VIENE EL LOBO – Wilbur Smith
Si nos interesase escribir una novela de aventuras típica de los setenta, necesitamos varios elementos:
1) Un escenario exótico. Bellezas naturales y poca civilización.
2) Un triángulo amoroso, entre dos varones muy atractivos y una joven llamativa, independiente e indecisa entre ambos.
3) Un propósito, una aventura, una causa.
4) Unos malos, cuanto más ridículos y crueles, mejor. Si son nazis o semejantes, perfecto.
5) Una serie de giros argumentales y de situaciones de riesgo siempre bien resueltas.
6) Una época histórica, para darle más encanto.
7) Un final feliz tras un clímax de acción.
Cocinadlo un poco y tenemos esta novela. Unos traficantes de armas acompañados de una atractiva periodista norteamericana (todos insultantemente guapos) viajan en secreto hasta Abisinia para aportar armas a los nativos amenazados (a pesar de su indolencia latina) por la agresión fascista, representada por el más ridículo, cobarde y cruel conde italiano que podamos imaginar. Naturalmente, y por motivos diversos, eligen participar en la resistencia, donde su valor e inteligencia están compensados por la estupidez del enemigo (ya que sería poco creíble que la inteligencia compensara por sí misma la superioridad armamentística).
Es una novela repleta de tópicos, que dudo que haya podido publicarse en Italia. El autor necesitaba unos buenos y, frente a ellos, unos malos, malos de raíz, malos por cobardía, estupidez, credo político y hasta posiblemente por halitosis.
¿Y aún así me he leído una novela semejante? Pardiez, lo peor de todo es que la novela es entretenida en extremo. Amena y agil, introduciéndote sin problemas en la trama.
Totalmente recomendable como lectura de viaje o de playa. A mí me hizo menos insoportable un vuelo con escalas.