"Las Misiones Pedagógicas. Educación popular en la Segunda República" de Alejandro Tiana
Uno de los períodos más fascinantes de la Historia Contemporánea para mí es, sin duda, la Segunda República, porque durante ese breve período un puñado de hombres se propusieron acometer todos los grandes males que arrastraba España desde tiempos inmemoriales. Muchos españoles padecían un hambre física secular, las desigualdades sociales eran enormes, la necesidad de una reforma agraria en el sur de España era imprescindible, la distancia entre el mundo urbano y el rural era considerable… y como señalaba Azaña, la República no podía dejar las cosas como las halló. Pero, junto al hambre física, en España existía un analfabetismo y un vacío cultural que generaban pobreza, incultura y sometimiento a la élite social y económica. En este sentido, la República, comprendió que era necesario para su supervivencia convertir en ciudadanos conscientes a buena parte de los españoles, que hasta entonces vivían como súbditos, como señaló acertadamente Rodolfo Llopis (Director General de Primera Enseñanza). Para ello, y en una situación de crisis, desplegó una enorme labor educativa y, dentro de ella, se encuentra la que realizaron las misiones pedagógicas, impulsadas por Bartolomé Cossío, miembro destacado de la ILE, que desplegó su carisma entre sus discípulos y otros profesionales y estudiantes de la educación para promover un proyecto cultural cuyo fin era llevar a los pueblos la renovación de los métodos de enseñanza, la lectura, la música, el teatro, el arte… «Las misiones se proponían saldar la deuda moral que la sociedad había contraído con el mundo campesino«.