SAPIENS: DE ANIMALES A DIOSES – Yuval Noah Harari

“La historia es algo que ha hecho muy poca gente mientras que todos los demás araban campos y acarreaban barreños de agua.”

Esta cita del libro que aquí reseño, obra del historiador y filósofo Yuval Noah Harari, creo que resume bastante bien el espíritu del mismo: la historia del ser humano es la de todos y cada uno de ellos, asunto que queda muchas veces eclipsado si hacemos historia política, militar o económica. Además, Harari no hace tampoco aquí una “breve historia de la humanidad” general al uso, sino que es una historia del ser humano como especie (de ahí el título de Sapiens) más que una historia del mundo y sus distintas civilizaciones. Por supuesto que estas aparecen en la obra pero siempre para ilustrar los avances y retrocesos del ser humano en cuanto a lo social e incluso la relación entre este aspecto y lo biológico.

Aunque pueda no corresponder exactamente a la división de los capítulos del libro, se pueden ver en él tres líneas expositivas. La primera nos lleva desde el origen de la vida hasta a la aparición de los primeros homínidos y como se van desarrollando hasta que finalmente aparece el Homo sapiens. El autor introduce aquí la idea de cuando aparece la mente humana, si los demás homínidos no la tenían pese a, por ejemplo, tener el neandertal un cerebro similar al nuestro, señalando que las diferencias entre especies quizás sean menos significativas a priori de lo que podría parecer. Para su recorrido por la prehistoria no se ciñe al manido registro fósil, cronologías y cultura material. No.

Harari recurre a datos paleobotánicos, climáticos, forenses, faunísticos, etc. para ilustrar desde una perspectiva global como y cuando aparece el sapiens y como llega a extenderse por todo el mundo.

Así, vemos la alta capacidad destructora de ecosistemas cuando compara los registros fósiles de las regiones donde llega unos miles de años después, habiéndose prácticamente siempre producido la extinción de grandes mamíferos en un lapso temporal muy inferior al que llevaría una desaparición debido a factores climáticos, por ejemplo.

Señala Harari una teoría que ya lleva tiempo entre los prehistoriadores y es que la agricultura, cuyo posible nacimiento ligado a prácticas religiosas y constructivas ilustra muy bien, potenció al sapiens como especie pero lo empeoró como individuos. La agricultura requería mucho más trabajo que la caza y la recolección y esto se aprecia en los estudios comparativos de los huesos entre cazadores y agricultores. Si embargo, este hallazgo permitió a la especie extenderse aun ritmo desconocido hasta entonces. Así, lo que quizás suponía mucho más trabajo y preocupaciones para los individuos se tradujo en una ventaja adaptativa.

La prehistoria da paso a las primeras grandes civilizaciones: Mesopotamia, China, India, Egipto, Roma… parándose Harari a ilustrar la aparición del estado y sus mecanismos de control social capaces de hacer que un homínido cuya naturaleza es la vivir en grupos de unas decenas sea capaz de integrarse y considerar como parte del mismo a cientos de miles de individuos a los que ni siquiera conoce. La creación de un estado es un ejercicio narrativo e intersubjetivo. Eso quiere decir que no depende de algo objetivo, algo que realmente exista de forma inapelable ni simplemente de lo subjetivo, de lo que cada uno piense o crea, sino de que todos esos individuos crean y piensen de forma similar creyendo que algo subjetivo como un país, un estado (la construcción social del mismo, no su componente humano, físico, geográfico ) es una verdad objetiva. Estados, ideologías y religión son para Harari constructos intersubjetivos, los cuales pierden su significado si la gente deja de creer en ellos (por ejemplo, un país invadido por otro puede desaparecer, pero no su medio físico).

Con la aparición de los primeros imperios y la Edad Media llegamos aun nuevo momento clave, donde finalmente la pujanza de una nueva clase social, la burguesía, dará un vuelco a la historia del hombre. El primer gran imperio global es para Harari el español, pero señala que es un coloso con pies de barro por su debilidad económica derivada de unos monarcas con una mentalidad aun medieval y ligada a la defensa de intereses patrimoniales y religiosos más que interés general el de sus súbditos. Dilapidadas enormes sumas que llegan desde el Nuevo mundo en guerras en Flandes y Alemania, las bancarrotas y los impagos llevan a la pérdida de la confianza de inversores y banqueros lo que termina estrangulando a la monarquía española y lleva a la lenta agonía a sus posesiones. Por las mismas fechas señala el autor que existió otro imperio (no sancionado oficialmente pero que cumple aquello de tener bajo su dominio diversos territorios muy extensos y lejanos entre ellos) más exitoso: el holandés. Ligado a las Compañías de las indias, originalmente de carácter privado y posteriormente absorbidas por el gobierno de los Países Bajos. El carácter eminentemente comercial de estas, ligadas ya al capitalismo naciente, transformaron a las compañías de las indias holandesas en máquinas de hacer dinero con una robustez y una liquidez que le garantizaban la contratación de ejércitos extranjeros para controlar los territorios sometidos.

