La incógnita del fuego de los neandertales
Hace entre 53.000 y 30.000 años, una comunidad de neandertales, la otra especie humana inteligente, residía en la cueva cántabra de El Esquilleu (derecha). Allí se han encontrado restos óseos de pequeños animales hallados en lo que podría ser una hoguera. Estos restos podían haber servido como fuente de combustible pero, debido a que existía en la zona numerosa vegetación que podían utilizar para avivar las llamas, investigadores de la UNED y de la Universidad Complutense creen que los neandertales «hacían limpieza» en la cueva quemando los restos de forma sistemática, para evitar infecciones.