IDENTIDAD DIGITAL. 2.0

En tiempos de hiperconectividad, somos lo que internet dice que somos. Todas nuestras acciones nos definen, tanto nuestros me gusta, los comentarios que hacemos en publicaciones, fotos que subimos a Instagram, compras, visitas, etc.. como los comentarios que otras personas vierten sobre nosotros en la red y contribuyen a formar la percepción que los demás tienen sobre cada uno de nosotros.

Por ello, es imprescindible conocer en qué consiste la identidad digital y cómo se construye una identidad personal positiva.

Por ello, es imprescindible conocer en qué consiste la identidad digital y cómo se construye una identidad personal positiva. 

El desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, y en especial Internet, ha creado un nuevo escenario en el que las relaciones personales cobran protagonismo. Los servicios de Internet y la Web 2.0 (redes sociales, blogs, foros, wikis, microblogging, etc.) constituyen canales multidireccionales y abiertos, que permiten a sus usuarios lograr la máxima interacción entre ellos, a la vez que ofrecen nuevas posibilidades de colaboración, expresión y participación. En este contexto, indudablemente, el ciudadano se muestra con una serie de atributos que definen su personalidad online.

Guía para usuarios: identidad digital y reputación online, publicado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO. Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Edición: Julio 2012)

 ¿QUÉ ES LA IDENTIDAD DIGITAL?

Es el conjunto de información sobre una persona u organización expuesta en internet que permite describirla en el plano digital. Todo lo que nos identifica en el entorno online.

La identidad digital o identidad 2.0 se relaciona con el concepto de «reputación online», siendo ésta última la opinión o consideración que otros usuarios tienen de la vivencia online de una persona u organización.

CARACTERÍSTICAS DE LA IDENTIDAD DIGITAL

Según la OCDE las características de la identidad digital son las siguientes: 

1. Esencialmente social. A medida que las personas proyectan su identidad en la red la comunidad digital le caracteriza y reconocen de forma efectiva.

2. Subjetiva. Supone la percepción del yo y del nosotros que está basada en las experiencias digitales que diferentes personas construyen y que les permiten reconocerles.

3. Referencial. Una identidad es una referencia a una persona u objeto.

4. Compuesta, dado que está constituida por lo que mostramos voluntariamente y por lo que terceras personas muestran de nosotros.

5. Dinámica. Se encuentra en cambio y modificación permanente.

La identidad digital produce consecuencias y éstas pueden ser positivas o negativas. Es por ello, que es importante diseñar y controlar nuestra propia identidad digital.

IDENTIDAD DIGITAL POSITIVA

Siendo conscientes del impacto de nuestra presencia en internet es importante valorar la necesidad de crear una imagen digital positiva. Para ello, es imprescindible que analicemos el objetivo de nuestras publicaciones, reflexionar sobre el contenido que queremos compartir y la transcendencia que puede llegar a tener.

La creación de la identidad digital puede y debe ser una oportunidad para crear contenidos que favorezcan la autoestima, el autoconocimiento, así como un espacio donde poder gestionar nuestro talento y aportar valor social.

¿Cómo podemos guiar en la construcción de una identidad digital positiva?

Tenemos que indicar la importancia de no transmitir conductas o hábitos poco saludables, porque éstas pueden perjudicar la reputación digital y fomentar este tipo de actitudes entre las personas que interactúan con el contenido que compartimos.

Es importante que creemos un espacio de reflexión para que nuestro alumnado valore el impacto que tienen las publicaciones en internet y que fomentemos la protección de la privacidad y seguridad.

Reflexionar sobre la necesidad de limitar la difusión de datos personales o sensibles para evitar ser víctimas de ciberdelitos, configurar adecuadamente las opciones de privacidad personalizándolas y mejorando la seguridad, mantener privados los perfiles para que la difusión no sea indiscriminada seleccionando las amistades que aceptamos o activar el control de etiquetas para filtrar los contenidos que otras personas puedan publicar en su perfil sobre nosotros es imprescindible para construir una identidad digital positiva.

Aprender a gestionar problemas relacionados con nuestra identidad digital solicitando ayuda lo antes posible, comunicándolo a nuestros familiares, borrando los contenidos o solicitando eliminarlos, en caso de que otros los hayan publicado.

Y no olvidar recordar que las personas tienen derecho a gestionar su propia identidad digital, por tanto, nunca se puede publicar información o imágenes de los demás sin su permiso, mucho menos si estas son dañinas y/o perjudiciales hacia otras personas. Y conocer las consecuencias de publicar contenidos perjudiciales (ciberdelitos y dificultades de acceso al mercado de trabajo).

 
 

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