Tras unas pinceladas al imperialismo en Asia (China, Japón), el autor se centra en el imperio británico, el mayor de la historia por extensión y como imitaba al holandés en lo económico pese a que pareciese envuelto en la forma del español y termina con el Estadounidense.

Ahora bien, Harari está haciendo una historia de toda la especie. Nunca olvida en su libro a eso otros sapiens muertos, esclavizados o sometidos a manos de otros de su misma especie, señalando muchas veces la violencia que parece implícita en nuestros genes, en nuestra mente de primate y pone a los imperios en su contexto. La esclavitud, la destrucción de civilizaciones indígenas, los trabajos forzados, el racismo guerras económicas, todas estas cuestiones lastran al imperialismo europeo, aunque como bien señala aportaron también muchas cosas positivas y él mismo escribe que un imperio suele ser positivo si de verdad garantiza la prosperidad y seguridad de sus ciudadanos. Quién quiera escribir sobre lo malo o lo bueno que fueron los distintos imperios de la historia podrá escribir una enciclopedia de cada uno solo con lo bueno o lo malo.

Curiosamente, aquí en España ha recibido algunas críticas su visión sobre el imperio español pero me temo que están tan enamorados de la gloria imperial que cualquier cosa que sea una crítica histórica se la toman como algo casi personal. Que Harari señala que los indígenas americanos contaron que los españoles olían mal, pues ya se criticaba que Harari decía que los españoles eran unos cerdos, que fomentaron el esclavismo y los trabajos forzados y borraron mayoritariamente las antiguas tradiciones indígenas en el caribe, que si la Leyenda negra.

Que Harari señala al británico como el más exitoso: ya está echando flores a los ingleses, que si la Leyenda negra otra vez. Decirle a esta gente que se lean el libro o si lo han hecho lo hagan de nuevo ya que no se han debido enterar de lo que va. Además el autor critica aspectos del imperio español y ensalza otros, como hace con todos y cada uno de ellos, como por ejemplo la preocupación de varios intelectuales y monarcas por mejorar la vida de los indígenas pese a las trabas de los encomenderos, la construcción de ciudades y universidades, un cierto grado de bienestar y el carácter no esencialmente racista de los españoles. Al british lo pone a caer de un burro por las Guerras del opio en China y por las masacres en algunas regiones de la India así como por su trato a los aborígenes australianos.

Estos son los tres principales bloque históricos. Cuando ya llegamos a la actualidad hay un cuarto que dedica a asuntos más políticos y actuales como el nacionalismo, el racismo, el animalismo, el feminismo, la religión y las diversas corrientes políticas. Los capítulos que dedica a cada uno son bastante esclarecedores y pintan de forma muy ilustrativa los problemas y desafíos del mundo en el que vivimos.

Para Harari, la democracia liberal está en crisis debido a que esta es absorbida y controlada por el capitalismo y su ansia de beneficio, destruyendo muchas veces para ellos el bienestar de sus ciudadanos. El autor, laico y liberal, tiene también parte de social-liberal y señala la necesidad de un estado que aporte bienestar a sus ciudadanos, al igual que lo señalaba para los imperios, y como es cada vez más necesario que los humanos tomemos conciencia de que todos somos la misma especie y nos respetemos unos a otros. Estamos ante un intelectual cuyas ideas gustarán más o menos pero que está comprometido a mejorar la sociedad, el individuo y la especie humana en general y eso no es tan común hoy día.

Si algo me transmite este escritor es ser un intelectual lúcido, comprometido con mejorar el mundo y con un espíritu crítico y analítico totalmente necesarios en estos tiempos. Repito, no es un libro sobre la historia en sí de estos imperios, sus batallas, gestas y grandes personajes, es una visión global de los mismos desde lo social y lo económico, y es cierto que a veces cae en el trazo grueso para ilustrar alguna teoría pero es algo casi inevitable. También echo en falta más citas académicas en algunas afirmaciones, pero al ser un libro de divulgación se comprende.

Título: Sapiens. De animales a dioses.
Autor: Yuval Noah Harari.
Editorial: Debate (2017).
Páginas: 496.

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