«Cuando plantas una lechuga, si no crece bien no echas la culpa a la lechuga. Intentas encontrar las razones por las que no está creciendo correctamente. Puede que necesite fertilizante, o más agua, o menos sol. Nunca le echas la culpa a la lechuga. Sin embargo, cuando tenemos problemas similares con nuestros amigos o familiares solemos echarles la culpa. Pero si sabemos cómo cuidar de ellos, crecerán bien, como la lechuga. Culpar al otro no tiene ningún efecto positivo, y tampoco lo tiene el intentar persuadir usando razones o argumentos. Esa es mi experiencia. No culpar, no razonar, no argumentar, solo comprender. Si comprendes, y demuestras tu comprensión, puedes amar, y las cosas pueden cambiar.»
Thich Nhat Hanh, monje budista y activista por la paz
Comentario:
Thich Nhat Hanh nos propone en este texto un difícil reto a conseguir con quienes consideramos amigos. Aparte de cuidar y no pedir nada a cambio, nos propone evitar la acción de culpar, la acción de razonar y la acción de argumentar.
Propone una correlación directa de la comprensión con el amor y de aquí al cambio.
Entiendo que el objetivo final es el cambio. Quiero entender como evolución hacia la mejora. Y el amor como término elevado al que llegamos a través de la comprensión.
Luego… cuidemos regando, fertilizando y aireando nuestras relaciones. El cambio de las cosas está cerca porque somos capaces de amar comprendiendo.