OPERACIÓN EDELWEISS. CARRERA HACIA EL CÁUCASO – Juan Campos Ferreira y José Ignacio Pasamar López
Durante la Primera Guerra Mundial, los ejércitos del Kaiser alcanzaron Rostov del Don sobre sus cansadas piernas. Los ejércitos de Hitler, a un coste muy superior, en bajas y gasolina, avanzaron hasta el Volga encabezados por sus falanges mecanizadas. Y avanzaron aún más allá, hacia las nieves del Cáucaso, hasta sentir casi el olor del salitre del Mar Caspio… Estaban sedientos. Prodigiosamente sedientos.
Sedientos, como sus máquinas, de Petroleo.
Pero no lo alcanzaron. No lograron llegar hasta Astrakhán, uno de los extremos de la soñada línea Astrakhán-Arcángel tras la cual pretendían establecer su imperio en el Este. Ni los ricos pozos de Petroleo de Bakú donde saciar a sus bestias mecánicas. Solo consiguieron unos sorbos del preciado crudo, y eso a un coste prohibitivo, tras poner al límite sus líneas logísticas para transportar todo el material de extracción necesario…y luego tener que volarlo.
El libro va a tratar de la atrevida campaña que se libró al este y al sur del Volga, mientras Stalingrado ardía. Del precio inmenso, prohibitivo, y a la larga inútil de ese corto sorbo de petroleo.
Es un trabajo minucioso, extraordinariamente detallado a pesar de su reducida extensión. Una y otra vez señala hechos concretos, muchos desconocidos, como la existencia de una unidad especial destinada a la explotación de los pozos de petroleo que se esperaban capturar. La confusión en la disposición de tropas, que impidió enviar al montañoso Cáucaso a todas las unidades de montaña disponibles, malgastándolas en otros frentes.
Más que una obra sobre Stalingrado, es sobre las operaciones en el Cáucaso el que permite estudiar el agotamiento del gran plan estratégico alemán durante la Segunda Guerra Mundial. La planificación germana establecía como imprescindible obtener territorio en el Este (objetivamente, en 1942 ya disponían de más territorio del que podían aprovechar) y materias primas, esencialmente petroleo. Ese petroleo estaba disponible en grandes cantidades en el Cáucaso, y por eso Stalingrado solo fue un asunto menor comparado con las operaciones más al sur, que eran las que realmente podrían obtener resultados decisivos, aportando al III Reich (y privando a la URSS) de una fuente a gran escala de combustible.