LA SALINIZACIÓN DE LOS ACUÍFEROS en zonas áridas
Ya vimos aquí las consecuencias que pueden tener la sobre-explotación de los acuíferos por medio de la agricultura de regadío
Cuando esto sucede en zonas cercanas al mar, como ocurre en gran parte del sureste peninsular (alrededor del 150% de sus posibilidades), las lluvias (escasas ya de por sí en estas zonas áridas) no son capaces de rellenarlos al mismo ritmo, permitiendo la progresiva entrada de agua salina marítima en ellos.
Campo de Golf en Almería junto a un salobral
Esta salinización se termina trasfiriendo a los suelos hasta dejarlos por completo inútiles para la agricultura, produciendo la desertificación.
Especialmente en el sureste peninsular esta sobre-explotación va ligada a sus dos principales fuentes económicas: el turismo y la agricultura bajo plástico o de cítricos.
La Manga del Mar Menor
Ante ello sólo puede aportarse más aguas (los famosos planes de trasvase, con enormes costes medioambientales, o desaladoras) o adecuarse a los ritmos naturales (desarrollo sostenible) racionalizando su uso (riego por goteo, cobertura de balsas de agua, regulación de nuevas explotaciones y establecimientos turísticos…) que puede producir la típica paradoja de reducir el crecimiento a corto plazo para una sostenibilidad a medio y largo plazo que suele enfrentar a conservacionistas y población local (cada uno de ellos mira un plazo distinto, argumentando sobre él)