EL ÁRBOL DE LA LLUVIA DE LA ISLA DEL HIERRO. CLIMA DE LAS ISLAS CANARIAS.
El Garoé o Árbol Santo tenía un caracter sagrado o mito para los aborígenes de El Hierro porque el agua que manaba de sus hojas y se recogía en una especie de estanque era suficiente para abastecer a sus pobladores, pues no existía ningún otro depósito de agua potable en la isla. Cuando llegaron los conquistadores, siglo XV, los Bimbaches ocultaron el árbol, pensando que si los castellanos no encontraban agua se irían de la isla. Sin embargo, cuenta la tradición, que una doncella isleña enamorada de un español reveló a éste el secreto, recibiendo por tal acción y como castigo de su pueblo la muerte.
Fray Bartolomé de Las Casas también se detiene en la contemplación al Árbol Santo en su Historia de Las Indias; «…el gigantesco árbol era un til, perteneciente a la familia de las lauráceas. Por la condensación del agua en sus ramas se producía el fenómeno que se conoce como lluvia horizontal, que se recoge no sólo en la poceta situada bajo el árbol, sino en otras de sus alrededores.»