecen un mensaje intrínseco, por ello es necesario diseñar nuestro plan de acción para contribuir a desarrollar una imagen positiva en internet.

 

REFLEXIONES METACOGNITIVAS

«El aprendizaje sin pensamiento es labor perdida»

Confucio

En muchas ocasiones habremos escuchado “la experiencia es un grado”, pues tengo que disentir de este saber popular, o por lo menos completarlo “la experiencia es un grado si se ha reflexionado”.

Si no nos paramos a analizar lo vivido, no podremos extraer aprendizajes y estaremos condenad@s a repetirlo. Valorar qué ha ocurrido, cómo ha ocurrido y por qué, nos concederá la posibilidad de aprender.

Las reflexiones nos proporcionan una comprensión profunda de lo sucedido y nos permite exprimir de la experiencia nuevos aprendizajes, porque no aprendemos de la experiencia, aprendemos de la reflexión de la experiencia que nos permite el anclaje de lo aprendido. Las personas somos la suma de lo que hemos vivido y reflexionado.

Pero, ¿sabemos reflexionar? ¿nos han enseñado a identificar los aprendizajes de una experiencia?

Para aprender a pensar y aprender a aprender es necesario desarrollar estrategias de aprendizaje cognitivas, y especialmente aquellas que permitan al estudiante desarrollar habilidades orientadas al autoaprendizaje y habilidades metacognitivas.

Si queremos que se genere un aprendizaje significativo es imprescindible:

    1. La experiencia esté relacionada con la estructura conceptual que ya se posee,
    2. Que exista la voluntad de aprendizaje.
    3. Entender cómo de útiles son los aprendizajes, es decir, que lleguemos a relacionar el aprendizaje con una posible solución de problemas de la vida real.

Para ello vamos a utilizar la METACOGNICIÓN.

La metacognición, término empleado por el psicólogo John Flavell en los años setenta del siglo pasado, y se podría definir como la capacidad para formular juicios sobre nuestros pensamientos que nos permite valorar si las decisiones que tomamos son las acertadas.

La metacognición nos habilita para planificar, controlar y evaluar la propia cognición, así como el conocimiento de sus procesos mentales y permite autodirigir nuestro aprendizaje y transferirlo a otros ámbitos de la vida. Es decir, se relaciona con el aprendizaje competencial, pues se configura como una herramienta clave para la resolución de problemas de la vida real.

Es posible diferenciar dos elementos metacognitivos:

    1. ¿Qué hemos aprendido? La respuesta constituirá nuestro conocimiento metacognitivo que tendrá una naturaleza declarativa.
    2. ¿Cómo lo hemos aprendido? La solución nos orientará hacia el control metacognitivo o aprendizaje autorregulado que presenta una naturaleza procedimental.

RESUMIENDO:

    1. Para generar aprendizajes duraderos debemos reflexionar sobre nuestra experiencia.
    2. Para aprender es imprescindible encontrar la conexión con aprendizajes previos y mostrar interés en el propio aprendizaje.
    3. Es imprescindible encontrar la utilidad del aprendizaje, es decir, llegar a identificar para qué sirve lo aprendido y su valor para la resolución de posibles problemas de la vida real.
    4. Tenemos que hacer uso de las REFLEXIONES METACOGNITIVAS que son herramientas que nos permitirán el aprendizaje significativo y competencial.

¿CÓMO VAMOS HACERLO?

Para desarrollar las REFLEXIONES METACOGNITIVAS vamos a utilizar unas preguntas que nos servirán de guía pero es interesante que las elabores como un relato. Para ello deberás identificar una introducción, un nudo y un desenlace o conclusión. En el relato deberás introducir todas las respuestas de las preguntas guía.

¿CUÁLES SON LAS PREGUNTAS GUÍA?: 

LA ESCALERA DE LA METACOGNICIÓN.

¿Qué he aprendido?

¿Cómo lo he aprendido?

¿Para qué sirve?

¿Cómo lo aplicaría en una situación de mi vida real?

 

¿Preparad@s para aprender?

Espero vuestras reflexiones 🙂

CARTAGENA: METODOLOGÍAS ACTIVAS PARA FP BÁSICA

La pasada semana estuve en Cartagena, Murcia, para impartir un taller de metodologías activas.

El taller estaba enfocado a la Formación Profesional Básica, aunque también pudieron participar compañeras y compañeros de Secundaria. Cuatro sesiones de cuatro horas cada una suponían un reto para repasar todas las metodologías activas. Analizando las características del alumnado que habitualmente suele acceder a la Formación Profesional Básica, decidimos centrarnos en estrategias metodológicas que nos conducen a la educación del ser, el fomento de la inteligencia emocional y desarrollan la competencia de aprender a aprender; si bien repasamos las definiciones y aspectos fundamentales de algunas otras.

Como siempre, me llevé el frigo, donde l@s asistentes pusieron las expectativas y los objetivos con los que llegaban. 

Con esta dinámica pretendemos reflexionar sobre cómo las expectativas pueden condicionar la motivación y los comportamientos de los individuos (Vroom). A mi me parece muy interesante llevarla a cabo a principios de curso, así nuestro alumnado, deberá plantearse qué espera y cómo eso puede condicionar su comportamiento y nosotr@s, como docentes, también podremos valorarlo. Esta dinámica se cierra con una actividad al finalizar el curso escolar, donde l@s estudiantes podrán analizar si sus expectativas han sido satisfechas.

Después de esta actividad introductoria pasamos a la reflexión sobre los distintos tipos de estrategias metodológicas. Analizamos las características de metodologías centradas en los contenidos y las centradas en la acción.

Para ello utilizamos la dinámica cooperativa de controversia académica. Se hicieron dos grupos y cada uno tuvo que reflexionar sobre argumentos a favor y en contra de un cambio metodológico.

Esta dinámica nos invita a posicionarnos en criterios que no defendemos  y así podemos entender mejor los argumentos contrarios a nuestras ideas. Posteriormente, procedimos al debate y sacamos conclusiones. 

Para proseguir con la reflexión pudimos leer los siguientes mensajes: 

Confucio

Nuestras reflexiones nos llevaron a la necesidad de un cambio de paradigma, es necesario pasar del paradigma del contenido al paradigma de la acción. El aprendizaje competencial lo requiere. Esta fue nuestra conclusión.

Y ante estas conclusiones nos planteamos ¿cuáles son esas metodologías calificadas como activas? ¿qué tienen en común?. Sin pretender ser una enumeración exhaustiva, hablamos de las siguientes:

 

Y ante todas éstas, ¿cuál es la más idónea? Reflexionamos sobre la necesidad de valorar el contexto y nuestro perfil docente.

Otra de las cuestiones que nos planteamos venía referida a si el cambio de paradigma era debido a modas pasajeras y si tenía fundamento que lo sustentara. Repasamos aspectos relacionados con la regulación legal, las necesidades sociales actuales, las neurociencias y las corrientes psicopedagógicas.

 

 

Una vez decidid@s, empezamos a repasar y vivenciar el aprendizaje cooperativo. Pero esto lo dejo para la próxima entrada…

 

 

 

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