EL MIHRAB DE LA MEZQUITA DE CÓRDOBA
INFLUENCIAS ORIENTALES EN LA ARQUITECTURA ANDALUSÍ
Así pues, el mihrab de la aljama cordobesa es un excelente ejemplo no tanto de las soluciones constructivas de época califal (hablamos en este caso de una pieza de muy reducidas dimensiones: tres por tres metros), sino sobre todo de las concepciones entonces existentes sobre la decoración de las partes más destacadas de un edificio religioso y, lo que es más importante aún, acerca de la simbología aplicable precisamente a esos elementos ornamentales ya que, como es sabido, la religión islámica es poco amiga de las representaciones figuradas y, menos todavía, en las mezquitas. Pero además, este mihrab cordobés es también demostrativo de cómo concepciones de muy diversa procedencia oriental (bizantinas, arábigas, persas, etc.) acabaron triunfando en la arquitectura andalusí.
Pese a su reducido tamaño, el mihrab cordobés posee una gran originalidad, ya que con anterioridad a esta construcción los modelos existentes se reducían a pequeñas hornacinas abiertas en el muro de la qibla. En este caso, nos hallamos ante una habitación de planta poligonal (siete lados) que verticalmente podemos dividir en tres zonas: un zócalo marmóreo, un friso intermedio en el que encontramos seis arquillos ciegos polilobulados sobre los que se dispone una banda con versículos del Corán y, por último, una cubierta en la que se hia colocado una bóveda octogonal hecha en yeso y que adopta la forma de una concha (bóveda avenerada). Debe recordarse que este espacio, vedado a los fieles, es el más íntimo y sagrado del templo, ya que simboliza la presencia de Alah en la mezquita y, por otra parte, es el lugar junto al que se coloca el imán cuando debe dirigir la oración.
Izquierda: bóveda avenerada del interior del mihrab. Derecha: fachada del mihrab.
Pero sin lugar a dudas lo más destacado de este conjunto es la decoración de la portada que lo comunica con el resto de la mezquita. En sus laterales se han dispuesto zócalos de mármol decorados con ataurique, mientras que en el centro encontramos un gran arco de herradura sostenido en jambas del mismo material y en las cuales, hacia el intradós, se han integrado las cuatro columnas de mármol que ya estaban presentes en el anterior mihrab, levantado por Abd al-Rahman II a mediados del siglo IX.
El arco al que nos referimos muestra todas su dovelas decoradas y se remata con un amplio alfiz. Las albanegas van adornadas con roleos vegetales y por encima de ellas, corre un friso con inscripciones cúficas que alaban a Alah. Aún más al exterior, otro friso que también corre por los laterales del arco, como si se tratase de un segundo alfiz, mantiene los mismos repertorios, esta vez en un brillante color azul. Finalmente, en su parte superior, el conjunto se remata con siete arcos polilobulados ciegos en cuyos interiores podemos apreciar estilizados árboles de la vida policromados.

En Internet no conozco muchas referencias específicas sobre este interesantísimo mihrab cordobés. Sin embargo, en esta Web sobre la mezquita encontraréis muchas informaciones relacionadas con la obra.