LAS INUNDACIONES Y LOS HOMBRES.
Ha menudo nos encontramos en las noticias los efectos devastadores de las inundaciones, un fenómeno que es bastante corriente en climas como el nuestro, con periodos de lluvias irregulares y muy marcados (especialmente en la fachada mediterránea, con la famosa gota fría). Las consecuencias humanas y económicas suelen sen enormes
Sin embargo, estas inundaciones, y además de lo puramente climatológico, tienen en muchas ocasiones orígenes antrópicos. En este artículo intentaremos hacer un resumen de ellos para después plantear brevemente alguno de los rasgos positivos que tienen dichas avenidas.
Inundación histórica de Valencia del 1957
Tomado de wikipedia
Los cauces de los ríos ha menudo se han visto invadidos por construcciones (como ha menudo ha ocurrido en torrentes y ramblas), así como se han puesto numerosos obstáculos que impiden el desagüe natural del agua (En la zona valenciana, la gran autopista que la recorre crea a menudo diques que provocan inundaciones). Por otra parte, a menudo no se tiene el suficiente celo para la limpieza de cauces, eliminando de ellos vegetación que, en un momento de inundación, colapsa las salidas naturales.
Rambla canalizada pero poco eficiente debido a la vegetación
Tomado de zoom.ideal.es
Además de esto, tradicionalmente, los ríos disponían de forma natural zonas inundables que servían para amortiguar el alcance de sus efectos (especialmente si estaban ocupados por bosques de ribera). Estas zonas llanas junto a su cauce, sin embargo, poco a poco se han ido urbanizando o se han dedicado a la agricultura (gracias al propio limo que depositaron en ellas las inundaciones).
Zonas inundables en el río Ebro a su paso por Zaragoza
Tomado de latierradegea.blogspot.com
El hombre ha intentado protegerse de estas inundaciones a través de obras de ingeniería, como pantanos que sirvan para regular el caudal de los ríos o grandes malecones o cauces artificiales más profundos.
Canalización del Segura
Tomado de e-tecmalearning.es
El caso extremo es el desvío de los propios ríos fuera de las ciudades, como ocurrió en Valencia con el Turia o con el propio Guadalquivir en Sevilla.
Tomado de blogdegeografiadejuan.blogspot.
También se intenta crear una política de urbanización del suelo que tenga en cuenta estos peligros, aunque en muchos casos no se ha sido tan riguroso como se debería
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Como puede verse, gran parte de los efectos de las inundaciones podrían paliarse con un buen planteamiento en la distribución del territorio y una adecuada conservación de los cauces.
Sin embargo, no deberíamos olvidar que las inundaciones (bien gestionadas) producen beneficios, como ya sabían los egipcios.
Gracias a ellas el río general una limpieza propia, tanto de elementos situados en su cauce como se la propia contaminación de sus aguas, que se diluye y absorbe más fácilmente por los bosques de ribera.
Además, como ya se dijo, las inundaciones aportan limos extremadamente ricos para las tierras y permiten una recarga más efectiva de los acuíferos al abrir su extensión de recepción
Todos los campesinos saben que tras un año de inundación la productividad del campo crece
Tomado de fotos.lainformacion.com