Homínidos africanos algo duros de oído
Los chimpancés oyen el habla humana como si fueran un poco duros de oído, como una persona con sordera moderada que no distingue bien los sonidos bajos o en un entorno ruidoso. El Homo sapiens, sin embargo, tiene un oído muy fino para esas frecuencias, algo tan imprescindible para la comunicación compleja mediante el lenguaje como la capacidad de pronunciar sonidos muy rápidamente y, por supuesto, un cerebro capaz de generar y procesar la información. Es lógico, pues, que los científicos se pregunten cuándo surge en la evolución humana esa adaptación del sistema auditivo de banda ancha frente a la banda estrecha de otros primates.