EL BOSQUE DE RIBERA
La presencia de ríos (especial en su tramo medio y bajo) cambia por completo las condiciones de una zona, apareciendo el pequeño milagro de los bosques de ribera.
La Islillas. Mejorada
En primer lugar nos encontramos con suelos más ricos y profundos (por los sedimentos traídos por la corriente). Por otra existe una mayor humedad en las capas más superficiales, creándose, también, un pequeño microclima.
Con estas condiciones se desarrolla un paisaje a menudo completamente distinto del entorno que conocemos como bosque de ribera.
En él la vegetación se distribuye en bandas paralelas, según su necesidad de agua. (Puedes ver más fotos aquí)
El aliso o el avellano silvestre necesitan sus raíces encharcadas
El sauce, el fresno o el chopo sólo requieren humedad en las puntas de sus raíces
Fresno
En una banda más lejana se encuentra el olmo y el álamo, verdaderos protagonistas del paisaje, especialmente en otoño. Muchos de ellos son de origen antrópico, con grandes plantaciones que sirven como fuente de madera (blanda, para celulosa), lugar recreativo y depurado natural
Tronco de álamo
Hojas de álamo
El sotobosque más abundante es el aligustre y la madreselva. Si existen presencia de sales aparecerá al taray.
La presencia de este bosque de ribera ejerce un papel decisivo en el control de la erosión de los ríos y genera un microclima que permite la vida de numerosas especies, especialmente aves.
Imágenes y texto