TRAFALGAR, HOMBRES Y NAVES ENTRE DOS ÉPOCAS – José Cayuela Fernández y Ángel Pozuelo Reina
21 de octubre de 1805, frente al cabo Trafalgar. Más de sesenta buques de tres países diferentes. Un momento culminante de la historia contemporánea y, probablemente, la batalla naval más importante de todos los tiempos. Si no, seguramente sobre la que más se ha escrito. Pues he aquí otro caso en el cual se han empleado más tinta sobre el asunto. Bajo el rimbombante título de Trafalgar, hombres y naves entre dos tiempos se esconde el trabajo de José Cayuela Fernández y de Ángel Pozuelo Alarcón, ambos historiadores de la Universidad de Castilla la Mancha, que guardan un vínculo entre si de maestro-alumno.
Esta obra, pergreñada allá por el año 2004 (cuando iba a cumplirse ya el bicentenario de la batalla) narra los sucesos en relación al brutal choque entre la escuadra del almirante Horatio Nelson y la escuadra combinada de Villeneuve y Gravina. El trabajo, sin embargo, es mucho más ambicioso; en casi setecientas páginas (a letra no apta para cegatos) se nos exponen unos cuantos capítulos introductorios y de planteamiento histórico previo, unas escasas cien sobre la batalla en sí y algunos capítulos más sobre efectos y consecuencias del combate. Antes de deshacerme en loas para esta obra quisiera empezar por el único asunto que me veo obligado a señalar como hándicap. Esta distribución algo irregular de los hechos a lo largo del libro, tratándose de una obra de semejante volumen, da un poco que pensar. Realmente, parece que llegado un punto alguien de la editorial dijera “¡basta!”, y que se pretendiera reducir el volumen de un libro que, de haber seguido como de inicio, podría tranquilamente haber alcanzado las mil páginas.
Esta es un poco la sensación que me ha quedado tras su lectura. Tras unos prolegómenos magistrales, un análisis de la situación histórico-política previa inmejorable y un planteamiento tan eficaz como exhaustivo, da un poco la sensación de que los capítulos sobre la batalla en sí y sus consecuencias han quedado por debajo de sus posibilidades. Un ejemplo claro; apenas se hace mención del “caso Villeneuve” una vez finalizada la batalla, ni se ahonda en el asunto de su muerte y en las extrañas condiciones en que se produjo. Apenas se menta el hecho, casi de pasada, fuera de lugar. Tampoco se ahonda demasiado en la convalecencia y posterior muerte de Gravina, y el personaje de Churruca es visto casi de pasada, por así decirlo. Tras un texto de semejantes características, de tal volumen, quizás esperaba un empeño algo más digno de consideración respecto a estas (y otras) grandes figuras de la historia. Pero esto, tal vez, es tan solo rizar el rizo.
Dicho esto, me veo obligado a reconocer el excelente rigor y la calidad sin parangón del libro. A pesar de la existencia de otros trabajos aceptables sobre el mismo tema (por ejemplo el libro del señor O’Donnell), aquí nos encontramos con una obra mucho más analítica y concienzuda, que no se pierde en empeños novelísticos o sensacionalistas, sino que mantiene un tono neutral y correcto en todo momento. Es de agradecer este último aspecto, ciertamente: muchos trabajos sobre batallitas caen sin remedio en el patrioterismo barato; otros autores abusan de la mitomanía de figuras veneradas, como el mismísimo Nelson, mientras que algunos más parecen emperrados en destrozar cualquier mito a costa de exponer sus lados más oscuros o tenebrosos. En demasiadas ocasiones nos encontramos con autores que se dedican a ensañarse en aquellas figuras de infausto recuerdo, y en este caso podría haber sucedido con el señor Villeneuve. Algunos otros toman la opción contraria, la de “lavar el nombre” (véase el caso de Parker en la Gran Armada, con el duque de Medina Sidonia). Pues bien, nada de esto ocurre en el trabajo de Cayuela Fernández. Ni cae en la acérrima defensa de nadie, ni tampoco en alegatos ofensivos o culpabilizantes, sencillamente se limita a exponer unos hechos y extraer sus deducciones de un modo prudente, en cualquier caso. Pero sin un punto de mira definido condicionado por nada ni nadie. Tal vez sus conclusiones dirigen las responsabilidades más bien hacia las esferas políticas del momento, salpicando al señor Manuel Godoy, un personaje que ciertamente nunca ha tenido demasiada “buena prensa”, por así decirlo, o al mismísimo Napoleón Bonaparte. Pero ni siquiera ante ambos personajes, plagados de claroscuros, Cayuela y Pozuelo se muestran especialmente nocivos. A veces, es mejor no intentar buscar tanto culpables o inocentes, sino simplemente buscar causas y consecuencias. Y esto lo hacen los autores con solvencia más que contrastada.
Pese a que el libro no es un derroche en cuanto a mapas o esquemas gráficos, pues realmente hay unos pocos y todos ellos de propia elaboración (no excesivamente logrados, a decir verdad, aunque suficientes para lo que se propone), el trabajo se complementa con un sinfín de tablas, listados, compendios, etc. todos ellos también de elaboración casera que tratan asuntos de lo mas dispar; desde los habituales referidos a artillería, número de piezas, tripulaciones, etc. hasta los más extraños, tales como “oficiales británicos muertos en el combate de Trafalgar”, detallando nombres, cargos, buques respectivos, etc. El colmo del frikismo pude constatarlo cuando, a mitad de libro, te encuentras una serie de retratos a carboncillo firmados bajo el apellido de Cayuela. Investigaron tanto sobre los personajes que hasta los dibujaron, manda webs. Un detalle como ese, que pudiera parecer incluso frívolo o cuando menos banal, delata entre líneas algo bastante más serio: una absoluta pasión por el asunto, una dedicación cuasi enfermiza por así decirlo. Y ello, de un modo u otro, queda reflejado en el texto.
En definitiva, una obra más que recomendable que, pese a ser un buen ladrillo, se queda incluso corta ante la exhaustividad y eficacia de su contenido.
Technorati Tags: José Cayuela Fernández, Ángel Pozuelo Reina, Trafalgar, marina, historia, ensayo, estudio