El enigma eterno de Tutmosis III

La excavación, en la que trabaja un equipo multidisciplinar de arqueólogos, topógrafos, restauradores, antropólogos y obreros, recibe además a alumnos de Arqueología y Bellas Artes de la Universidad de Granada que hacen sus prácticas en el yacimiento, participando en las diferentes etapas, bien a pie de zanja, bien documentando los hallazgos. Seco destaca además que, por primera vez, se esté llevando a cabo una colaboración entre España y Egipto, para dar formación a los inspectores del Servicio de Antigüedades del país.
La doctora cuenta que labores similares han requerido entre 20 y 30 años para darse por finalizados, pero no le preocupa. Momentos como el que vivió hace unas semanas al descubrir intacta una tumba compensan «con creces» los esfuerzos realizados. «La emoción de abrir una cámara sellada y ver a quien ha pertenecido es uno de los momentos más especiales que he vivido», afirma la arqueóloga.
Tutmosis III logró que Egipto dominara más de 100 estados e importantes rutas comerciales, hasta incluir en sus fronteras Nubia, Libia, la costa fenicia, Siria y Chipre. Su política de conquista no destacó por su crueldad o su encarnizamiento con el enemigo, como subraya el doctor Zahi Hawass, secretario general del Consejo Superior de Antigüedades egipcio, sino por su inteligencia y su pragmatismo político. «Solía capturar a los príncipes de los países que conquistaba y los traía a Egipto para que conocieran su cultura y aprendieran que debían ser leales a ese gran imperio», apunta el egiptólogo.
Myriam Seco pone en valor su colosal tarea: «Lo que estamos haciendo es recuperar un legado valiosísimo que nos permitirá desvelar los secretos de uno de los faraones más importantes de Egipto».